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  • “Debemos achicar la brecha entre los niños que tienen estimulación en el hogar y los que no”

    » Elterritorio

    Fecha: 05/03/2025 15:36

    En la vuelta a clases, la psicopedagoga Luján Medina enfatizó que para mejorar los problemas de aprendizaje que se presentan es necesario abordar los casos desde el nivel inicial miércoles 05 de marzo de 2025 | 7:00hs. En un momento del año en el que finalizan unas calurosas vacaciones y se inician las clases en la provincia de Misiones, la psicopedagoga Luján Medina se hizo un tiempo para reflexionar y analizar sobre esta etapa en la que las expectativas por lo que se viene están a flor de piel. Con una amplia trayectoria de 25 años en su profesión, la protagonista de esta Charlas con El Territorio realizó un repaso de sus primeras experiencias como psicopedagoga, los desafíos a los que se deben enfrentar dentro de las escuelas, puso énfasis en abordar los problemas de aprendizaje desde el nivel inicial, valoró el trabajo interdisciplinario y remarcó que la psicopedagogía es una disciplina con la que se podría abordar muchas áreas en las que todavía no se los valora. ¿Por qué elegiste ser psicopedagoga? Primero me fui a estudiar psicología a la ciudad de La Plata, pero como yo era una chica muy ‘del hogar’, me asusté de estar tan lejos, con gente muy desconocida que tenía una vida totalmente distinta a la mía. Era una realidad distinta para la que no estaba preparada y me volví. En esa búsqueda de algo que se asemeje a la psicología, pero acá en Posadas, después de dos años me incliné por la psicopedagogía. ¿Y era lo que estabas buscando? Una vez en la carrera la amé, porque es la conjunción de las dos ciencias. Desde mi punto de vista, el campo de actuación del psicopedagogo es mucho más amplio. Porque cuando hablamos de aprendizaje no hablamos solamente desde lo cognitivo, sino de un montón de situaciones cotidianas a las que se enfrenta el individuo. De acuerdo a la matriz que trae consigo cada persona se va a apropiar de esa realidad de una manera diferente al otro. Entonces el aprendizaje está relacionado con lo vincular, con el dinero, con la sexualidad, con las emociones. Por eso digo que la psicopedagogía tiene un campo más extenso y eso es lo que me apasiona. Trabajé en un montón de lugares en los cuales siempre me puse metas y me preparé para conseguir lo que quería lograr hacer. ¿Cómo fue ese proceso de empezar a trabajar de lo que estudiaste? En un principio me aboqué más a lo clínico, hacía consultorio. Me fui fortaleciendo más en eso. Igual me encanta lo institucional. En las instituciones te encontrás con un cúmulo de personalidades y te enfrentás con un montón de barreras. Pero siento que si hubiese comenzado en instituciones apenas me recibí me iban a faltar un montón de instrumentos y conocimientos, porque estando en una escuela a veces se torna complicado trabajar con otros que por ahí no tienen la apertura para entender lo que vos estás queriendo hacer, lo que le estás sugiriendo hacer. Cuando uno estudia la carrera no te preparan para eso. Te encontrás con un montón de cuestiones, de lineamientos. Sabemos que una institución también es un reflejo de cómo es el equipo directivo. Según sus expectativas será cómo se trabaja en la institución. Uno tiene que tener mucha personalidad, saber marcar los límites, saber trabajar con el otro, respetar lo que el otro sabe. La mayor complicación con la que me encontré fue que el docente en lugar de vernos como un par, como que el trabajo es paralelo, sentía que nosotros estamos evaluando su tarea. En realidad lo que estamos haciendo es buscar herramientas para poder ayudar a ese niño que presenta problemas de aprendizaje, pero no se lo tomaban de esa manera. ¿Los ven más como una amenaza que como una ayuda? Yo creo que eso es por desinformación. El año pasado hubo reuniones que organizaron los supervisores junto con el GPI (Gabinete Psicopedagógico Interdisciplinario) para dialogar acerca de las incumbencias de los equipos de orientación. Cuando hablamos de equipos de orientación nos referimos no sólo a los psicopedagogos sino también a los psicólogos, los trabajadores sociales y docentes de educación especial. Creo que cambió un poco el panorama, que se mejoró y eso tiene que ver con la cuestión de ir conociéndose, que los docentes conozcan cómo trabajan los equipos de orientación en las escuelas. Antes sí percibía más rechazo, pero creo que cambió porque ahora hay más información. Pero no siempre es bien vista la presencia del psicopedagogo cuando se ingresa a una clase. Se sigue manteniendo, pero no con la misma magnitud que antes. Ahora se conoce más cuál es nuestra función en una institución educativa. Y en cuanto a este trabajo interdisciplinario, ¿cómo ves que se está trabajando a nivel provincial? Me parece que necesitamos que se completen los equipos. En la mayoría de las escuelas sólo tienen psicopedagogos. Eso lo vimos el año pasado en las reuniones con el GPI. Hace mucha falta que se completen todos los actores del equipo de orientación porque cada profesional cumple un rol que no lo puede hacer el otro. En muchas escuelas está solo el psicopedagogo luchando contra el mundo. El trabajador social es fundamental en las escuelas, porque cuando un niño no está asistiendo no puede ir a buscarlo un docente o un directivo, esa es una incumbencia específica del trabajador social y es sumamente importante. Lo mismo pasa con los maestros especiales, tienen un conocimiento diferente al docente común porque se prepararon para eso. Hay muchas escuelas que no tienen ni psicopedagogos y las que tienen no cuentan con el equipo de orientación completo. ¿Con qué panorama se encuentran cuando se inicia un nuevo ciclo lectivo? Generalmente son las mismas problemáticas porque muchos niños no tienen el acompañamiento de la familia. Es comenzar de nuevo, retomar hábitos de estudio, de organización, de trabajar para que puedan estar en las clases, de las carpetas, de la cotidianeidad. Las vacaciones para ellos son para desconectarse totalmente y después cuando vuelven a clases nos encontramos con que tenemos que volver a comenzar prácticamente de cero con aprendizajes que no se profundizaron. Durante las vacaciones los padres pueden profundizar las rutinas de organización, que no se acuesten a cualquier hora aunque estén de vacaciones, que se alimenten sanamente. Esa es una dificultad que se presenta cada vez que se retoma un ciclo lectivo. Y en cuanto al aprendizaje, ¿cómo se puede mejorar el problema de la comprensión lectora de los niños? Estuve leyendo sobre un sistema que están implementando en el nivel inicial en Entre Ríos. Hablan de porcentajes, de niños que tienen y no tienen estimulación. Una gran cantidad de niños no tiene aproximación a conocimientos de lectoescritura en sus hogares. Entonces, para paliar esto, los niveles iniciales tienen que trabajar con esto de la conciencia fonológica, eso es algo que no se hace. Por eso nosotros debemos achicar esta brecha que existe entre los niños que tienen estimulación en el hogar y los niños que no. En esto va de la mano la lectura y la comprensión lectora. Si se trabaja fuertemente en el nivel inicial esto puede cambiar. Si un papá o una mamá nunca le lee un cuento a su hijo, si no le presenta imágenes, el niño no desarrolla su imaginación. Si se detectan casos de este tipo en el nivel inicial se puede hacer una intervención en ese niño, abordar casos de dislexia. Conozco casos de personas que de niños nunca fueron diagnosticados. Que fracasaron en la educación superior y después se encuentran de que son personas con dislexia. Hay chicos que pasan desapercibidos pero que viven con angustia esta situación de no saber leer y escribir. De repente van a la facultad y fracasan, por eso creo que este plan que están implementando en la provincia de Entre Ríos es fundamental. La clave está en el nivel inicial para que este tipo de dificultades se vayan trabajando en la educación primaria. ¿Se ven muchos niños con problemas emocionales? En el 80% de los casos nos encontramos con niños que sufrieron algún tipo de abandono. Que no tienen el acompañamiento de las familias. Los padres no se hacen cargo de acompañarlos a la escuela, de acercarse a la institución. Todo eso es emocional, el niño se siente desvalido al llegar a la escuela sin el acompañamiento apropiado. Nos encontramos con un gran porcentaje de padres analfabetos que no terminaron la educación primaria. Esos son padres que sufrieron el abandono de niños y lo vuelven a repetir con sus hijos. Son chicos que tienen problemas emocionales porque no hay un otro que lo construya, que les enseñe el mundo. Son niños que van a la escuela y los papás no tienen ni idea de lo que están haciendo porque no se acercan, porque no se interesan. Ante esta problemática es importante trabajar en la prevención del suicidio… Sí, porque justamente los fracasos que se van dando en la etapa de aprendizaje provocan angustia, introversión, sentir que la culpa está en sí mismo. Los adolescentes que llegan a esa situación límite es, muchas veces, por la ausencia del acompañamiento de las familias. Esas personas no tienen un espacio en donde ser escuchados. No saben cómo resolver y no encuentran otra solución más que quitarse la vida ¿Qué rol juega en todo esto la era de la tecnología, el consumismo y la inmediatez? Y los niños ven cómo actúan los adultos. Estamos siempre detrás de algo, hay un inconformismo cotidiano, nada nos viene bien. Si hace calor es porque hace mucho calor, si hace frío es porque hace frío. Nada nos gusta y eso se transmite. Nosotros como padres somos espejos de ellos. No toleramos una frustración, lo queremos todo y lo queremos ya y esto se traduce en la relación con los niños. Hay una falta total de tolerancia con el otro. Se perdió el disfrute de las pequeñas cosas. Si yo como adulto no disfruto no le enseño a mi hijo a disfrutar. Si no sé esperar y no sé frustrarme mi hijo tampoco va a saber hacerlo. Esto es algo muy subjetivo, es lo que yo pienso y lo que vivo día a día. Tengo muy buena relación con los padres de mis pacientes porque trato de mostrarles y enseñarles este tipo de cosas. Hay un montón de cosas que no sabemos afrontar porque no nos enseñaron a frustrarnos. Hay objetivos a los que vamos a llegar y otros no. Hay que tener paciencia, hacer un trabajo progresivo. Y ante todo este panorama, ¿cómo influye el trabajo de un psicopedagogo? Es fundamental. Creo que nuestra presencia en las escuelas, consultorios, empresas es clave para que los individuos se acerquen al aprendizaje de cómo enfrentar el día a día, nuestra función es enorme. Y también creo que así como es fundamental tampoco es valorada. No se valora la presencia del psicopedagogo que puede aportar un montón en comunidades de base como por ejemplo los Caps. No se está valorando todo lo que podemos dar como profesionales. A mí me tocó trabajar un año en un asilo de ancianos y fue una experiencia muy enriquecedora por todo lo que aprendí. Hice capacitaciones con los trabajadores del asilo. Hay miles de cosas que podemos hacer, un montón de rubros en los que podemos estar y no se nos valora. Es más, creo que son hasta los propios colegas los que se limitan sólo al ámbito educativo y no es así. Podemos abarcar un montón de lugares que hacen a lo cotidiano, a la emociones, al diálogo, y no lo hacemos. Perfil Luján Medina Psicopedagoga Nacida en Posadas, Misiones Psicopedagoga hace 25 años. Recibida en el Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya. Especialización en Educación sexual integral. Evaluación neurocognitiva y actualmente estudiando un master en Neuropedagogía. Integra los equipos de orientación en las siguientes instituciones de la provincia: Escuela provincial N° 266, Escuela N° 205 y Escuela N° 893 y en el Centro Especial N° 2.

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