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» LT 3
Fecha: 04/03/2025 12:38
En diálogo con La Barra de Casal por LT3, Gabriela Sosa, directora ejecutiva de Mumalá, analizó los alarmantes datos del informe bimestral sobre violencia de género. Santa Fe registró siete femicidios en dos meses. En lo que va de 2025, Argentina registra un femicidio cada 29 horas, según el último informe del Observatorio de Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá). El dato es alarmante: la frecuencia aumentó cinco horas respecto al año pasado, lo que refleja una escalada de la violencia machista en el país. En diálogo con con LT3, Gabriela Sosa, directora ejecutiva de Mumalá, detalló las cifras y advirtió sobre la falta de políticas públicas para prevenir y erradicar este flagelo. “Los datos son preocupantes y revelan que los discursos de odio y la eliminación de políticas públicas específicas favorecen y sostienen las violencias que sufrimos las mujeres y las disidencias”, afirmó Sosa. El informe, presentado en la semana previa al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, contabilizó 48 femicidios entre el 1° de enero y el 27 de febrero. De estos, 40 fueron femicidios directos, cinco estuvieron vinculados al crimen organizado, dos fueron femicidios vinculados (donde el agresor asesina a un familiar para dañar a la mujer) y uno fue un suicidio feminicida. En Santa Fe, siete mujeres fueron víctimas de femicidio en los primeros dos meses del año, y otros cuatro casos están en investigación. Uno de los casos que aún conmueve a la provincia es el de Ailén Oggero, la enfermera rosarina que fue acribillada en la puerta de su casa, en el barrio Belgrano, a metros de sus dos hijos. “Cada ocho horas se intentó asesinar a una mujer en Argentina“, destacó Sosa. El informe también registró 182 intentos de femicidios, lo que equivale a uno cada ocho horas. Además, casi 40 niños y adolescentes quedaron sin madres o tutoras como consecuencia de estos crímenes. Dos de cada tres femicidios ocurrieron en viviendas particulares, ya sea de la víctima o compartidas con el agresor. La edad promedio de las víctimas fue de 45 años, y en uno de cada tres casos se utilizaron armas de fuego o blancas. El 15% de los femicidios contaba con denuncias previas, y más de la mitad de ellas tenían medidas de restricción vigentes. “La justicia tiene un rol clave, pero no actúa de manera efectiva“, señaló Sosa. La directora de Mumalá criticó la falta de perspectiva de género en el Poder Judicial y la ausencia de políticas integrales para proteger a las víctimas. “Necesitamos que la justicia no solo sancione a los agresores, sino que también obligue al poder ejecutivo a cumplir con sus responsabilidades”, remarcó. En cuanto a las herramientas de prevención, como el botón de pánico y las tobilleras electrónicas, Sosa explicó que “en Argentina no hay una práctica extendida de su uso“, a diferencia de países como Uruguay o algunas naciones europeas, donde han demostrado ser efectivas. “El botón de pánico es poco efectivo porque depende de que la víctima lo active en el momento justo, lo que no siempre es posible”, agregó. Otro punto crítico es la falta de asistencia económica para las víctimas. Sosa recordó que el programa Acompañar, que otorgaba un subsidio temporal a mujeres en situación de violencia, ya no existe a nivel nacional. En Santa Fe, la ayuda económica también se ha burocratizado, lo que dificulta el acceso a recursos urgentes. “Cuando una mujer está en situación de violencia, necesita que el Estado responda rápido. Es una cuestión de vida o muerte“, enfatizó. “Estamos en el peor momento de las políticas de género en Argentina“, concluyó Sosa. La directora de Mumalá insistió en la necesidad de declarar la emergencia nacional en violencia de género y de implementar políticas integrales que aborden tanto la prevención como la asistencia a las víctimas. En el marco del 8M, los datos de Mumalá son un llamado de atención urgente: la violencia machista no solo no disminuye, sino que se intensifica. Y mientras el Estado no actúe con decisión, cada 29 horas habrá una mujer menos en Argentina.
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