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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 05/03/2025 02:36
El centro de salud Itatí de la ciudad de Rosario fue víctima del robo de medicamentos por parte de un agente de seguridad del lugar (Google Maps) Un agente de seguridad privada fue detenido en la madrugada de ayer martes, acusado de sustraer medicamentos del Centro de Salud “Itatí”, ubicado en Garibaldi al 2500 de la ciudad de Rosario. La denuncia fue realizada por una vecina y corroborada por el supervisor de la empresa encargada del servicio de vigilancia. El hecho se produjo alrededor de la 1.50 de la madrugada, cuando efectivos policiales arribaron al establecimiento tras recibir un aviso sobre la presunta venta ilegal de insumos dentro del centro asistencial. Al llegar, encontraron a un grupo de personas congregadas en la puerta, entre ellas una mujer que aseguró que el guardia nocturno distribuía los medicamentos con fines de lucro y como prueba, la denunciante entregó a los agentes dos tabletas de diclofenac sódico de 50 mg. Pocos minutos después y según informó el portal Rosario3, llegó al lugar el supervisor de la empresa de seguridad privada a cargo del centro de salud, quien confirmó la acusación. Según su testimonio, el guardia de seguridad le había confesado que sustrajo alrededor de 20 tabletas de distintos medicamentos y se las entregó a un hombre para su comercialización. Sin embargo, al momento del operativo, ese individuo ya no se encontraba en el sitio. Ante la gravedad del hecho, los efectivos procedieron a la detención del acusado, identificado como M.C.B, de 34 años y domiciliado en Villa Gobernador Gálvez. Fue trasladado a la seccional 21ª, donde quedó a disposición de la Justicia. Las autoridades continúan con la investigación para determinar la posible existencia de otras personas involucradas en la maniobra. Además, se busca establecer si se trata de un hecho aislado o si hubo antecedentes de robo de insumos en el centro de salud. La Justicia podría imputarle el delito de hurto agravado, aunque aún resta definir la carátula final de la causa. Mientras tanto, el detenido permanece bajo custodia, a la espera de que la fiscalía defina los próximos pasos en la causa. El detenido comercializaba los medicamentos en la misma puerta del centro de salud (@MinSegSF) Y el último viernes, otro agente de seguridad fue protagonista de un hecho delictivo. En este caso, en la localidad bonaerense de General Rodríguez, en el cruce de la avenida Ricardo Balbín y la calle José Hernández, la policía halló el cuerpo sin vida de Raúl Ricardo Kapelinski, un jardinero de 31 años. Con el correr de las horas, el misterio alrededor de su muerte comenzó a desentramarse cuando R.P., un empleado de seguridad privada de 62 años, se entregó en la Comisaría 2° de la ciudad. Según dijo ante los oficiales, disparó creyendo que la víctima intentaba asaltarlo. El hecho ocurrió alrededor de las 6:30 de la mañana en el barrio Villa Vengochea. Las cámaras de seguridad municipales registraron parte de la secuencia, aunque las imágenes no resultaron del todo claras debido al paso de un vehículo cuyas luces dificultaron la visión completa de lo sucedido. En el video se vio cómo las dos motos chocaron. Lo que sucedió después es lo que la fiscalía intenta reconstruir con precisión: en un reporte inicial del municipio, se indicó que los conductores cayeron al asfalto tras la colisión y Kapelinski corrió unos metros antes de desplomarse, ya herido de muerte. Al llegar al lugar, los efectivos policiales constataron que el jardinero tenía impactos de bala en su cuerpo. Junto a él permanecía su moto y todas sus pertenencias, lo que hizo que la hipótesis de un homicidio en ocasión de robo perdiera fuerza. Kapelinski no estaba armado, por lo que también se descartó que fuera autor de un hecho delictivo. Además, se verificó que la víctima no tenía antecedentes penales y que trabajaba como jardinero en relación de dependencia. Su experiencia laboral también abarcaba la industria manufacturera y otros rubros, con registros oficiales que acreditaban empleos en blanco. En el lugar del hecho se recolectaron vainas calibre 380. La autopsia al cuerpo de la víctima determinó que el jardinero recibió dos disparos, uno en el hombro y otro a la altura de las costillas, del lado derecho. Al comienzo, la escena generó incertidumbre entre los investigadores. Las primeras líneas de investigación contemplaron desde un posible ajuste de cuentas hasta un incidente vial que terminó en un desenlace violento. Sin embargo, ninguna teoría lograba sostenerse con la evidencia recolectada hasta ese momento. Todo cambió cuando R.P. se presentó de manera voluntaria ante las autoridades y confesó el hecho. P., vecino de General Rodríguez y empleado de seguridad privada, contaba con portación legal de arma, informaron fuentes judiciales a este medio. Según relató, actuó movido por el miedo. Básicamente, explicó que mientras se dirigía a su trabajo, percibió que la moto de Kapelinski se le aproximaba y, luego de la colisión y ante el temor de ser asaltado, reaccionó disparando. “Lo mató por miedo a que le robe”, resumieron las fuentes consultadas. Ahora se espera que repita y amplíe ese relato ante el fiscal que interviene en el caso, Gastón Porta, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°9 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez. Su indagatoria se programó para la mañana de este sábado en la sede fiscal de dicha jurisdicción. Por lo pronto, P. permanece detenido en el marco de una causa que fue caratulada como homicidio agravado por el uso de arma. Kapelinski era oriundo de la ciudad de Oberá, provincia de Misiones. Al igual que el detenido, al momento del hecho se dirigía a su trabajo. “Era un excelente empleado que colaboraba en jardinería con mi hijo. Todos los días venía a esa hora”, contó un allegado en las redes sociales tras enterarse del trágico episodio.
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