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  • Mediación para la Inclusión: Abordajes en Discapacidad y Adultos Mayores

    » Comercio y Justicia

    Fecha: 06/03/2025 13:35

    Por Ivana N. Gulli (*) En el marco del Ciclo de Formaciones y Capacitaciones organizado por la Dirección de Mediación del Ministerio de Justicia y Trabajo de la Provincia de Córdoba (DIME), se llevó a cabo la capacitación Mediación para la Inclusión: Abordajes en Discapacidad y Adultos. La capacitación se enfocó en temas fundamentales para garantizar la inclusión y el acceso a la justicia de las personas con discapacidad y los adultos mayores, con énfasis en el abordaje jurídico y la mediación como herramienta para la resolución de conflictos. Comenzamos reflexionando sobre el marco jurídico internacional que sostiene los derechos de las personas con discapacidad. En particular, la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Uno de los aspectos más relevantes de la Convención es su énfasis en la autonomía, lo que significa que las personas con discapacidad tienen derecho a tomar decisiones sobre sus vidas y participar activamente en todos los ámbitos de la sociedad, tanto en términos de derechos como de hechos. Este principio se contrapone a la idea de que estas personas deban ser tratadas como incapaces, promoviendo en su lugar un enfoque que respete su dignidad y su capacidad para decidir, incluso cuando se les puedan ofrecer apoyos adicionales. En Argentina, el Código Civil y Comercial establece disposiciones claves sobre la capacidad jurídica de las personas. Específicamente, los artículos 31, 32 y 48 tratan sobre la capacidad y los mecanismos a través de los cuales un juez puede intervenir para limitar dicha capacidad. En algunos casos, el juez puede restringir la capacidad de una persona cuando se encuentra en una situación en la que no puede expresar su voluntad de manera clara o interactuar adecuadamente con el entorno. El artículo 31 establece que, en estos casos, la persona deberá contar con un sistema de apoyo que le permita ejercer su capacidad jurídica. En este contexto, la mediación puede ser una herramienta esencial para facilitar la comunicación y la toma de decisiones, de forma que las personas con discapacidad no se vean excluidas del proceso de resolución de conflictos. Además, el Código establece que debe ser garantizado el acceso a un sistema de apoyo que respete los deseos, necesidades y derechos de la persona. A lo largo de esta capacitación, se hizo especial hincapié en el concepto de “sistemas de apoyo”, esenciales para promover la participación activa de las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica. Sin embargo, también deben estar sujetos a control, para evitar abusos y asegurar que los apoyos sean verdaderamente respetuosos de la autonomía e intereses de la persona. Otro tema central fue el acceso a la justicia. En este contexto, las Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las Personas en Condición de Vulnerabilidad, subrayan la necesidad de que los sistemas judiciales y los procesos de resolución de conflictos, como la mediación, sean accesibles para las personas con discapacidad. Las reglas de Brasilia buscan eliminar cualquier barrera que impida a estas personas acceder a la justicia, ya sea por motivos de discapacidad, edad u otros factores. Las reglas establecen que la justicia debe adaptarse a las necesidades de las personas y asegurar su plena participación en los procesos, con especial atención a los ajustes razonables que puedan requerir. Este enfoque es fundamental para la mediación, ya que permite que las personas con discapacidad o adultos mayores participen de manera efectiva en la resolución de sus propios conflictos. En este sentido, la Directora de DIME, Soledad Soler Conde, propicia una profunda reflexión sobre la importancia de la inclusión, entendida no sólo como la eliminación de barreras físicas y sociales que enfrentan las personas con discapacidad y los adultos mayores, sino también como el desafío de erradicar la discriminación y los prejuicios que aún persisten en nuestra sociedad. Una sociedad verdaderamente inclusiva es aquella que se adapta a las necesidades de todos sus miembros, respetando la diversidad y promoviendo la igualdad de oportunidades. En este marco, la mediación emerge como una herramienta clave para fomentar el diálogo, el entendimiento mutuo y la resolución pacífica de conflictos, creando espacios en los que todas las voces sean escuchadas y valoradas. La mediación, en este contexto, es un puente que une a las personas, promoviendo los objetivos enunciados. Es un espacio donde no sólo se solucionan problemas, sino que se construye empatía, se fomenta la colaboración y se fortalece el tejido social. Es, en definitiva, una herramienta que puede transformar realidades, porque, cuando la inclusión es genuina, la comunidad entera crece, se enriquece y se vuelve más humana. Hoy, al mirar a quienes enfrentan barreras físicas o sociales, debemos recordar que la verdadera inclusión empieza con la disposición de cada uno de nosotros para entender, adaptarnos y acompañar. La mediación, como herramienta de resolución de conflictos, tiene un papel fundamental en este proceso de inclusión. Por ello, es esencial seguir apostando a la capacitación y formación continua de mediadores y otros profesionales, para que estemos preparados para abordar los desafíos que se presenten en nuestra sociedad. (*) Jefa de Área Mediación – Dirección de Jurisdicción Mediación–Ministerio de Justicia y Trabajo – Gobierno de la ProvIncia de Córdoba

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