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Concordia » Diario el Sol
Fecha: 02/03/2025 13:40
CORTO DE PISTA No pueden volar aviones de carga. Veníamos siguiendo la información sobre la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional Comodoro Pierresteguy de Concordia, una aspiración de la generación del 60 que logró construir la pista en 1959, tras el cese del avión de la carrera de Aerolíneas Argentinas que hacía Buenos Aires, Concordia, con un hidroavión y que construyeron “El Espinillar” en parte de los terrenos que eran del Consejo Agrario Nacional y al disolver ese organismo, parte de las tierras pasaron a la Municipalidad y otra parte a la Provincia. En ellas, las fuerzas vivas de Concordia, esa formidable “generación del 60”, construyó en tiempo record una pista improvisada para el aterrizaje de aviones, la que se fue mejorando para la operación de aeronaves un poco más grandes y se realizaron luego operaciones diarias de Aerolíneas Argentina con un Fokker F-27 con capacidad para 52 pasajeros y el que lo reemplazó, años más tarde, el Fokker F-28 que podía transportar hasta 65 pasajeros. Con las políticas de ajuste posteriores y las crisis económicas donde los gobiernos unitarios, manejados por los porteños desde el puerto de Buenos Aires deciden que suprimir para tener superávit fiscal, clausuraron los vuelos “por escasa venta de pasajes”. La Provincia de Entre Ríos, en una acción quijotesca, creo LAER, Líneas Aéreas de Entre Ríos, y Concordia volvió a tener algunos vuelos de ida y vuelta a Aeroparque, aunque también los inquilinos de la Casa Gris, aprenden rápidos de cómo suprimir servicios y fueron achicando frecuencias para luego cerrar el trayecto CDIA-BUE y quedamos sin conexión aérea. Cuando se lanzó la construcción del nuevo aeropuerto de Concordia, se anunció que sería un aeropuerto internacional de cargas y pasajeros. En una gacetilla de prensa de la Municipalidad de Concordia, se decía: “El Aeropuerto Comodoro Pierrestegui de la ciudad de Concordia permitirá contar con vuelos de pasajeros y de cargas internacionales. El mismo comprende una pista de 2.000 mts. de longitud que permite aterrizar aviones de gran porte, como el Boeing 737, y que posibilita tener vuelos regionales, además de algo muy importante que es el transporte de cargas, para poder salir con la producción de las economías regionales como arándanos, cítricos u otras de similares características.” Ahora, a días de su inauguración pospuesta una y otra vez, por cuestiones insólitas como que faltaba un cable, el funcionario a cargo de la obra, dijo: “la obra del “Comodoro Pierrestegui” nació para ser un aeropuerto de cargas. “En las definiciones, un aeropuerto de carga necesita 2.400 metros y este no puede más que 2.000 porque está de un lado el autódromo y del otro lado está una cañada, un riacho que, se imagina, tenemos que haber hecho 500, 600 metros de puente para que descarguen, para que aterricen aviones”. De tal manera, que nos vendieron una ilusión, nos hicieron creer que estaban construyendo una aeropuerto internacional de cargas y nos encontramos que con las medidas de la pista solo operarán aviones de mediano porte y de cabotaje. También se dijo que construíamos un aeropuerto internacional Salto-Concordia y el Aeropuerto Internacional de Nueva Hésperides, fue totalmente refaccionado y puesto en valor y estuvo terminado antes y donde ya operan dos frecuencias semanales de la línea Paraguaya Paranair que realiza el trayecto de Salto a Carrasco en una hora y cinco minutos a un costo de alrededor de 90 dólares. Mientras aquí, vemos que los funcionarios -que no son especialistas en tráfico aéreo- navegan en la nebulosa, sus declaraciones rebelan un profundo desconocimiento, entonces hemos construido un “elefante blanco”, voy a explicar que el término "elefante blanco" se usa para describir una obra o proyecto que es extremadamente costoso, no ofrece beneficios proporcionales a su costo o se convierte en un lastre financiero. El origen de esta expresión proviene de una práctica en Tailandia y otros países del sudeste asiático. En la antigüedad, los reyes de Tailandia consideraban a los elefantes blancos como sagrados y los regalaban a nobles o cortesanos que caían en desgracia. Estos animales, debido a su rareza, debían ser cuidados y mantenidos de forma costosa, pero no podían ser utilizados para el trabajo ni vendidos, lo que se convertía en una carga económica para el receptor del "regalo". Esta práctica llevó a que el término "elefante blanco" se usara metafóricamente para referirse a algo que es costoso de mantener y que no proporciona un valor o beneficio significativo en relación con su costo. Para que el nuevo AEROPUERTO INTERNACIONAL DE CONCORDIA COMODORO PIERRESTEGUY justifique su construcción de más de 50 millones de dólares, deberá alargar la pista para vuelos de carga y , mientras tanto, tener un tráfico aéreo de no menos de un avión mediano tipo los antiguos Fokker F-28 o los actuales Bombardier CRJ700 con una capacidad de alrededor de 70 pasajeros, este avión es popular en rutas regionales o el ATR 72 que tiene una capacidad ligeramente mayor (alrededor de 70-78 pasajeros), es muy utilizado en operaciones de cabotaje debido a su eficiencia y capacidad para operar en aeropuertos con pistas cortas como resulta ahora que tenemos el todavía no inaugurado Aeropuerto, inapto para vuelos de cargas y para operaciones únicamente de aviones de mediano porte. No voy a mal pensar quien se quedó con la “mordida” de los centenares de metros faltantes de pista, porque no creo que nadie haya metido la mano en la lata de los recursos internacionales del Banco Interamericano de Desarrollo, pero algo ocurrió entre el proyecto original y lo que nos van a entregar este fin de mes. Para los porteños ocupantes del sillón de Urquiza en la Casa Gris, si hay diferencias tan notables, lo más fácil va a ser echar la culpa a las anteriores administraciones, pero cuando tomaron el gobierno no solo no dijeron nada sino que siguieron vendiéndonos la ilusión de que estaban terminando el Aeropuerto de Cargas y frases tan o más rimbombantes que ahora se estrellan con la realidad. Tenemos un aérodromo de cabotaje, que ni sabemos si va a ser INTERNACIONAL, que no es de cargas y en el cual no tenemos ni una sola línea aérea interesada en cubrir el trayecto CDIA-BUE. La idea que recibiríamos vuelos directos de China y que podríamos volar de aquí sin escalas a Europa, era ilusoria, la realidad es ésta y el trago es amargo.
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