Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Newell's: el bloque defensivo que ideó Fabbiani dio sus primeras señales positivas

    » La Capital

    Fecha: 05/03/2025 11:39

    La Lepra superó a Atlético Tucumán a partir del plan de juego del entrenador, en el que la prioridad absoluta es mantener el orden y defenderse bien Víctor Cuesta volvió a ser titular y otra vez le costó. En un error compartido, del que formó parte, llegó el empate del Decano. La intención de Cristian Fabbiani de conformar un equipo firme defensivamente, aparte de eficaz con el juego vertical, empezó a verse en la aliviadora victoria de Newell’s sobre Atlético Tucumán por 2 a 1 del lunes por la noche, en lo que fue un respiro enorme para este equipo que venía muy golpeado. La Lepra cumplió con el objetivo primario de armar una fortaleza desde la mitad de cancha hacia atrás, más allá de que persistieron ciertos errores que estuvieron cerca de privarlo de los tres puntos. Se hubiese lamentado si por desatenciones o fallas serias, el conjunto rojinegro dejaba escapar la victoria que tanto necesitaba y que le sirvió para frenar la racha de derrotas que traía: cuatro consecutivas y seis en siete fechas. Esa clase de errores que, por ejemplo, le costaron el empate parcial del Decano, por culpas compartidas pero en la que quedó más expuesto Víctor Cuesta. Y que también casi le significa el 2 a 2, de no ser porque el ingresado Cabrera, al que dejaron absolutamente solo dentro del área rojinegra, desaprovechó la ocasión y la mandó afuera de cabeza. Todo para corregir y todo reparable. Más con un triunfo que predispone al trabajo con un mejor ánimo, más aliviado, y no con la insoportable presión de acumular un resultado negativo tras otro. NOB2VB.jpeg El Ogro Fabbiani da indicaciones en un alto del partido en que el Newell's derrotó a Atlético Tucumán. Virginia Benedetto / La Capital Fabbiani subrayó la importancia del orden y Newell’s la tuvo en el estadio José Fierro. Se paró en la cancha para que Atlético Tucumán asumiera la iniciativa. No le importó que la posesión fuese del conjunto de Lucas Pusineri. A juntar líneas Agrupó las líneas en su propio campo y dejó que el rival avance. La debilidad ofensiva del Decano, con muy poco juego y repetitivo en los envíos por arriba, no le resta mérito al rendimiento rojinegro. >>Leer más: En Newell's regresó Mateo Silvetti y volvió la alegría El nutrido número de futbolistas que le opuso la Lepra fue difícil de penetrar para el Decano. La línea de cinco rojinegra estuvo bien ubicada, al igual que la pareja de los volantes centrales de David Sotelo y Ever Banega. El trío ofensivo de Cardozo, Juanchón García y Silvetti retrocedió bien y colaboró en defensa. El gol tempranero de Silvetti le dio la opción a Newell’s de desarrollar lo planificado con la tranquilidad de la ventaja y le trasladó la ansiedad al equipo tucumano, cuestionado por sus propios hinchas por un irregular comienzo de torneo. Juntos unos con otros, la Lepra cerró espacios en su campo y le fue impidiendo al Decano aproximarse. El tridente de la zaga no se movió de su zona y despejó cuanta pelota llegaba cerca de Keylor Navas. Salcedo, sin la necesidad de salir a cortar lejos de su sector, no falló. Cuesta rechazó de arriba. Lollo fue, quizás, el que no anduvo tan seguro de zaguero derecho, un puesto que da toda la impresión que le resulta contraproducente. Pero en el balance final, se complementaron bien. La actuación del lateral volante derecho Alejo Montero también aportó al trabajo defensivo. No tuvo problemas para cerrar la banda. Por el sector contrario, el carrilero Alejo Tabares, menos eficaz, tampoco fue superado con frecuencia. NOB3VB.jpeg Alejo Montero jugó de carrilero y tuvo posiblemente su mejor partido en Newell's. Virginia Benedetto / La Capital En tanto, Sotelo y Banega se repartieron el medio y entorpecieron la labor de los mediocampistas del Decano. Las primeras señales de la Lepra El equipo dio las primeras señales del bloque defensivo compacto que busca Fabbiani. Quedará por reducir la cantidad de errores, principalmente los no forzados. Como pasó con Barracas Central, que empezó perdiendo por un mal cierre y cobertura de Salcedo y Cuesta. O con Atlético Tucumán, cuando Banega y Sotelo perdieron una pelota en la salida y si no fuese por el mano a mano que tapó Navas a Ruiz Rodríguez hubiese sido gol. O lo que sucedió en ese mismo partido, aparte de la jugada del final que ya se describió, en esa pelota que Cardozo no controló cerca de su área, Cuesta erró el rechazo, nadie cubrió y Laméndola convirtió. Pero hubo más cuestiones positivas que negativas que explican el triunfo. Y pensando en más allá, quedó en claro que con esta propuesta se requiera efectividad ciento por ciento en las llegadas. Como Silvetti, que pateó al arco en dos ocasiones y ambas fueron gol. Es que sin tanta elaboración, es imprescindible aprovechar al máximo los ataques verticales y los huecos que dejan los rivales. Porque hoy, la premisa de la Lepra es no desordenarse en el fondo y así actúa en la cancha.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por