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  • La curaduría como puente entre el espectador y el mundo: “Asegura nuevas voces en el circuito artístico”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 03/03/2025 16:34

    Más que un organizador, el curador debe conectar el arte con el presente y la sociedad - (FlorenciaDownes) En el vasto mundo del arte, los curadores juegan un papel fundamental que a menudo pasa desapercibido para el gran público. Más allá de seleccionar obras para exposiciones, el curador es un narrador, un mediador entre el artista y el espectador, y un pensador crítico que busca dar contexto a las piezas, generando experiencias de reflexión profunda. Martina Varela, licenciada en Gestión e Historia de las Artes y curadora de arte, ofrece una perspectiva amplia sobre esta labor. “La curaduría no es solamente organizar exposiciones, sino construir discursos que puedan transformar la manera en que entendemos el mundo, el contexto social, la vida misma”, dijo a Infobae. Varela subraya la importancia de este rol en un mundo colmado de imágenes: “Vivimos en una sociedad saturada de imágenes y estímulos visuales”. Para ella, la curaduría es más que una cuestión de exhibir, es una herramienta que resignifica la historia, visibiliza problemáticas y amplía la manera en que el arte se inserta en la sociedad, conectando las piezas con el público y con el tiempo presente. ¿Qué significa ser curadora? “Ser curadora no es solo organizar exposiciones, sino construir discursos”, afirmó Martina Varela. Para ella, la curaduría es un puente entre el arte y el espectador, un proceso que va más allá de la selección de obras para una muestra. “La curaduría genera diálogos entre las piezas, el público y el tiempo presente. Ofrece nuevas lecturas, nuevos significados y permite resignificar la historia”. La figura del curador evolucionó con el tiempo. Si bien antes su rol estaba más vinculado a la conservación y exhibición dentro de museos y galerías, en la actualidad la curaduría se volvió en una herramienta clave para entender el arte en relación con su contexto social y político. “El arte no es un objeto aislado, sino que forma parte de un entramado cultural, social e histórico. Nuestro trabajo es darle sentido a esa conexión y acercarla al público”. Martina Varela, curadora argentina, reflexiona sobre el futuro del arte y su papel como mediadora entre los artistas y el público - (Gentileza de Martina Varela) Para Varela, una curaduría efectiva debe lograr que el arte no solo sea admirado, sino también comprendido y cuestionado. “Salir de una muestra debe significar llevarse una nueva forma de interpretar el mundo, una nueva posibilidad de mirar con otros ojos”, explicó. Es por eso que considera que la curaduría tiene un papel activo en la transformación del pensamiento y la construcción de identidades culturales. Los desafíos de la curaduría en la actualidad Para Martina Varela, uno de los mayores retos que enfrenta la curaduría hoy es la accesibilidad. “El arte no puede seguir siendo exclusivo para ciertos círculos. Necesitamos generar espacios más inclusivos, acercarlo a distintos públicos a través de la educación, la digitalización y nuevas formas de exhibición”. En este sentido, sostiene que los curadores tienen la responsabilidad de derribar las barreras que históricamente separaron al público general del mundo del arte. Otro gran desafío es la sostenibilidad económica. “Tanto los artistas como los espacios culturales viven en un contexto de financiamiento inestable y un mercado en constante transformación. Hay que encontrar modelos que permitan que el arte siga siendo visible sin depender únicamente de subsidios o compradores de nicho”. Para Varela, esto implica buscar nuevas estrategias para sostener proyectos culturales a largo plazo, asegurando que tanto creadores como curadores puedan continuar con su labor sin estar en una constante incertidumbre financiera. Además, la digitalización transformó las reglas del juego. Si bien abrió nuevas oportunidades, también plantea interrogantes sobre la esencia del arte en el entorno virtual. “Nos seguimos enfrentando al reto de mantener la conexión emocional y sensorial que genera el encuentro directo con una obra”. Para ella, el desafío está en integrar nuevas tecnologías sin deshumanizar la experiencia artística. El futuro de la curaduría: nuevas formas y enfoques La curaduría está en plena transformación, y Varela cree que el futuro será cada vez más interdisciplinario y conectado con la sociedad. “Ya estamos viendo galerías más accesibles, un arte más interseccional, una fuerte búsqueda por democratizar la industria”. La curaduría evoluciona, ampliando su alcance hacia plataformas digitales y espacios alternativos - (Imagen Ilustrativa Infobae) Según su visión, el modelo híbrido será la norma: “Lo físico y lo digital van a convivir. La curaduría no ocurrirá solo en museos y galerías, sino también en espacios alternativos, en plataformas digitales”. En este contexto, la función del curador también se expande. “La idea de lo expositivo se está alejando de los formatos tradicionales. Se abren posibilidades para conectar con nuevas audiencias, lo que es muy positivo”. Sin embargo, advierte sobre un reto fundamental: “Tenemos que adaptarnos a las nuevas formas de consumo cultural sin perder lo profundo y el valor simbólico del arte”. La inmediatez de lo digital impone otro desafío: “Debemos encontrar un equilibrio entre la innovación y la reflexión, para que el arte no se convierta en un simple contenido más dentro del flujo acelerado de información”. El rol del curador en la actualidad: mediador, narrador y pensador crítico Más allá de organizar exposiciones, Varela destaca que el curador tiene un rol fundamental como generador de discurso. “La curaduría es una herramienta poderosa para resignificar la historia, visibilizar problemáticas actuales o futuras, y fomentar el pensamiento crítico”. “El arte no es solo un mercado, es una herramienta clave para el desarrollo de un país”, enfatizó. Desde su mirada, la cultura es esencial para la identidad de una sociedad, su educación y su capacidad de generar espacios de reflexión y comunidad. Por eso, insiste en que se debe valorar el arte no solo como un bien comercial, sino como un pilar del crecimiento colectivo. Asimismo, señala la importancia de la preservación del patrimonio y la promoción de artistas emergentes. “Una buena curaduría asegura que haya nuevas voces en el circuito artístico sin quedar excluidas por barreras de acceso o visibilidad”. Varela reflexiona sobre cómo la tecnología impacta en la experiencia artística y la necesidad de encontrar un equilibrio - (Imagen Ilustrativa Infobae) La curaduría y su relación con la tecnología: nuevas posibilidades y desafíos digitales La llegada de la era digital transformó radicalmente la relación entre el arte y su público. En la actualidad, el acceso al arte se amplía a través de exposiciones virtuales, recorridos de archivos online y experiencias interactivas, lo que permite romper las fronteras tradicionales de exhibición. Para Martina Varela, la tecnología se presenta como una gran aliada en este proceso, pero también trae consigo nuevos desafíos. “Actualmente, podemos explorar exposiciones virtuales, recorrer archivos online, participar de experiencias interactivas. Todo esto amplía las fronteras tradicionales de exhibición”. Sin embargo, la curadora advierte que la saturación de información puede ser un obstáculo significativo. “Con tantas plataformas y contenidos visuales, cada vez es más difícil destacar y generar un impacto real”. Para Varela, el verdadero reto de la curaduría en línea es ofrecer experiencias cruciales que inviten a la reflexión, más allá de ser una simple exhibición de obras. Además, plantea que no todos tienen el mismo acceso a la tecnología: “Si bien la digitalización abre muchas puertas, no podemos olvidar que no todas las personas cuentan con conectividad o dispositivos adecuados. Es clave pensar en modelos de curaduría inclusiva”. Varela también destacó cómo la tecnología transformó la forma en que los artistas gestionan su carrera. “Las redes sociales cambiaron la relación entre artistas, curadores y el público. Ahora los creadores pueden mostrar su trabajo sin depender de estructuras centralizadas”. Además, señaló cómo la inteligencia artificial y la realidad aumentada abren nuevas posibilidades para hacer el arte más inclusivo, mediante herramientas que traducen obras visuales a descripciones sonoras o táctiles. “Existen tecnologías que traducen obras visuales a descripciones sonoras o táctiles, brindando experiencias sensoriales que trascienden la vista”. Para ella, estas innovaciones son fundamentales para garantizar que el arte llegue a un público más amplio, sin importar sus condiciones o limitaciones físicas.

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