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» Comercio y Justicia
Fecha: 27/02/2025 11:58
El Juzgado Civil, Comercial, Conciliación, Familia, Control, Niñez, Adolescencia, Penal Juvenil, Violencia Familiar, de Género y Faltas de Corral de Bustos resolvió hacer lugar a la petición de supresión del apellido paterno de un adolescente. La decisión fue tomada por el juez Daniel Gómez, quien consideró acreditados los “justos motivos” exigidos por el artículo 69 del Código Civil y Comercial de la Nación (CCyCN, a partir de la prueba producida y las circunstancias personales y emocionales del menor. La demanda fue promovida por el asesor letrado en representación de M. S. C., madre del adolescente G. M. C., contra el progenitor L. F. M., solicitando que el nombre del menor quede conformado exclusivamente por el apellido materno. Ordenamiento jurídico El juez Gómez sostuvo que el ordenamiento jurídico exige la existencia de “justos motivos” para autorizar la supresión de un apellido, lo que excluye cualquier razón frívola o intrascendente y requiere que se acrediten hechos que afecten de manera seria los intereses materiales, morales o espirituales de la persona que busca la modificación. En este caso, la prueba reunida fue determinante para acreditar la afectación emocional y el padecimiento que experimenta el adolescente al portar el apellido paterno. La valoración principal se basó en el informe psicológico del equipo técnico del juzgado, que expuso las entrevistas realizadas al menor. En su declaración, el adolescente manifestó que siempre ha preferido ser llamado con el apellido de su madre, como se lo reconocía en la escuela primaria. Señaló que la relación con su padre biológico nunca fue buena y que sufrió episodios de abandono y ausencia reiterada por parte de él, lo que le provocó problemas emocionales. El menor también refirió que actualmente realiza un tratamiento integral de salud mental debido a un cuadro de hiperactividad. Consultado sobre las razones para eliminar el apellido paterno, explicó que no se trataba de un acto motivado por el enojo hacia su padre, sino de un deseo de ser identificado con el apellido de su madre, con el cual se siente representado y cómodo. El adolescente aclaró que la mayoría de las personas lo reconocen por el apellido materno, lo que refuerza su decisión de formalizar esa identidad.
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