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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 02/03/2025 13:18
Este 2 de marzo se cumplen 75 años de la muerte de Alberto Gerchunoff, uno de los escritores más destacados de la literatura argentina y una figura fundamental para entender la identidad judía en el país. Nacido en 1883 en la aldea rusa de Proskurov (actual Ucrania), Gerchunoff llegó a la Argentina a los 6 años, escapando de los pogromos que azotaban a las comunidades judías en Europa. Su familia se estableció en la colonia judía de Moises Ville, en Santa Fe, y luego en Rajil, una colonia agrícola cerca de Villaguay. Fue allí, en el paisaje entrerriano, donde forjó su amor por las letras y comenzó a tejer su obra literaria, que lo consagraría como un pionero de la literatura judío-argentina. Aunque su familia se mudó a Buenos Aires cuando él era adolescente, los años que pasó en la provincia marcaron su vida y su obra. En su libro más famoso, "Los gauchos judíos" (1910), retrató con maestría la vida de los inmigrantes judíos en las colonias agrícolas entrerrianas. Con un estilo lírico y lleno de nostalgia, describió la fusión entre la cultura judía y la tradición gaucha, creando un relato único que se convirtió en un clásico de la literatura argentina. Gerchunoff no sólo fue un escritor talentoso, sino también un periodista destacado y un intelectual comprometido con su tiempo. Trabajó en el diario La Nación durante más de tres décadas, donde se convirtió en una voz respetada y admirada. Su estilo elegante y su profundo conocimiento de la cultura lo llevaron a entablar amistad con algunas de las figuras más importantes de la época, como Jorge Luis Borges y Manuel Mujica Láinez. Borges, quien lo conoció en las redacciones de los diarios y en las tertulias literarias de Buenos Aires, lo describió como "un hombre de una erudición asombrosa y una bondad infinita". En una entrevista, recordó: "Gerchunoff era un conversador excepcional. Hablaba de literatura, de filosofía, de historia, pero también de la vida cotidiana con una profundidad que pocos tenían. Era un hombre que amaba las palabras, pero que nunca las usaba para lastimar". Su obra, sin dudas, es un testimonio de la experiencia judía en Argentina, pero también una reflexión profunda sobre la identidad, la migración y la integración. Este aniversario es una oportunidad para redescubrirlo. En un mundo cada vez más dividido, sus palabras nos recuerdan la importancia del diálogo, la tolerancia y la convivencia. Como él mismo escribió: "La patria no es sólo la tierra donde nacemos, sino también la que nos recibe y nos abraza".
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