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  • El castillo de un pueblo de Córdoba que sobrevivió a un grave terremoto pero no al hombre

    » Diario Cordoba

    Fecha: 28/02/2025 17:52

    Sobrevivió a un fuerte terremoto, pero no a la mano del hombre. El castillo de un pueblo de Córdoba es, en la actualidad, una sombra lejana de lo que era. Y eso que fue un importante fortín en sucesivos periodos históricos. Sin embargo, ese esplendor le valió de poco cuando consintieron ponerle fin a su existencia. Pero, ¿por qué alguien querría destruir un castillo sin guerras de por medio? Bueno, la respuesta es sencilla: una intención práctica. Antes, claro, de que la consideración por el valor histórico del legado arquitectónico estuviera tan presente como ahora en la sociedad. Sin funcionalidad La fortaleza, ubicada en uno de los primeros asentamientos humanos de la campiña cordobesa, comenzó a perder su funcionalidad en el siglo XVII. En ese camino hacia el abandono, fue utilizado antes, en 1680, como hospital. Los restos del castillo, al atardecer. / Ayuntamiento de Aguilar Su conservación estaba en peligro y, menos de un siglo después, un fuerte terremoto destruyó parte de su estructura. Aun así, el castillo sobrevivió al terremoto de Lisboa de 1755. Si el hombre lo levantó, el hombre acabó con él. La historia del castillo Las primeras referencias al fortín de Aguilar de la Frontera, también conocido como castillo Poley, datan del siglo IX. Formaba parte de la línea defensiva del rebelde Ibn Hafsún en las batallas contra el emirato omeya de Córdoba. Abd Allah, abuelo de Abderramán III, se haría con él tras vencer a los sublevados. Un momento de una visita guiada al Castillo de Aguilar. / Albornoz El castillo de Aguilar fue parte de la cora de Cabra hasta la Reconquista. Los cristianos lo convertirían en un señorío. Entre sus poseedores, estuvo Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, a quien fue entregado por orden de Enrique II tras la primera guerra civil castellana por su fidelidad y su valía en el conflicto contra Pedro I. El final del fortín y su legado Hay que avanzar hasta el siglo XIX para conocer el fin de tan gloriosa fortaleza. Con la autorización del corregidor Juan Vilas, el castillo quedó convertido en una cantera. Sus piedras les fueron arrebatadas y repartidas por el municipio a cuya defensa, en otras épocas, había servido y a otras localidades de los alrededores. Se emplearon en obras públicas y privadas, y del castillo apenas quedaron retazos de historia. En 1985, el complejo fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Desde 1970 se llevaban practicando catas arqueológicas en el recinto y en las cercanías, poniendo sobre relieve que aquel promontorio era una de las primeras zonas pobladas de la comarca. Las exploraciones se intensificaron a partir de 2003. En 2010 se puso en marcha un centro de interpretación para divulgar la historia del castillo Poley. Y, aunque su estado no es el más adecuado, los restos que quedan en pie permiten imaginar la grandeza de la fortificación. Recreación del castillo de Aguilar. / Ayuntamiento de Aguilar Del antiguo castillo quedan parte del patio de armas, los restos de los accesos y varias torres, así como un aljibe, parte de un anfiteatro y los cimientos del castillo viejo. Porque, a lo largo de la historia, el castillo fue cambiando, con importantes aportaciones como la que realizó, en 1471, Alonso de Aguilar, dando lugar a una nueva fortaleza. Pese al destino que vivió este fortín de la provincia, el yacimiento no deja de ser un interesante lugar para acercarse a la historia de Córdoba.

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