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    » Elterritorio

    Fecha: 01/03/2025 13:33

    sábado 01 de marzo de 2025 | 6:00hs. El 1° de marzo de 1870, en Cerro Corá, el Mariscal Francisco Solano López, herido de muerte, se dirigió al galope hacia el arroyo Aquidabán Niguí consciente del desenlace, cayó del caballo, sus fieles y escasos soldados -también malheridos- lo acercaron a la orilla y se retiraron, cumpliendo el último pedido del Mariscal; al otro lado del curso de agua el General Correa da Cámara observaba la escena, cruzó raudo y exigió la rendición al moribundo que trató de levantarse y atacarlo, lo desarmaron, López seguía resistiendo y allí, cobardemente, recibió el disparo final. A continuación, asesinaron a Panchito -el primogénito del Mariscal-, de nada sirvieron las suplicas de la madre, a quien apresaron con los demás niños. La guerra había terminado después de cinco interminables años, más de 350.000 vidas le costó a Paraguay, miles de kilómetros de territorios entregados, el sistema económico destruido, un costo político incalculable y una sociedad sobreviviente devastada irremediablemente. La Historia Latinoamericana relató la contienda de varias maneras, la Historia Argentina mantuvo una versión triunfal durante medio siglo –más o menos– hasta que las fuentes documentales fueron innegables; nada volvió a ser lo que fue. La Guerra de la Triple Alianza es una fuente de inspiración recurrente para investigadores, plásticos, escritores, artistas… desde la serie de pinturas de Cándido López, un voluntario de la contienda, con trayectoria en el arte, fue un combatiente más con el grado de Teniente 2° en el Batallón de Voluntarios de San Nicolás y participó en varias de las batallas, en la batalla de Curupaytí -septiembre de 1866- una granada le hirió la mano derecha y perdió el brazo. Fue durante la convalecencia, al repasar los apuntes registrados en sus libretas con croquis de uniformes, paisajes, batallas, campamentos y descripciones detalladas, que maduró el proyecto de pintar una serie y plasmar la Guerra del Paraguay, poco a poco en una casona de San Antonio de Areco la obra fue materializándose sobre el valor de la narración total y de los fragmentos, y sobre su veracidad documental; el resultado fueron unos cincuenta cuadros, la mitad expuestos en el Club Gimnasia y Esgrima en 1885, luego adquiridos por el Gobierno Nacional Argentino. Otro ejemplo es la polca Campamento Cerró León adjudicada a varios artistas -Kangue Herrero, Benjamín Velilla de Carapeguá o Venancio Guerrero–, sin datos fidedignos se considera “anónima” la melodía y la letra posiblemente inspiración de Tristán Roca, según la tradición paraguaya nació en Humaitá, con el correr del tiempo fue motivadora para los soldados de la Guerra del Chaco, tanto se encarnó en la idiosincrasia que fue declarada Canción Popular Nacional en el año 1944 Después de un siglo y medio, la memoria de la Guerra Grande sigue latiendo, en 2006 Claudio Bustos -músico, compositor, cantautor- grabó un homenaje a Francisco Solano López, en el marco de Guerra de la Triple Alianza, un conjunto de relatos, glosas y canciones, sobre un guion de Daniel Larrea y música de Fermín Fierro; la única versión registrada de esa cantata se resguardaba en un cassette grabado en vivo cuando se estrenó el trabajo en la Casa Paraguaya de Posadas; poco tiempo después Fierro falleció y el proyecto quedó trunco, fue así que los vientos asuncenos despertaron la añoranza musical en Claudio, radicado en esa ciudad por entonces. Convocó a consagrados artistas paraguayos que se sumaron inmediatamente al proyecto como Judith María Vera, Carlos Pettengil, José Antonio Galeano y Lizza Bogado, por citar a algunos de los músicos y amigos que aportaron más talento a la obra; definitivamente catalogada como épica, poética y musical, la pieza es “(…) un sólido relato basado en el respaldo documental que, desde el “mandato de la sangre” de la ascendencia genealógica de sus autores, evoca la hermandad de dos pueblos que con sus sufrimientos mutuos e injustos fueron al combate bajo la fuerte influencia de potencias extranjeras (…)” Un par de días atrás este trabajo valioso para la memoria regional fue reeditado y presentado nuevamente en Asunción en la XXV Feria del Libro Chacú-Guaraní, bajo el título “La Cantata Francisco Solano López, Mariscal de América” se grabó íntegramente en Estudio Caetano de la capital paraguaya. interpretada por Claudio Bustos con la participación de Lizza Bogado en canto, Judith María Vera en los relatos, José “Pepe” Galelli en las glosas, también colaboraron Carlos Pettengill, José Antonio Galeano, Omar Cibils y Camila Bustos, los músicos partícipes fueron Gabriel Lema, Goyi Martínez, Pablo Marcantonio, Giovanni Primerano y Roberto Cáceres, todos en calidad de artistas invitados Los creadores de la Cantata soñaron entonces con una utópica sanación de esas viejas heridas injustas, egoístas y profundamente dolorosas, soñaron con fortalecer la hermandad ancestral por sobre las coyunturas históricas… se fueron sin verlo concretado, lejos de ser un sueño perdido, Claudio Bustos levantó el pendón para blandirlo –en ambas orillas del río– al ritmo inmortal del Paraná. ¡Hasta la semana que viene!

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