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» Comercio y Justicia
Fecha: 06/03/2025 02:38
Por Luz Saint Phat / [email protected] Las personas jóvenes nacidas entre 1997 y 2010 son nativos digitales. Aun así, los avances tecnológicos y el cambio del mercado de trabajo plantean desafíos significativos para esta población. Tres claves para tener en cuenta La “generación Z”, conocida también como “generación de cristal”, plantea fuertes interrogantes al mercado laboral. Actualmente, las personas que nacieron entre 1997 y 2010 se encuentran ingresando (o por ingresar) a un mundo de trabajo totalmente transformado en relación a generaciones anteriores y donde Internet, Inteligencia Artificial (IA) y robots humanoides son apenas un adelanto de lo que puede venir en materia tecnológica durante los próximos años. Es por esto que académicos y organizaciones de todo el mundo se cuestionan sobre cómot mejorar la inserción laboral de estas personas, quienes son el futuro del aparato productivo mundial. En relación a estos interrogantes, el Foro Mundial Económico (también conocido como Foro de Davos), precisó recientemente en un artículo publicado en su sitio web algunas claves significativas. La nota en cuestión se encuentra disponible online y se titula “3 formas de garantizar que el futuro del trabajo esté al alcance de la Generación Z”, con la autoría de Omar Bawa, Co-Chief ejecutivo de Goodwall. En este documento, cuyo contenido fue parte de la última Reunión Anual del Foro Económico Mundial, se recuperan opiniones de diferentes ejecutivos globales. “Con la entrada de más de mil millones de jóvenes a la fuerza laboral para el año 2030, tenemos una oportunidad sin precedentes para repensar cómo conectamos el talento con las oportunidades”, explicó el especialista y detalló un conjunto de recomendaciones para mejorar el reclutamiento, formación y desempeño de los más jóvenes en el trabajo. Selección Para el referente de Goodwall, el primer punto a considerar es la adaptación de los criterios de evaluación del talento humano. Al respecto, destacó que es necesario reorganizar el sistema de postulaciones, advirtiendo que los procesos que se utilizan en la actualidad pueden tener sesgos y desventajas. “Hoy en día, los sistemas automatizados de seguimiento de candidatos basados en currículums limitan el análisis a tres criterios: experiencia laboral, formación y contactos. Esto deja en desventaja a muchos jóvenes que buscan empleo”, aseguró Bawa. “Para empezar, se enfrentan a un callejón sin salida: necesitan experiencia para conseguir experiencia. Además, 63% de los jóvenes no tienen estudios superiores o no cuentan con el privilegio de tener una red de contactos profesionales sólida”, alertó. Por otro lado, el profesional explicó que “la pandemia también puso de manifiesto nuestra dependencia de criterios de contratación rígidos. Al mismo tiempo que los hospitales se enfrentaban a una escasez de enfermeros, en el sector de hotelería se producían despidos masivos. Ambos campos requieren habilidades como la empatía, la comunicación, la adaptabilidad y una mentalidad que priorice a las personas”. Por estas razones, el directivo recomienda un “enfoque basado en habilidades” para la selección y reclutamiento de personal “Las empresas deben pensar en cómo crear una fuerza laboral preparada para el futuro. Muchos de los trabajos de hoy no existirán mañana, y muchos de los trabajos de mañana aún no existen. Al priorizar la contratación a partir de habilidades, los empleadores pueden preparar a su fuerza laboral para el futuro”, dijo el ejecutivo. En este sentido, destacó la iniciativa Reskilling Revolution del Foro Minimalismo Económico y la puesta en marcha de la Alianza para las Habilidades del Futuro, la cual busca motivar a los empleadores para que valoren sus recursos en función de las habilidades y el potencial. “Accenture es un buen ejemplo de cómo las empresas pueden adoptar con éxito un enfoque de contratación basado en habilidades. La compañía ha eliminado requisitos de titulación para 50% de los puestos, contratando a 1200 aprendices desde 2016 (el 80% sin un título de cuatro años) y logrando fuertes tasas de retención”, ejemplificó.. “Al invertir en programas de desarrollo de habilidades, las empresas pueden crear la cartera de talentos que necesitan”, aseguró. Trabajo remoto Por otro lado, Bawa ponderó las posibilidades que ofrece el trabajo remoto, ya que permite expandir las “fronteras” de contratación, accediendo a mercados de trabajo no situados territorialmente y con un abanico más interesante de perfiles. “Muchos empleadores se enfrentan a una creciente escasez de talento. Empresas de todo el mundo informan de dificultades para cubrir puestos. La fuerza laboral de la OCDE también está envejeciendo. Por cada 100 trabajadores, hay 44 personas de 50 años o más que están inactivas o jubiladas, y se espera que esta cifra aumente a 56 para 2050, lo que creará una presión cada vez mayor en el mercado laboral”, explicó el directivo, advirtiendo de que “si esta situación no se aborda, la escasez mundial de talento humano podría provocar que las empresas dejen de obtener 8,5 billones de dólares en ingresos”. Sin embargo, admitió, las cifras indican que lejos de las grandes ciudades europeas o de Estados Unidos, existe un “creciente excedente de jóvenes talentos”, residentes en países de África, Asia y las Américas. En referencia a este punto, el ejecutivo de Goodwall precisó que “esto presenta una oportunidad única para nivelar el campo de juego. El teletrabajo permite a los empleadores acceder a talentos sin explotar y crear equipos inclusivos y globalmente diversos”. Y a modo de ejemplo, comentó que “durante la pandemia, más de 35% de los trabajadores estadounidenses adoptaron prácticas de teletrabajo, lo que demuestra que los equipos virtuales pueden tener éxito”. Inteligencia artificial Finalmente, un ítem aparte en el análisis de Bawa lo constituye el avance de la la IA y la necesidad de achicar la brecha de conocimientos sobre el mundo digital. “Se espera que el cambio tecnológico, incluida la IA, cree casi 70 millones de nuevos puestos de trabajo para 2027. ¿El desafío? Mientras que una encuesta realizada a padres e hijos estadounidenses muestra que 58% de los jóvenes ha utilizado ChatGPT, solo 24% de África está en línea. La IA tiene el potencial de ser un gran ecualizador, pero solo si todos tienen acceso a ella”, enfatizó. Como recomendación y urgencia, el ejecutivo planteó que es necesario conectar a 2600 millones de personas a Internet, destacando las iniciativas que, como Giga Global, tienen como objetivo conectar todas las escuelas del mundo para 2030. También debemos impulsar la alfabetización en IA para adelantarnos a la brecha de habilidades. “Esto significa desmitificar la IA y entusiasmar a la próxima generación con su potencial, especialmente a aquellos que corren el riesgo de quedarse atrás”, observó. Además, en el mismo texto del Foro Económico Mundial, Bawa comentó una propuesta de Goodwall junto a Microsoft, la cual utiliza el aprendizaje experimental para que jóvenes de todo el mundo puedan aprovechar la IA e impulsar su creatividad y autoexpresión. “Esto los posicionará para el éxito en la fuerza laboral preparada para el futuro”, subrayó el artículo. SALUD MENTAL La ansiedad ¿un mal tecnológico? En línea con la preocupación sobre el bienestar y el impacto productivo de la población más joven en todo el mundo, otro artículo del Foro Económico Mundial refiere al problema de la ansiedad y la depresión, problemáticas que parecen haber tomado un estatus de importancia en los últimos años. En el texto en cuestión, titulado “Cómo volver a hacer feliz a la generación ansiosa”, de la autoría de Stephanie Thomson, se precisa que aproximadamente desde el año 2022, los jóvenes “han reportado crecientes niveles de depresión y ansiedad. En relación a este tema, el artículo retoma algunas observaciones realizadas por Jonathan Haidt, profesor de Liderazgo Ético en la Universidad de Nueva York, quien considera que un enfoque sobre el uso de la tecnología es una herramienta posible. “Los académicos que investigan el bienestar han coincidido durante mucho tiempo casi de manera unánime en algo: a lo largo de la vida típica, la felicidad tiende a seguir una curva en forma de U, alcanzando su punto máximo a los 30 años, cayendo drásticamente a los 50, para luego repuntar nuevamente después de los 70. Es un patrón replicado usando datos que datan de los años 70 en casi 150 países”, explicó el artículo del Foro de Davos, al tiempo que advirtió que esta curva se está modificando en los últimos años. “En Estados Unidos, por ejemplo, las tasas reportadas de ansiedad entre los jóvenes han aumentado de manera explosiva. También lo han hecho las visitas a salas de emergencia por autolesiones. Tendencias similares se observan en lugares como otros países de habla inglesa y los países nórdicos”, precisó el texto, retomando lo expuesto por Haidt durante uno de los paneles de la última edición de la reunión en Davos. Al esbozar una respuesta a este fenómeno emergente, el especialista indicó que se debe a que “hemos sobreprotegido a los niños en el mundo real y los hemos dejado desprotegidos en línea”. Mientras, el académico también ensayó una posible solución. “Podemos dar la vuelta a esto con cuatro nuevas normas”, dijo. En primer lugar, el especialista sugirió no dar un teléfono inteligente de uso personal a los menores hasta que tengan 14 años. Mientras, también recomendó que no usen redes sociales hasta, al menos, los 16 años. Esto debería, en tanto, extenderse hasta las escuelas, como espacios libres de smartphones y, en cuarto lugar, el profesional indicó la necesidad de cultivar la autonomía de adolescentes y jóvenes en el mundo real. “En última instancia, nuestra misión es restaurar la infancia: el tipo de infancia maravillosa, divertida, emocionante que todos tuvimos, que estaba llena de conflictos, fracasos, exploración, aventura, tomar riesgos, emociones intensas y todas esas emociones que experimentaste no con tus padres, sino cuando estabas afuera, lejos de tu lugar seguro en casa”, aseguró el expositor durante su discurso en Davos. OIT Promueven un enfoque tecnológico centrado en el ser humano El Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert F. Houngbo, realizó recientemente un llamado a adoptar un enfoque de la IA centrado en el ser humano, que mejore la productividad en el lugar de trabajo y el bienestar de los trabajadores. Esto sucedió en la Cumbre de Acción sobre IA que se realizó en París el pasado 10 de febrero, según precisó un comunicado de la entidad. Basándose en datos de la OIT, el Director General señaló que la IA puede tener un impacto positivo neto sobre el empleo. “Mientras se pierden empleos, pueden crearse muchos nuevos. Esperamos que la diferencia entre los empleos destruidos y los creados se decante a favor de estos últimos”, explicó. El desafío, dijo Houngbo a los asistentes a la cumbre, reside en la calidad de los nuevos empleos que la IA ayudará a crear, y en el impacto sobre las desigualdades existentes en el mercado laboral. En esta línea, llamó especialmente la atención sobre el hecho de que las mujeres tienen más probabilidades de verse afectadas por la automatización que los hombres, lo que supone un riesgo de aumento de la brecha salarial entre hombres y mujeres. Houngbo instó a los asistentes a prestar más atención a la calidad del empleo creado por la IA, para garantizar que los puestos de trabajo en el sector de la IA sean decentes y seguros. Además, hizo hincapié en la necesidad de invertir significativamente en el desarrollo de competencias a medida que beneficien a la mano de obra mundial y eviten disparidades en el rápido avance de la IA en la configuración del futuro del trabajo. “Tenemos que garantizar que la IA beneficie a todos, a través de mayores inversiones en la mejora y el reciclaje de las cualificaciones, incluso por parte del sector público, para garantizar que podamos superar la brecha digital”, recomendó. También abogó por un mayor diálogo social. “Sólo a través del diálogo social pueden los trabajadores, los empleadores y los gobiernos unirse para abordar las complejas cuestiones que rodean a la IA y el empleo y garantizar que todo trabajo sea trabajo decente”, indicó.
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