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» El Ciudadano
Fecha: 27/02/2025 11:59
Lucas Rafael Caraballo era profesor de danzas, oriundo de Paraná, Entre Ríos y alquilaba una casa en Santa Fe. En la planta alta vivía el propietario, un ex celador carcelario. Desapareció en navidad. Diez días después, apareció en la zona de bañados cercana al hipódromo un cuerpo desmembrado. Faltaban partes que usualmente permiten la identificación de la víctima, como huellas dactilares o piezas dentales. La denuncia de búsqueda de paradero del profesor la radicaron cuatro días después y encendió la alarma. Para la fiscalía el ex penitenciario lo mató en la casa alquilada, lo descuartizó. Luego traslado los resto en valijas para lo que usó un auto de alquiler. El crimen del profesor Los fiscales Ana Laura Gioria y Estanislao Giavedoni, a cargo de la investigación, contaron que la víctima fue vista por última vez en navidad. El 5 de enero, en forma fortuita, encontraron un cuerpo mutilado a la altura de los bañados del río Salado en la capital provincial. Cuatro días más tarde entró una denuncia por búsqueda de paradero del profesor de danzas. Este joven alquilaba un departamento en la planta baja de pasaje Larguía al 8600. Para la fiscalía, lo mató la noche de navidad luego de un entredicho. Aparentemente le reclamó a Lucas que le pague por adelantado el alquiler y la víctima se negó. El cuerpo La fiscalía no pudo aún determinar fehacientemente cómo cometió el homicidio ya que mutiló el cadáver. A lo que sumaron que el departamento que ocupaba Caraballo estaba limpio y recién pintado. Un sillón de la víctima fue encontrado en poder de un allegado del ex penitenciario y una prueba de luminol determinó una reacción química que estimó la presencia de sangre humana. Los fiscales dijeron que el cuerpo médico forense peritó algunas partes del cuerpo, aunque no todo fue hallado. “Entendemos que lo descartó por otro lado con la intención de que el cuerpo no pueda ser identificado”, dijeron. No hallaron huellas digitales, piezas dentarias ni los miembros superiores donde la víctima tenía tatuajes. La fiscalía entendió todos estos hechos como maniobras de obstaculización para evitar la identificación de la víctima. Testigos Algunos testimonios obtenidos en la investigación dijeron que el imputado le pedía que le pague adelanto el alquiler y Lucas se negaba. Su reacción era violenta al punto que le llegó a contar a una amiga que si no le pagaba lo iba a matar y que como no le pagó el día de navidad alegaba que no tenía dinero para comprarle un regalo a su hijo. Según las declaraciones contrató un coche de alquiler y estiman que trasladó los restos ocultos hasta el reservorio donde fueron descartados en la zona ubicada frente al Hipódromo de la ciudad de Santa Fe. Machetazo a otro inquilino Los funcionarios agregaron que Ever Jesún P. cuenta con una condena del 2023 por un problema que tuvo con otro inquilino que estaba vinculada con los pagos. No eran pagos que se adeudaron sino adelantos de alquileres. Ante la negativa, hubo una respuesta violenta que incluyó una lesión con cortes en los dedos con un machete, aseguraron. Violencia de género El ex penitenciario además tenía causas abiertas por hechos de violencia cometidos contra su pareja. Según la fiscalía, este hombre sometió a la víctima a violencia física y psicológica en una casa de Laguna Paiva y en un departamento en Santa Fe donde convivieron. Agregaron que estos ataques incluyeron abusos sexuales, golpizas y amedrentamiento. “En varias ocasiones, la intimidó con armas blancas y la mantuvo privada de su libertad bajo amenazas de matarla, desmembrar las partes de su cuerpo y descartarlas para evitar que fueran encontradas”, aseguraron. Dijeron que el investigado solía amenazar a la mujer con hacerle daño a sus seres queridos y le aseguraba que, por su condición de ex agente penitenciario, él tenía contacto con policías y eso garantiza su impunidad”, aseguraron. Incluso la amenazó con matarla, descuartizarla y esparcir sus restos para que no sea hallado su cadáver ni sea identificado. Esta es la maniobra que realizó sobre el cuerpo de Lucas, concluyó el fiscal. En una de esas agresiones ocurridas el 16 de diciembre la víctima logró escapar y refugiarse en la casa de una vecina desde donde llamó al 911 y el agresor fue detenido. El ex penitenciario fue imputado por homicidio, abuso sexual gravemente ultrajante, lesiones leves dolosas y privación ilegítima de la libertad en un contexto de violencia de género. El juez Gustavo Urdiales, en una audiencia de medida cautelar, dictó la prisión preventiva del ex uniformado.
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