27/02/2025 19:44
27/02/2025 19:43
27/02/2025 19:43
27/02/2025 19:43
27/02/2025 19:43
27/02/2025 19:43
27/02/2025 19:43
27/02/2025 19:43
27/02/2025 19:42
27/02/2025 19:42
» Diario Cordoba
Fecha: 27/02/2025 13:46
Jésica Rodríguez, quien según la Guardia Civil mantuvo una "relación particular" con el que fuera ministro de Transportes José Luis Ábalos, ha declarado ante el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente que no iba a trabajar a las empresas públicas en las que estuvo contratada, Ineco y Tragsatec, porque le dieron un ordenador, le dijeron que ya la llamarían, pero nunca lo hicieron, aunque sí cobró el salario mínimo interprofesional. La testigo enmarcó esa circunstancia atípico en que mantenía una relación sentimental con el ahora diputado del grupo mixto por la que también consiguió el piso de lujo en la Torre de Madrid, en la madrileña plaza de España, que ocupó durante más de dos años y que según la investigación abonaba el empresario Luis Alberto Escolano por orden del comisionista de la trama Koldo Víctor de Aldama. Durante su comparecencia como testigo, Jésica Rodríguez, a la que se ha visto muy afectada -lo que ha hecho que el instructor le autorizara salir por una puerta donde no había medios de comunicación- ha explicado que eligó el apartamento apartamento de Plaza de España, cuyo alquiler costaba más de 2.600 euros al mes, por su proximidad a la calle Ferraz, donde se encuentra la sede central del PSOE, y a la universidad, donde ella estudiaba una carrera, después de que el propio Ábalos le comentara que tenía que buscar piso. La comparecencia ha comenzado preguntando a Rodríguez por la relación que tenía con Ábalos. Ella la ha definido como "relación de pareja", que se inició en octubre del 2018, pero en noviembre de 2019, como él le había prometido divorciarse y "seguía con su mujer e hijos", le presionó para que "cada cual hiciese su vida", lo que no impidió que siguiese viviendo en el apartamento hasta marzo de 2022, como le hizo ver el magistrado. "Ábalos lo que me dijo fue que mientras yo estudiase la carrera que yo podía seguir tranquilamente en la casa", se justificó. A preguntas del juez ha admitido que no sabía quién lo pagaba, aunque "imagina que Ábalos coordinándolo con Koldo", porque "siempre le hacía todo, hasta ir a por tabaco". Lo que sí sabe es que fue el exministro quien la animó a dejar a sus compañeras de piso y buscar uno propio. "Me dijo que cogiera un piso que me gustara y elegí ese porque estaba cerca de Ferraz y de mi universidad", aseguró. Fue Koldo quien se ocupó de todo y quien le dijo que tenía que "quedar con un tal Alberto", que pensó que era de la inmobiliaria. Se trataba de Luis Alberto Escolano, al que Aldama tiene como "hermanito" en su móvil. Tenía que hablar con Alberto o con Koldo si pasaba algo, como que la nevera se estropeaba o que el primero no había pagado dos mensualidades. Fuentes presentes en la declaración han señalado que Jésica ha reconocido ante el magistrado que viajó con Ábalos mensualmente a Londres, Moscú, Abu Dabhi. La testigo afirmó que "siempre" lo pagaba Ábalos, "excepto cuando lo gestionaba Koldo, pero igualmente ellos se entendían luego y aunque Koldo lo gestionase, luego Ábalos se lo abonaba". Señaló que lo sabe porque lo hablaban delante de ella. Empresas privadas Aseguró que su contratación por parte de Ineco y Tragsatec se produjo a través de Joseba García, hermano de Koldo, Aseguró que ignoraba que fueran públicas, porque creía que esas se entraba por oposición. El propio Koldo justificó ante el juez Puente la contratación de Jésica Rodríguez en su amistad con ella. Cuando el magistrado le preguntó directamente si había sido contratada por enchufe, este respondió: "Porque era amiga mía y porque para ciertos trabajos la amistad y la colaboración y el poder confiar en una persona es importante". Previamente había asegurado que "estaba preparada y era un cargo de confianza porque era la que llevaba todo el tema de Joseba todo lo que es todo el trabajo que realizaba". Habrá que esperar al día 4 para saber por qué Escolano, al que el considerado nexo corruptor de la trama Víctor de Aldama llamaba "hermanito" en sus contactos del teléfono, pagó algo más de 88.000 euros del alquiler del apartamento del que disfrutó Jésica Rodríguez entre marzo de 2019 y septiembre de 2021. El empresario de Calatayud, que en un principio también estaba citado a declarar este jueves ante el juez Puente, está considerado por la Guardia Civil como el receptor de un sobre de Aldama con "información sensible" y respecto a lo que el comisionista ha insinuado que podría ser perjudicial para el Gobierno y relacionado con "la financiación ilegal" del PSOE, dijo en la Cope. Las pesquisas desarrolladas por la trama detallan la intervención de personas cercanas al exasesor de Ábalos, Koldo García, en gestiones necesarias para 'colocar' a Jessica como administrativa en al menos dos empresas públicas, INECO, dependiente de Transportes, y Tragsatec, bajo la órbita de la SEPI. Koldo ya admitió ante el magistrado Puente que, aunque había más candidatos, Rodríguez estaba preparada para estas plazas, para la realización de tareas administrativas, y que fue elegida por ser persona "de confianza". Aldama, contratado También este jueves han declarado ante el magistrado Puente dos empresarios. Se trata de Manuel Sallés, responsable de Instalibero District, imputado por la Audiencia Nacional en la causa por fraude de IVA con hidrocarburos, y José Ruz, dueño de la constructora Levantina que, según Aldama, pagó "una comisión 77.500 euros por la gestión de las adjudicaciones obtenidas del Ministerio de Transporte". Durante su comparecencia este jueves como testigo, Ruz ha negado conocer al ministro, más allá de que ambos son valencianos, pero sí a Koldo García. En lo que han coincidido los dos es en negar contrataciones con el Ministerio de Transportes y mucho menos el pago de comisiones. El propietario de Levantina ha señalado que tenía a sueldo a Aldama para recuperar una deuda de 5 millones en Panamá, por cuya obtención el comisionista se llevaría un 20% de lo recuperado.
Ver noticia original