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Concordia » Entre Rios Ahora
Fecha: 28/02/2025 11:30
Fernando Montañana, cuarenta y poco más, uruguayense, empresario del rubro de la publicidad, dueño de una pyme, es cauto, mide cada palabra que dice, el peso, la espesura, evita el ruido. En septiembre de 2021, cuando arrancó el megajuicio que sentó en el banquillo al exgobernador Sergio Urribarri, en un proceso que concluyó el 7 de abril de 2022 con la condena a 8 años de cárcel, con 14 imputados, cinco de los cuales fueron absueltos, Fernando Montañana estaba entre los citados a las audiencias. Su nombre se escuchó en la sala de audiencias y quedó adosado a una durísima acusación del Ministerio Público Fiscal: que durante el gobierno de Urribarri, con Pedro Báez como su ministro de Cultura y Comunicación, el Estado permitió la operación de un sistema cartelizado de funcionamiento de las empresas que proveían la instalación de cartelería callejera. Juan Pablo Aguilera, cuñado de Urribarri, manejaba ese sistema al que se entraba mediante el pago de coimas. Fernando Montañana quedó en medio de ese sistema. Pero Fernando Montañana no pudo defenderse: no se defendió. El abogado Emilio Fouces pidió la suspensión del megajuicio por cuanto Montañana atravesaba un cuadro delicado de salud y estaba internado. El tribunal del megajuicio -José María Chemez, Carolina Castagno, Elvio Garzón- comisionó a un forense para constatar el estado de salud del imputado Montañana. Efectivamente: no podía viajar a Paraná a ser parte de las audiencias de juicio. Decidieron excluirlo: más adelante, en algún momento, se abriría el proceso a Montañana. Cuatro años después, esta semana, Entre Ríos Ahora contó que Montañana será finalmente sometido a juicio. Ya se anotició la conformación del tribunal -Carolina Castagno, Elvio Garzón, Julián Vergara- y solo resta definir la fecha de las audiencias. El defensor Emilio Fouces tildó de “insólita” la decisión y adelantó que interpondrá los recursos necesarios para frustrar el intento. Fernando Montañana dice que quedó sorprendido cuando lo enteraron de la mala nueva. “Estoy un poco sorprendido porque si bien el juicio fue hace cuatro años, mi imputación es de 2016. Hace nueve años que estoy en este proceso, digamos que es un proceso eterno”, asegura. -¿En qué medida cambió sus planes haber quedado imputado en una causa penal? -le preguntaron desde el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7. -En realidad, nosotros somos una pyme, soy un pequeño empresario. La gente se imagina que yo soy, no sé, un empresario millonario, pero no. Soy una persona que todos los días va a trabajar, atiende a los clientes al frente del mostrador, hacemos cosas relativas a todo lo que es cartelería. Verme envuelto en un escándalo mediático es bastante raro. Nunca pensé estar en una situación así. No paro de sorprenderme. Pero a veces hay que aceptar las cosas como se dan. -Su defensor Fouces planteó que antes de ir a juicio, antes de sentarse ante el tribunal que lo va a juzgar, ya está condenado porque su nombre quedó asociado a un hecho ilícito. -Sí, sí, sí, yo lo siento así, yo lo siento así. La verdad que me hubiera gustado en su momento poder estar para dar mi visión de las cosas. Estoy seguro que hicimos todo desde la empresa como debíamos hacerlo. Cuando escuché al juez dar la sentencia, se me nombraba, se me culpaba y lo sentí como una situación injusta porque no me pude defender en ese momento. Tenía un montón de cosas para plantear: es una situación rara, no sabría cómo definirla. -A usted lo ubicó la acusación en el juicio dentro de un sistema cartelizado de distribución de la publicidad que contrataba el Estado provincial. Ahora, lo quieren llevar a juicio. ¿Se ve en esa situación de estar sentado ante un tribunal y que le repitan lo mismo que ya escuchó en 2022 cuando lo condena? -Mira, yo, preparado, no estoy porque nunca me pasó esto. Soy un ciudadano que nunca vivió ningún proceso judicial. Hablar de un sistema cartelizado, me parece que no corresponde. En el juicio hubo simplificaciones malintencionadas, desconocimiento, se notó mucho desconocimiento del rubro y parecía que se estaba hablando de algo totalmente abstracto en algunos momentos. -¿En qué medida lo afectó a su actividad comercial? -Mira, a mí, particularmente, en cuanto a lo que es comercial, sí, tuvimos alguna cuestión con alguna empresa importante con la que nosotros trabajábamos. Cuando nos vimos en medio de esta polémica, dejaron de contratarnos. Era una empresa grande, pero yo no lo sentí como una pérdida. Me dolió más en lo personal, me dolió mucho más lo personal. Somos una empresa que hace 50 años que está; me hice cargo de la empresa cuando falleció mi papá. Tenía 20 años. Desde muy joven me tuve que hacer cargo, y digamos, verse ensuciado gratuitamente es algo que me dolió más en lo personal. Pero uno aprende que no puede vivir dolido por las cosas que pasaron. Uno tiene que aprender a sobrellevarlo. No me gusta haber estado involucrado, pero es algo que lo tengo que aceptar que está, porque no puedo mirar para otro lado. -¿Lo conoció a Juan Pablo Aguilera?¿Tuvo una relación estrecha con Juan Pablo Aguilera como para participar de un mecanismo cartelizado de distribución de la publicidad? -Mira, Aguilera se encargaba de la publicidad cuando había campaña política. Ahí lo conocí, en la campaña, creo que en 2008. No sé cuándo fue. Pero por ahí lo conocí. Pero conozco a Aguilera como conozco a un montón de personas del rubro de la política, porque cada campaña política que se hace, yo me contacto con gente que contrata carterlería. Inclusive, en la última campaña publicitaria de las elecciones, hicimos publicidad para Adán Bahl y para Rogelio Frigerio. Es algo normal: para nosotros es normal. Pero de ahí a tener algo delictivo, no. Es parte de la actividad contratar y atender a distintos clientes, sobre todo la política. Es parte de la actividad de la cartelería en vía pública. Pero de ahí a rozar la cuestión penal, hay una distancia sideral. -¿Cómo va a enfrentar lo que se viene? -Sinceramente, no lo sé. Esto me parece algo totalmente, cómo decirlo, injusto tener a una persona nueve años sometida a un proceso. Técnicamente no puedo decir nada, me parece una locura tener tanto tiempo una persona en esta situación. No tengo nada que ver con la política. Si me toca ir a un juicio, quiero dar mis herramientas, quiero que alguien me diga en qué fallé, si es que hay puntos oscuros ahí, para yo poder aclararlos, pero bueno, no sé, no quiero hablar de política, porque no es lo mío. De la Redacción de Entre Ríos Ahora
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