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  • Coser la vida, intentarlo otra vez

    » Data Chaco

    Fecha: 01/03/2025 15:00

    El jueves a la tarde, en el marco de la Feria del Libro Chacú-Guaraní, se presentó "Nuevas preguntas alrededor de la materia. Obra cosida (2003-2024)", de Lucas Brito Sánchez y editado por Librería De La Paz. A continuación, se reproduce íntegro el texto que escribió para la ocasión (y leyó) la docente e investigadora Maia Bradford. Pensar en "coser" nos trae, inevitablemente, la imagen de una acción artesanal. Algo que se hace con las manos. Obra cosida, dice Lucas. En una referencia directa y explícita, un lector o lectora distraídx puede encontrar una respuesta en el sexto poema de Los perros y las cosas en el que un imprentero le dice al poeta "si el libro está cosido tenés libro para toda la vida". Pero ¿es eso a lo que refiere "obra cosida"? ¿Quiere el autor de esta obra, o cualquier otro poeta, tener un libro que sea para siempre, para toda la vida? Claro que no. Y lo que hace Lucas en este libro está diciendo eso. No, no quiero una obra para siempre. Ni siempre igual, ni que perdure inamovible. Entonces, la pone en movimiento. ¿Qué se hace cuando se cose? Hacer un pliegue en la manga, reforzar un botón, unir dos partes sueltas o que se abrieron, se une la tela abierta con un zurcido. Coser es una manera metafórica de decir escribir. Es un lugar común comparar el texto con un tejido y en ese sentido, decir que se lo cose. Pero acá hay algo más. Entonces, me gustaría hablar primero, antes del libro en sí, sobre algo previo. Un gesto. El impulso creador de esta obra. Y me parece que eso es lo más poderoso que hizo Lucas. Una operación de revisión total, de reescritura, la intervención sobre sus textos anteriores. Con libertad y decisión, volver sobre la propia obra y reescribirla. Lo que sea, lo que se quiera. Publicada acá o allá, no importa. ¿Qué clase de artista hace eso, me pregunté? ¿Qué hay sobre ese repliegue? Les confieso que cuando me habló de este proyecto me quedé sorprendida y callada. Pensé, ¿vas a reescribir, así porque sí, tu propia obra? ¿Vas a cambiar lo que ya leímos? ¿Vas a hacer otra obra reunida? (ya se había publicado Antitodo en 2018). Lucas no dudaba un segundo, no me estaba contando el asunto para discutir nada. Ya estaba reescribiendo hacía rato. Volver a lo que se escribió hace veinte años o hace cinco, con el mismo ímpetu, a cada texto. Volver. Releer, releerse, qué difícil. Cambiar, retocar, decir mejor. Volver a la escritura siendo otro. Volver a otra escritura. Recordar quién se era. Qué se dejó atrás y qué queda. Enfrentarse a esas ideas y a ese lenguaje con otras herramientas, con otros recursos, con las mismas obsesiones. En fin, volver sobre uno mismo, sobre el lenguaje, encontrar otra música. Volver con otras lecturas para transformar. En su precioso ensayo "Bordado y costura del texto" Tamara Kamenszain dice, sobre la escritura, que toda construcción apoya sus bases en un hilado no discursivo. Me pregunto cómo será encontrarse, en los poemas, con esos hilos antiguos. Qué de lo real captó su sensibilidad en aquel momento y cómo lo dice ahora, en otro escenario. El libro también es una respuesta a cómo conciliar esos tonos antiguos con los que los siguieron y con los más nuevos. Puede ser cierto que cantamos siempre la misma canción, pero es igual de cierto que nunca es la misma. Los tonos cambian, las melodías se hacen más leves. La escritura se afina, la metáfora es un lugar común –otro– pero, como con los instrumentos, la ejecución está en la práctica. La escritura se trabaja a fuerza de escritura y de lectura. Estar en el lenguaje, irse para después volver. Pero también hay textos inéditos, nuevos, incluidos en esta obra. Nuevas preguntas alrededor de la materia. ¿Cuáles son esas nuevas preguntas?, ¿cuál es la materia? ¿qué nos preguntamos en la poesía? Nos está diciendo que la poesía tiene la capacidad de materializar preguntas, hacerlas aparecer… en la música de un poema la pregunta se revela. No la vemos, no se la percibe a la vista, pero está. Algo se mueve adentro nuestro y aparece de repente al lado de la hoja que estamos leyendo. El poema, lo sabemos, nunca es la transcripción directa de una experiencia. En la evocación de esa experiencia media el lenguaje. Algo que se vivió toma forma de poema. Es lo no discursivo que toma forma de discurso, ahí el trabajo del poeta. Los hilos de los que hablaba Kamenzain. Hay un libro precioso de Sharon Olds que se llama La materia de este mundo. Los poemas hablan de aquello de lo que está hecho el mundo… nada nuevo, pequeños gestos, cosas ínfimas y maravillosas de todos los días y de todas las vidas. No lo dice, claro. Pero su mirada apoyada en eso y cómo logra traducirlo en las palabras de la poesía nos las hacen ver en su esplendor. Ahora sí, hablemos del libro más allá de ese gesto inaugural que le dio forma. El libro que presentamos hoy responde a tres operaciones generales, digamos: revisión, reescritura e incorporación de textos inéditos. El autor reescribió Los perros y las cosas (2007), y en eso incluyó poemas que antes había dejado afuera; "mejoró" la escritura de Entrar y salir de Cannes (2018), reescribió La fundación de Japón (2013) que retituló Tras el rastro del poeta murciélago, y agregó inéditos: Mi choza mental (poema autobiográfico) que da inicio al libro, Veintidós poemas budistas, el perfil Ya no soy divertido para nadie. Vida de Hunter Thompson y La vida de los Otros, ensayo inédito, que cierra el libro. Son siete textos que, entre otras cosas, indagan en la forma y en los géneros. Escribe poesía en prosa y ensayo en verso; reconstruye una vida y arma un perfil que también es una crónica. Su experimentación se da en el ritmo, la sintaxis, el tono, pero también en la forma de la prosa o el verso, es decir, en la estructura de las frases y en los géneros. Hibrida, mezcla, cose. Tras el rastro del poeta murciélago (La fundación de Japón): lo reescribió completo. Es una novela breve de ciencia ficción. Inventa un imposible y una geografía. La forma es una sucesión de párrafos cortos. Al final hay un diario, son las anotaciones de uno de los personajes en entradas por días, que van de agosto a diciembre de algún año. El diario íntimo también incluye fotos. Mi choza mental: es un poema largo (cinco páginas) y hermoso que escribió entre 2020 y 2023. La voz del poema cuenta de qué está hecha esa choza, o lo que es lo mismo, cómo se construyó una vida. Ideas, imágenes y situaciones que la definieron. En Entrar y salir de Cannes, otro de los textos incluidos –este, reescrito o mejorado, según dice el autor– imaginó a dos hermanos cineastas, inventó su filmografía, inventó un cineasta poeta, un traductor, inventó los poemas que ese traductor tradujo. Son poemas de la filmografía de los hermanos Smith que escribe uno de ellos, y se incluyen reseñas de esas películas imaginadas. Quizás son las que le hubiera gustado filmar a Lucas. "Escribir modifica el sentido del Tiempo y se alimenta del cadáver que deja a su paso", dice en el perfil sobre Hunter Thompson. En ese texto, como dije, Lucas también ensaya la forma. Es un perfil y una crónica. El formato, como siempre en su prosa, es el párrafo breve. Reconstruye la vida de este periodista a partir, sobre todo, de cartas que el tipo escribió. En este texto, que se llama "Ya no soy divertido para nadie. Vida de Hunter Thompson" y en "La vida de los Otros", el texto que cierra el libro, el autor reflexiona sobre el periodismo. No como una profesión sino como lo que debería ser, una forma de mirar el mundo y a los demás. Un afán. Un lugar en el que mirada y escritura están mediadas por el lenguaje con el único fin ofrecer esa mirada al mundo y que con eso baste para hacerlo más amable. Algo que se parece bastante a la poesía. Ahí su lugar de periodista y poeta. El poema no es la pretensión de una verdad absoluta ni de una idea importante. Hay en los poemas de Lucas la sensación de una revelación muchas veces, algo que se enciende de repente, y nos encontramos nosotros ahí. Vean algo de lo que digo en este de Entrar y salir de Cannes: "Saco la silleta. Me tiendo al sol con un té verde. Tengo los pies congelados. Abro una novela y empiezan a caer restos de pastos calcinados traídos por el viento Sur. Dijiste que seríamos para siempre. Cierro la novela. Me cayó otro pasto en un hombro. Dijiste que era para siempre. ¿Habrá algo que no se esté quemando?" Este es un libro hermoso, de textos nuevos. Porque incluye inéditos y los que no lo son están reescritos, y así son otros. ¿Cuáles son las nuevas preguntas alrededor de la materia? No sé, pero a mí me aparecieron al leerlo y encontré: una verdad en la decadencia, el desencanto como condición para ver y develar, los intentos como lo único que nos queda. La vida que con eso y con todo, vale la pena. Lucas dijo que escribe para ser mejor, que está todo roto pero que acá está, y que sigue escribiendo y entonces digo yo que sigue transformando su escritura, y así afinando la mirada y la percepción y todo lo que ese ejercicio vital le devuelve de los demás. Creo que entiendo así su movimiento. Notas Relacionadas

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