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Parana » Uno
Fecha: 28/02/2025 12:32
Argentina permite esta práctica, aunque no en menores de 18, según una ley a la que la provincia nunca adhirió. Pueden afectar la salud y causar cáncer Desde que comenzaron a utilizarse, en la década del 80, las camas solares vienen siendo cuestionadas por los daños que pueden provocar en la piel. Si bien la tecnología fue avanzando y se promocionan como artefactos más seguros para obtener un bronceado parejo en poco tiempo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte desde hace varios años que “presentan un gran riesgo de cáncer de piel”, y desaconsejan su uso en menores de 18 años. Haciendo caso a esta premisa, Argentina prohíbe el uso de equipos de rayos ultravioleta (UV) para bronceado en menores de edad, a través de la Ley Nacional 26.799, que rige desde 2013. A esta normativa adhirieron varias provincias, pero Entre Ríos no. “Aún no cuenta con un marco específico, lo que genera un vacío legal que pone en riesgo la salud de los ciudadanos”, observó la diputada provincial Gabriela Lena, quien presentó esta semana un proyecto de ley que busca regular en territorio entrerriano el uso de equipos de emisión de rayos UV destinados al bronceado artificial. La propuesta establece requisitos estrictos de seguridad, mantenimiento y control sanitario, con el objetivo de proteger la salud pública y prevenir riesgos asociados al uso de estos dispositivos. La iniciativa exige que los establecimientos que ofrezcan servicios de bronceado artificial cuenten con equipos certificados por la autoridad competente, realicen controles periódicos de mantenimiento y calibración, y muestren información clara sobre los riesgos para la salud, incluyendo el cáncer de piel y el envejecimiento prematuro. Además, deberán implementar un sistema de consentimiento informado para los usuarios y contar con personal capacitado en primeros auxilios. “La radiación ultravioleta es un agente cancerígeno del Grupo 1, al igual que el tabaco y el amianto”, advirtió Lena, citando informes de la OMS, y sostuvo: “Es imprescindible establecer regulaciones estrictas para garantizar la seguridad sanitaria y evitar daños irreversibles en la salud pública”. Cabina solar.jpg El proyecto también contempla un régimen de habilitación y control para los locales que operan con equipos de bronceado artificial, incluyendo requisitos técnicos para su funcionamiento, medidas de seguridad sanitaria y mecanismos de inspección y sanción en caso de incumplimientos. “Nuestro objetivo es proteger a los consumidores y alinear a Entre Ríos con las provincias que ya han avanzado en esta materia”, precisó la legisladora. Totalmente desaconsejadas En la Argentina hay antecedentes de accidentes provocados por el mal uso de las camas solares, como el ocurrido a fines de 2021 a una mujer que aprovechó una promo 2x1 en una estética en Villa Pueyrredón y le dijeron que podía hacerse las dos sesiones juntas. Cada una duraba 15 minutos, y hay quienes afirman que “30 minutos de cama solar equivalen a más de 20 horas de sol y emiten 10 veces más radiación UV”. A las horas empezó a sufrir terribles consecuencias: además de fuerte dolor de cabeza, frío, fiebre, hipotensión, terminó con el 90% del cuerpo con quemaduras. Más allá de incidentes puntuales como este, un estudio publicado en 2019 por la revista científica JAMA Dermatology reveló que el uso de la cama o la cabina solar pueden duplicar el riesgo de contraer cáncer de piel, ya que predisponen a esta enfermedad más rápidamente que el sol acumulado, y las mujeres tienen un 83% más de probabilidades de contraerlo. “La radiación UV es la que más deterioro puede producir en la piel. Y aunque la tonalidad puede ir disminuyendo, los daños de la radiación son permanentes y provoca múltiples efectos biológicos: interviene en la síntesis de vitamina D, causa fotoenvejecimiento, inmunosupresión, y está estrechamente relacionada al cáncer de piel”, aseguraron. cáncer de piel.jpg Imagen ilustrativa Hace una década la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) sentó su postura en un documento, desaconsejando firmemente el uso de este tipo de artefactos. “A partir de la década de 1980 aparecieron las así llamadas camas solares como una alternativa rápida, cómoda y segura de adquirir bronceado artificial en la piel. Su uso se extendió por todo el mundo sin que hubiera una mirada crítica y al amparo de controles laxos. Actualmente conforma una industria de importante impacto económico, poco regulada, con atractivas publicidades que estimulan el consumo mediante explotaciones pequeñas en gabinetes (cosmetólogas, salones de belleza, gimnasios y salones de masajes en hoteles) u organizaciones comerciales de mayor tamaño que ofrecen servicios con marca registrada. Se agrupan en cámaras que los representan y promueven el negocio, defendiendo con vigor sus intereses, con poca consideración a los aspectos médicos del problema”, advirtieron desde la entidad. Entre los efectos de su uso, señalaron: “Existe amplia evidencia de que las RUV inducen carcinogénesis en melanocitos y queratinocitos actuando en todos los puntos de este proceso (iniciación y promoción)”. Entre Ríos busca regular el uso de las camas solares.jpg Entre Ríos busca regular el uso de las camas solares Consultado por este tema, el médico dermatólogo Roberto Garramuño, socio de la SAD y expresidente de la Sociedad de Dermatología del Litoral, fue contundente y aseguró a UNO: “El 90% de los casos de cáncer de piel están asociados a la radiación ultravioleta. Y como ya se sabe muy bien, las camas solares son fuente de radiación. Los dermatólogos no estamos de acuerdo con su uso y jamás recomendaríamos esa práctica”. Cuidar la salud evitando las camas solares Garramuño, quien atiende en Diamante y Crespo en el ámbito público y privado, hizo recientemente una diplomatura en Dermatología Oncológica y remarcó: “Las personas menores de 18 años con más razón deben evitar el uso de cama solar, porque los primeros 18 años de la vida se da el 80% que hace la radiación ultravioleta sobre el organismo. Y no hay que olvidar que el efecto es acumulativo e irreversible. A esto es fundamental que la gente lo entienda”. “En Brasil, por ejemplo, la gente que anda vendiendo choclos en la playa usa ropa con protección UV. Acá no lo vemos porque la gente todavía no tomó conciencia”, refirió en torno al vecino país, que fue pionero en prohibir totalmente las camas solares en 2009, y luego se sumaron otras naciones. control.jpg Control. Ante cualquier cambio que resulte sospechoso en las manchas o lunares, consultar al dermatólogo. Por otra parte, analizó: “Hay que prevenir los daños que hace el sol sobre la piel, y no usar cama solar, que actúa más intensamente que el sol. Pero como es un negocio, se sigue promocionando sin advertir sus efectos. Hay muy pocos controles tanto sobre la práctica como del equipamiento que se usa”. Y subrayó que no hay camas solares que hagan menos daño: “Es como decir que hay cigarrillos que producen menos cáncer de pulmón que otros, y en realidad todos lo producen”, recalcó. La prevención es clave En promedio, se detectan en la Argentina más de 129.000 nuevos casos de cáncer de piel al año, según la SAD, y alrededor de 600 personas mueren por melanoma, el más agresivo. “Muchas veces un melanoma puede ser un lunar, una mancha o una lesión que creció bruscamente. Hay que ver si se modificó, si tiene asimetría, si cambió el color, si tiene borde irregular dentado en forma de islote, si se sobreelevó. Ante estas variaciones, hay que consultar al médico”, explicó Garramuño, quien hizo hincapié en visitar a un dermatólogo al menos una vez al año para hacerse controles. “Si al melanoma no se lo diagnostica precozmente, al paciente hay que hacerle muchas cirugías, hacer un tratamiento inmunitario que tiene sus altos riesgos y lleva más tiempo, significa más gasto para el paciente y para la obra social. En cambio, si lo detectamos a tiempo, con una cirugía bien hecha se cura en más del 90% de los casos”, concluyó.
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