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Chajari » actualidadadiario
Fecha: 06/03/2025 00:48
Productores de yerba mate en Misiones realizaron un tractorazo en contra de la desregulación del sector y exigen un precio justo por la hoja verde. El conflicto amenaza con escalar Desde hace semanas, los productores de yerba mate en Misiones mantienen una protesta masiva para exigir un precio justo por la hoja verde. Con cortes parciales en rutas y una concentración de tractores en San José, los yerbateros denuncian que, tras la desregulación del mercado impuesta por el Decreto 70/23 del presidente Javier Milei, el precio de la materia prima cayó drásticamente, poniendo en riesgo a miles de familias productoras. Hasta diciembre de 2023, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) fijaba dos veces al año los precios mínimos de la hoja verde y la yerba canchada. Sin embargo, con la eliminación de esta facultad, los productores quedaron librados a las leyes del mercado, donde unas pocas empresas compradoras fijan los valores sin regulación. Los productores exigen que la industria pague al menos $420 por kilo de hoja verde, ya que el precio actual oscila entre $180 y $220, lo que no cubre los costos de producción. Es evidente que -sin una regulación- el futuro de los yerbateros es oscuro, por eso denuncian que se está repitiendo la crisis del 2001, cuando un histórico tractorazo logró la creación del INYM. Una protesta que crece y pone en jaque al gobierno provincial Las movilizaciones se intensifican en puntos clave de la provincia como San Vicente, Andresito, San Pedro, Jardín América y Puerto Iguazú. Una concentración activa en San José, a 50 kilómetros de Posadas, reúne a cientos de productores con más de 70 tractores y recuerda el histórico reclamo de hace más de dos décadas. El fin de semana, los productores también tomaron los accesos a Iguazú, uno de los principales puntos turísticos de la provincia. Si bien no realizaron cortes totales, los manifestantes repartieron folletería informativa a los automovilistas para concienciar sobre su situación, donde advertían que “es la única manera de hacernos ver y entre todos encontrar la solución para la familia productora. Christian Klingbeil, productor yerbatero, aseguró que “esto empezó y no se sabe ni cómo va a terminar, ni cuándo, ni dónde. La calentura es muy grande, se pasó un año muy malo. El productor no está dispuesto a pasar otro año más de esa manera”. En paralelo, en El Dorado y Aristóbulo del Valle, otro grupo de productores bloqueó el tránsito de camiones con yerba en los secaderos, impidiendo que las grandes empresas se abastezcan de materia prima sin respetar los precios que reclaman los pequeños productores. Según Klingbeil, “se cosecharon 1.000 millones de kilos de hoja verde y prácticamente a nosotros nos comieron 200 pesos por kilo. Nos quitaron 200 mil millones de pesos en un solo año y nos preocuparía mucho si se vuelve a repetir este año, porque sería el quiebre de la familia yerbatera y de todos los que trabajan de manera indirecta también a esta actividad. En la provincia se siente la falta de esa plata, se siente que la yerba no tuvo un precio justo el año pasado. Por eso el productor le declaró la guerra a la injusticia y esta protesta puede terminar en el obelisco o frente a la Casa Rosada”. Ahora, los productores exigen un valor mínimo de $420 por kilo de hoja verde, más del doble de lo que actualmente paga la industria. La crisis actual se debe, en parte, a la sobreproducción de yerba desde 2020, cuando el precio alcanzó niveles históricos y atrajo nuevas inversiones. Hoy, el exceso de materia prima y la falta de regulación desplomaron los valores, generando pérdidas para los pequeños productores. El gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, mantuvo reuniones con productores, pero hasta ahora no dio respuestas concretas. En un reciente comunicado en su cuenta de X, admitió que “el libre mercado no funcionará en el sector yerbatero”, aunque sugirió que la regulación no volverá bajo la actual gestión de Milei. Esta declaración generó un fuerte malestar entre los productores, quienes esperaban una postura más firme por parte del gobierno provincial en la defensa del precio justo de la hoja verde. Por su parte, el ministro del Agro, Facundo López Sartori, también utilizó su cuenta de X para manifestar que se están evaluando alternativas para asistir al sector productivo, aunque evitó referirse a la posibilidad de reinstaurar la regulación del INYM. En su mensaje, afirmó que “hay que encontrar soluciones dentro del nuevo esquema económico del país”, lo que dejó entrever que la provincia no tomará medidas para presionar al gobierno nacional en favor de los productores. Además, se estima que si el conflicto se prolonga, la falta de rentabilidad de los productores generará un impacto negativo en la cadena de producción, lo que podría derivar en desabastecimiento y aumento del precio de la yerba mate para los consumidores finales. En este contexto, los productores advierten que si no hay una solución en las próximas semanas, las protestas se intensificarán y podrían extenderse a otras provincias productoras, como Corrientes. Futuro incierto para el sector yerbatero La crisis no solo afecta a los productores, sino también a más de 18.000 trabajadores de la cadena yerbatera. Con precios de la hoja verde en caída y muchos productores sin cosechar por falta de rentabilidad, el panorama no es alentador. Además, los consumidores también podrían verse perjudicados con una posible escasez de yerba en las góndolas si es que en abril no se da inicio a la cosecha más fuerte del año. En el mercado interno, el precio del paquete de yerba tuvo algunos aumentos pero al mismo tiempo los productores reciben cada vez menos. A pesar de que el consumidor paga entre $ 4.000 y $ 6.000 por kilo de yerba en las góndolas, los productores denuncian que el precio que les pagan por la hoja verde representa apenas un 5 % de ese valor. En este sentido, Klingbeil explicó que “al productor no le alcanza para comprar fertilizante, siguen los aumentos de combustible y no hay manera de bajar costos. Por cada kilo de yerba que producimos y dejamos en el secadero nos quedan entre 30 y 40 y con eso tenemos que mantener la plantación, vivir, pagar impuestos, darle pelea a la sequía, a las plagas, a todo. Es imposible, es totalmente imposible vivir con esta realidad. Desde el Gobierno nacional -que se mantiene fiel a sus convicciones- no hay miras de intervenir en este conflicto, por eso las autoridades provinciales tendrán que buscar soluciones con mayor creatividad para evitar que se genere un conflicto de origen productivo y económico pero que sin dudas tendrá consecuencias sociales. Sin un ámbito de negociación, los productores especulan que podrían paralizar la producción y mantienen muy presente el recuerdo del tractorazo del 2001.
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