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» Diario Cordoba
Fecha: 06/03/2025 13:03
Un joven ucraniano de 24 años, desplazado en València por la guerra en su país y que vive en la calle, ha sido condenado a pagar 232 euros por una jueza de València por haber intentado hurtar un zumo de naranja pequeño y dos paquetes de fideos chinos preparados, del tipo ramen industrial, cuyo coste de precio de venta al público en el supermercado del que se lo llevó es de 10.75 euros. En total, le obliga a pagar casi 22 veces el precio de lo hurtado, que ni siquiera llegó a ingerir y que le fue devuelto inmediatamente al supermercado, cuyos responsables eligieron ponerlo de nuevo en el estante a la venta "porque no sufrió deterioro", de manera que la tienda ni siquiera reclamaba en el proceso judicial. Los hechos se produjeron en un supermercado ubicado en el número 160 de la calle Sagunto de València, cuando un vigilante de la misma cadena le siguió desde la tienda de la calle Málaga de la misma cadena, donde ya le había parado y constatado que llevaba una barra de pan y que sí la había pagado No obstante, como dijo en el juicio a preguntas de la Fiscalía, decidió salir del local de la calle Málaga y seguirle hasta el de la calle Sagunto "porque es conocido por robar". Cuando el joven, que no habla castellano porque lleva apenas unos meses en España (antes pasó por Suiza y Polonia), salía de la tienda, el vigilante lo paró y le preguntó que si había comprado algo. Después le pidió que abriese la mochila y dentro había una botella de 250 mililitros de zumo de naranja natural y dos botes de fideos asiáticos preparados de tipo yakisoba, de la marca blanca del supermercado. En total, 10,75 euros. El juicio, a las 20.35 horas El vigilante llamó a la Policía Nacional, que envió un coche patrulla, cuya dotación detuvo al joven, ya que aunque la cuantía que intentó sustraer no alcanza el mínimo para llegar a delito grave, carece de domicilio conocido. Eran las 12.40 del 24 de febrero. La Policía, atendiendo al mandato legal que estipula que las personas privadas de libertad lo deben ser durante el tiempo mínimo imprescindible mientras se cumplimenta el atestado que se entregará al juez, finalizó las escasas gestiones que requería el caso y envió al investigado, Marko H., a primera hora de la tarde a los calabozos de la Ciudad de la Justicia, donde quedó a disposición del juez de guardia de detenidos, función que ese día desempeñaba la titular del Juzgado de Instrucción 17 de València. La magistrada, dado que era un delito leve de hurto por la cuantía intentada sustraer, fijó juicio para esa tarde, aunque la vista oral no comenzó hasta las 20.35 horas. Marko H., que se había llevado un zumo y dos yakisoba para comer, permaneció en el calabozo todo ese tiempo. Y esposado, después, durante la media hora que duró la vista oral, a pesar de la petición de la defensa y de la presencia de dos policías nacionales en la sala. El acusado aceptó los hechos, pero la vista se celebró igualmente y, al finalizar, a las 21.05 horas, la magistrada dictó sentencia in voce, esto es, de viva voz y en presencia del acusado. La condena impuesta es una multa de 8 euros diarios durante 29 días (el tiempo máximo que establece la ley para este tipo de delito leve), en total, 232 euros que, obviamente, aún no ha satisfecho dada su falta absoluta de recursos. Más de dos horas en el calabozo Aún así, el reo fue devuelto de nuevo a los calabozos de la Ciudad de la Justicia, donde tuvo que esperar más de dos horas hasta que la jueza redactó en papel la sentencia y sus funcionarios se la notificaron en manos. Eran las 23.15 horas, así que llevaba más de 12 horas privado de libertad por un hurto de menos de 11 euros. Ahora, su abogado defensor, el letrado Jorge Carbó, que le asisitió de oficio, ha recurrido ante la misma jueza reiterando la libre absolución, ya que, a su juicio, se trata de un hurto famélico que ni siquiera le sirvió a Marko para comer, porque fue detenido antes, o que, si no lo aprecia, al menos rebaje la multa a una cifra más proporcionada con lo sucedido: 15 días a dos euros, es decir, 30 euros. De momento, aún no hay respuesta.
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