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» Diario Cordoba
Fecha: 03/03/2025 20:02
Finalmente, la conferencia mundial sobre Biodiversidad celebrado en Roma ha terminado con acuerdos esperanzadores de cara a la financiación internacional que se necesita para frenar la desaparición de especies que amenaza al planeta. Las principales organizaciones ecologistas, como WWF o Ecologistas en Acción, han hecho valoraciones positivas, aunque con matices, de dicha reunión. La COP16 del Convenio de Diversidad Biológica finalizó este fin de semana en la sede de la FAO en Roma su segunda parte, después de que el plenario se suspendiera por falta de quórum en Cali, Colombia, el pasado 2 de noviembre de 2024. El bloqueo se produjo especialmente a causa de un agrio debate sobre el mecanismo financiero y la estrategia de movilización de recursos económicos. Se trata de una discusión que se arrastra desde el inicio de la Convención de Diversidad Biológica en 1992: su artículo 21 prevé la creación de un mecanismo (un fondo económico) específico para financiar las acciones mundiales para proteger la biodiversidad, pero al mismo tiempo, el artículo 39 estableció que, provisionalmente, se usaría una herramienta que depende del Banco Mundial, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM o GEF, por sus siglas en inglés). Presidencia de la cumbre de biodiversidad / Agencias En Roma el debate se ha visto condicionado por dos posiciones: por un lado los países del Sur global (liderados por el grupo africano, especialmente la República Democrática del Congo) denuncian que el FMAM está en manos de los países ricos (incluyendo EE UU, que no forma parte de la convención sobre biodiversidad), es ineficiente y obstaculiza el acceso de muchos países empobrecidos a la financiación. El dinero está bajo control de la COP Por eso, exigían que se cumpla el artículo 21 de la convención y se creara un fondo específico bajo el mandato de la Conferencia de las Partes. Por otro lado, la UE, Japón o Canadá consideran que el FMAM es suficiente y que un nuevo fondo no supondrá mayor financiación. Bajo estas posturas subyace también una cuestión fundamental: quién tiene la llave de la caja. Los países del sur quieren que sea la COP, donde todos los países tienen el mismo peso, mientras que los del norte quieren mantener el status quo actual. “Nos estamos poniendo de acuerdo en poner el plato en la mesa (herramienta), pero aún falta la comida (fondos)”, afirma la delegación mexicana La resolución a la ecuación ha acabado siendo la aceptación por parte de los países del Norte global de que cualquier fondo debe estar bajo mandato de la COP, a cambio de que se estudien todas las opciones: reformar y mejorar los fondos existentes o crear uno nuevo. Todo ello en un proceso que durará hasta la COP19 en 2030, atrasando por tanto todo el proceso. En la metáfora de la delegación mexicana: “Nos estamos poniendo de acuerdo en poner el plato en la mesa (herramienta), pero aún falta la comida (fondos)”. Financiación en manos de las empresas privadas El otro gran documento sobre financiación ha sido la Estrategia para la Movilización de recursos, donde se plasma una estrategia amplia para lograr el dinero previsto para apoyar la conservación de la biodiversidad: 20.000 millones anuales a partir de 2025 y 30.000 millones anuales a partir de 2030, procedentes de fondos públicos. Lo más preocupante para Ecologistas en Acción es una apuesta clara de la COP por buscar en el sector privado un extra de inversiones en biodiversidad de hasta 200.000 millones anuales. Osos polares en el Ártico / Greenpeace “Nadie pone en cuestión que existe un déficit muy severo en financiación de la conservación de la naturaleza, pero se ha impuesto la visión ultraliberal de apostarlo todo a animar a las empresas a invertir en la biodiversidad. Esto, en la práctica, incluye esquemas de créditos de biodiversidad y compensaciones que facilitarían a las corporaciones la justificación y lavado verde de sus actividades a costa de la naturaleza”, señala Ecologistas en Acción en un comunicado. En opinión de esta y otras entidades conservacionistas, semejantes mecanismos de mercado son “un gravísimo error” que solo pueden erosionar los ecosistemas mejor conservados para crear sucedáneos mucho más pobres. Eliminar las subvenciones que perjudican la biodiversidad En la parte más optimista, la COP ha reiterado el reconocimiento de que los subsidios perversos a actividades destructivas son una de las mayores amenazas actuales para la biodiversidad y que hay que identificarlos y eliminarlos con urgencia. Selva amazónica / Shutterstock Otro elemento positivo es la aprobación del marco de monitoreo del Marco Mundial de Biodiversidad, con un sistema de indicadores para analizar el progreso general hacia el cumplimiento de las 23 metas que deberían poner freno en 2030 a la regresión de las especies y los ecosistemas. Lamentablemente, no se generará un informe país a país que señale quiénes son los que menos contribuyen al objetivo mundial. Además se han eliminado algunos indicadores importantes como el impacto ambiental de consumo global, pero se han mantenido los indicadores de huella ecológica y de concentración de plaguicidas. Ecologistas en Acción considera muy preocupante el retraso existente en la aprobación de los planes y metas nacionales para aplicar el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, dado que al inicio de esta segunda parte de la COP16 solo 46 países los habían aprobado y presentado al Convenio de Diversidad Biológica. Sin estos planes o metas nacionales queda muy comprometido el cumplimiento de la Misión prevista para 2030 de detener la pérdida de biodiversidad.
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