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» Diario Cordoba
Fecha: 27/02/2025 07:35
La escenificación pública de apoyo a Carlos Mazón tras la catástrofe de la DANA se mantiene. En privado, la preocupación no deja de crecer. En estos cuatro meses ha habido muchas cosas que en la dirección nacional -y en otros sectores del partido- han sido difíciles de digerir. Y hay algo que tampoco ha cambiado con el paso del tiempo: la sensación generalizada de que el ‘president’ y su equipo más cercano -el que le asesora y le acompaña en todo momento- no serán capaces de recuperar parte del relato que ya ha ganado el Gobierno. No solo por la cronología del día de la tragedia -sobre la que Mazón ha dado nuevas versiones en las últimas horas- sino por la gestión de todo lo que ha venido después, incluido el tono y la imagen que ha dado el presidente autonómico. Si en las primeras semanas se repetía el reproche acerca de la distancia y frialdad proyectada, con un discurso permanente a la defensiva, ahora lo hay por no estar centrado en explicar la reconstrucción de Valencia, cayendo una y otra vez en incoherencias y errores repetidos. En los territorios y los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado hacen la misma reflexión: “No se entiende por qué insiste una y otra vez en lo mismo y no se explica los avances. Debería dar una imagen de esperanza y de que las cosas ya se están haciendo bien”, explicaban este miércoles diputados y senadores. En la dirección nacional no escondían ayer “la preocupación” que implica el constante vaivén de versiones de Mazón que, “aunque quiera defenderse y está en su derecho” dicen, “no aclara nada ni beneficia a nadie”. Este miércoles hubo un ejemplo muy claro. A la misma hora que Alberto Núñez Feijóo lanzaba su pregunta semanal a Pedro Sánchez en la sesión de control al Gobierno, Mazón improvisaba unas declaraciones ante medios de comunicación -que no estaban previstas- y en las que reveló que el día 29 de octubre llegó al Cecopi a las 20:28 horas. Desde hace días el ‘president’ viene insistiendo en la idea de que él no formaba parte del órgano que coordinaba la emergencia -así es- y que, por tanto, no podían estarle esperando para enviar la alerta masiva a la población, que finalmente llegó a los teléfonos móviles de los valencianos a las 20:11 de la tarde. Esta nueva estrategia, más propia de una defensa judicial, coincide con la investigación penal iniciada por una magistrada de Catarroja en la que centra todas las pesquisas en el aviso tardío a los ciudadanos, considerando que pudo contribuir a que hubiera muchas más muertes. Hasta ahora lo que había trasladado la Generalitat -también después de muchos giros- es que el ‘president’ se incorporó a esa reunión pasadas las siete de la tarde. La cuestión es que en los días posteriores a la tragedia Mazón dejó entrever también que estaba en el Cecopi antes de esa hora y sin cobertura. Lo hizo para reprochar a Teresa Ribera, entonces vicepresidenta, sus “manipulaciones” por un mensaje de texto que le envió a su móvil. También la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, había afirmado haber visto al ‘president’ conectado antes de que se enviara la alerta. De una u otra manera, en Génova reconocen que todos estos detalles y cambios de versiones no aportan más que confusión. Y se reafirman en que no benefician en nada la labor de la Generalitat porque inciden en las horas más críticas y que tanto están penalizando a Mazón: la comida en El Ventorro y sus movimientos en toda la tarde en la que se estaban produciendo las intensas lluvias que acabaron en desastre. “Se pueden hacer muchas cosas, pero mentir no. Eso acaba saliendo mal”, reflexiona un dirigente cercano a Alberto Núñez Feijóo. Públicamente el partido está en cerrar filas porque asumen que hacer lo contrario sería tanto como asumir que la Generalitat fue la única responsable, cuando el PP sigue pensando que el Gobierno de Sánchez “abandonó” al ejecutivo autonómico para forzar su desgaste total. Y en eso se escudan la mayoría de dirigentes para seguir apoyando a Mazón, a pesar de que las dudas sobre el desenlace que esto tendrá no paran de acumularse. El principal temor para algunos dirigentes consultados por este diario es que “sigan saliendo cosas perjudiciales” o Mazón -al que reconocen el derecho de defenderse de lo que también ven como “una cacería”- no sea capaz de centrarse en el relato de la reconstrucción a la que ha unido, precisamente, su futuro político. Ocurrió también el lunes en la primera conferencia que el ‘president’ dio en Madrid tras la tragedia y a la que no acudió Feijóo, que en ese momento se encontraba en una entrevista televisiva. El PP valenciano justificaba esa ausencia y el propio Mazón restó importancia al gesto durante su intervención. Sin embargo, a muchos asistentes sí les sorprendió que el dirigente autonómico se recreara -una vez más- en todos los detalles del fatídico día 29 de octubre y no en los avances y “en un giro de discurso” que se están produciendo con su nuevo Consell. “No se entiende su estrategia de comunicación. Las comparecencias que improvisa, ni tampoco las que prepara”, reflexionaban ayer en el grupo parlamentario del Congreso. Mazón también quiso reivindicar el lunes los motivos por los que la Generalitat no solicitó al Gobierno central elevar la emergencia al nivel 3, lo que habría implicado que el Ministerio del Interior tomara el mando. Todo ello a pesar de que esta es la principal línea que mantiene Feijóo: que debió haberlo pedido.
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