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» Diario Cordoba
Fecha: 06/03/2025 02:20
El juicio contra Carlos González, Jesús León y la esposa de este que se celebra en la Audiencia Provincial de Córdoba quedó este miércoles visto para sentencia tras una sesión exprés en la que declararon peritos solicitados por las defensas, agentes de la Guardia Civil que realizaron el informe de investigación que adelantó este periódico en su momento y declaraciones a preguntas de sus defensas de los propios Carlos González y Jesús León, además de su mujer. Ataques al informe de la Guardia Civil Uno de los momentos destacados se vivió con la declaración de los dos agentes de la Benemérita, que remarcaron que no se pudo acreditar factura alguna que se acompasara con las certificaciones de obra de la casa particular de Carlos González, salvo la primera, que sí fue abonada por el que era entonces presidente y máximo accionista del Córdoba CF. El juicio contra Carlos González, Jesús León y su esposa quedó visto para sentencia. / CHENCHO MARTÍNEZ El argumento de la Guardia Civil y de la Fiscalía es que la operación de la Ciudad Deportiva del Parque del Canal "era ficticia". Por su parte, las defensas se encargaron de desmontar esa teoría, para lo cual llamaron al arquitecto de la misma, que recordó que estuvo en la presentación del proyecto que se realizó en El Arcángel. El propio Carlos González indicó en su comparecencia que esa Ciudad Deportiva «era un proyecto de ciudad y a esa presentación con maqueta acudieron el alcalde, José Antonio Nieto, todo el gobierno municipal, concejales de la oposición, los directores de medios de comunicación, periodistas, etcétera». El propio arquitecto, Francisco José Povo Maeso, explicó que «se pidieron permisos al Ayuntamiento, a la Confederación Hidrográfica, a las suministradoras de agua, etcétera, un total de 10 u 11 autorizaciones» para presentar la petición de permiso de obras al propio Ayuntamiento. ¿Operación real o ficticia? Una de las claves para intentar desmontar el argumento de que el dinero salió del Córdoba CF en dirección a Grucal para abonar la reconstrucción de la casa de Carlos González estaba en las cuentas de la propia firma constructora, ahora liquidada tras un concurso de acreedores. En ese proceso consta, según quedó acreditado en sala, que el abono de la casa por parte de González quedó pendiente y que ese dinero nunca lo ingresó Grucal. Jesús León, a su llegada a la Ciudad de la Justicia, junto a sus abogados. / CHENCHO MARTÍNEZ Jesús Borjabad, administrador concursal de Grucal, manifestó que el Córdoba CF no se personó en el concurso de la constructora para pedir la devolución de un dinero teóricamente suyo. Estepa, como administrador judicial y concursal cordobesista manifestó durante el juicio que no se personó porque «estaba interpuesta la querella» a la entidad blanquiverde y chocaba con su estrategia judicial, y así lo recordó en sus alegaciones finales la defensa de Carlos González. Además, los agentes de la Guardia Civil admitieron en sala que no comprobaron las cuentas de Grucal. La defensa de González también atacó el informe de la Benemérita, por lo tanto, ya que en él se habla de «simulación» cuando se habla de la Ciudad Deportiva. «Se engaña entonces -dijo el abogado de González- al alcalde, al Ayuntamiento, a los jugadores, a sus familias y a toda la ciudad», recordando que el arquitecto compareció afirmando que el proyecto estaba realizado y que no se hizo por el cambio del gobierno municipal, ya que la nueva alcaldesa de aquel momento revocó el acuerdo. Declaración de Carlos González Otro de los momentos álgidos de la mañana lo protagonizó Carlos González, que en su declaración sólo contestó preguntas de su abogado. «El administrador concursal del Córdoba CF no me puso como deudor y a mí nadie me ha requerido el abono de dinero por mi casa», comenzó manifestando el que fuera presidente y máximo accionista de la entidad blanquiverde. Sobre su casa, reconoció que pagó «la primera certificación», pero posteriormente «tuvimos muchos problemas. Nos informaron de que no se les estaba pagando a los responsables de la obra y yo era responsable subsidiario, por lo que decidí paralizar los pagos» por la reconstrucción de su casa. A partir de ahí, «hubo reuniones de mis abogados con los de Grucal» y posteriormente, la administración concursal de Grucal «me mandó un burofax requiriéndome el pago del importe pendiente». Carlos González llega a la Ciudad de la Justicia acompañado de familiares. / CHENCHO MARTÍNEZ Además del argumento del burofax de Grucal requiriendo el abono de las obras de su casa, González también justificó en lo «innecesario» que era pagar su casa con dinero del club, ya que según él disponía de recursos de sobra para hacerlo de forma regulada. «El seguro de mi casa me indemnizó con 700.000 euros», comenzó desvelando, para posteriormente recordar que repartió dividendos en el Córdoba CF por valor de 1,5 millones de euros y podía haberlo hecho «por hasta nueve millones de euros. Pude haberme repartido tres», puso como ejemplo. Esa «muy buena gestión» en el Córdoba CF en palabras del propio Francisco Estepa quiso mostrarla Carlos González y su defensa como ejemplo para el caso que se juzgaba. «Cuando llegué al Córdoba CF había cero euros, ocho millones de deuda y 12 millones comprometidos», reiteró, y esos primeros tiempos en El Arcángel estuvieron sustentados «por mis compañías». Además, el tinerfeño recordó que «los anteriores gestores estaban declarados culpables en el proceso concursal y gracias a que pagamos el 100% del dinero a los acreedores, aquel asunto decayó». Finalmente, remarcó que al vender a León, en el club blanquiverde «dejamos 2,5 millones de euros y ninguna deuda, con un patrimonio neto de 20 millones de euros», un dato apuntalado por uno de los peritos de su defensa: «El activo total del Córdoba CF en el 2011 era de cuatro millones y en el 2016 era de 36 millones, mientras que las pérdidas del club eran de 10 millones en el período 2007-2011 y solo en el último ejercicio de Carlos González hubo unos beneficios de 2,4 millones de euros». Los mensajes privados que en su momento intercambiaron Jesús León y su mujer y que se incluían en el informe de la Guardia Civil tuvieron también su apartado especial en la sesión. Isabel Madueño, visiblemente afectada, levantó la voz al responder a su abogado que la preocupación expresada por las consecuencias que podía tener la actuación del montoreño en el club «era un sueño». Con voz temblorosa, la mujer de León intentaba así reafirmar lo expresado por una psiquiatra que también testificó que sufre «un trastorno de ansiedad generalizada que se mantiene en el tiempo y en momentos de máximo estrés sufre una descompensación», además de otro trastorno que la obliga a vivir «siempre con miedo de que le van a ocurrir contrariedades». En base a esto, León no dudó en su declaración final en cargar contra la prensa o, más bien, sobre «determinada prensa que realiza mala praxis» y lo que él denominó «vandalismo mediático» por el «acoso y derribo que he sufrido yo y mi familia» a causa de «una inquina personal», aseguró el montoreño. Jesús León también aseguró que la obra de la casa que fue de Carlos González sigue pendiente de abono. Cuando su defensa le preguntó si hubiera aceptado la propuesta de ingresar dinero del club a cambio de realizar la obra de la casa, el montoreño afirmó: «Dudo que Carlos González me lo pidiera, pero yo no hubiera aceptado». En general, las defensas de Carlos González y Jesús León adujeron la prescripción del presunto delito como base para la petición de su absolución, más allá de insistir en desmontar las teorías de la Guardia Civil y de la Fiscalía. El Ministerio Público, además, elevó la petición de penas por el delito de administración desleal hasta los cuatro años de prisión. Tras los alegatos finales de unos y otros, el juicio quedó visto para sentencia. Suscríbete para seguir leyendo
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