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» Diario Cordoba
Fecha: 27/02/2025 07:34
Incontinencia urinaria: mitos, realidades y avances en su tratamiento Por Alberto Zamora La incontinencia urinaria es un problema que afecta a cerca de 400 millones de personas en todo el mundo, por lo que se trata de una enfermedad mucho más frecuente de lo que solemos pensar. Puede definirse como la pérdida involuntaria de orina, que tiene lugar en un momento y en un lugar inadecuados, por lo que deriva en un problema que termina siendo higiénico, social y emocional. La Dra. Olga Mayordomo, especialista en Urología del Hospital Universitari Sagrat Cor, informa de sus principales características: por un lado, “la ausencia de control sobre el escape miccional”, que sería la principal seña de identidad, y que, además, “puede conllevar variación en las filtraciones de orina”. Dra. Olga Mayordomo, especialista en Urología del Hospital Universitari Sagrat Cor. En segundo lugar, encontramos la “frecuencia y volumen, que pueden variar entre personas y episodios”, de forma que podemos encontrar “desde una pérdida escasa e infrecuente, hasta una ocasional y de gran volumen”. Mayordomo reafirma que resulta muy común, indicando que “según el ONI (Observatorio Nacional de Incontinencia), la prevalencia global se sitúa entre un 15 y un 50%, siendo los hombres entre el 14 y el 30%. Mientras que en mujeres, mayores de 65, oscila entre el 15 y el 51%”. Los datos entre ambos sexos se igualan en torno a los 85 años. Tampoco hay que olvidar el impacto social, emocional y económico, ya que se generan elevados costes para pacientes, deteriora la calidad de vida y está estigmatizado, por ello “suele estar infradiagnosticado e infratratado”. Tipos de incontinencia, causas y efectos psicológicos Se conocen tres tipos de incontinencia: del esfuerzo, de urgencia y mixta, que combina las dos anteriores. En el primer caso, se deriva de acciones como toser o hacer ejercicio y en el segundo caso, de la necesidad urgente de miccionar. En los casos de urgencia, según informa Mayordomo, las causas pueden ser “cambios de peso y sobrepeso, cirugía pélvica, debilidad del suelo pélvico, envejecimiento o alteraciones neurológicas”. En los casos de urgencia, hablaríamos de “la vejiga hiperactiva, que tiene como causa más común la idiopática, la obstrucción infravesical, el prolapso de órganos pélvicos o estenosis uretral, y también la neurógena”, en pacientes con historia de accidente vascular cerebral, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, etc. Es importante recordar las repercusiones psicológicas en los pacientes, que pueden llegar a experimentar “pérdida de autoestima, sentimientos de culpa, depresión, alteración relaciones interpersonales, disfunción de la esfera sexual, tendencia al aislamiento social, sentimiento de soledad y cambios de humor”. ¿Cómo se relacionan la incontinencia y el embarazo? Dr. Rodrigo Orozco Fernández, jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología en el Hospital Quirónsalud Málaga. El Dr. Rodrigo Orozco Fernández, jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología en el Hospital Quirónsalud Málaga, explica que la relación entre ambos conceptos “se debe principalmente a cambios hormonales y físicos. Por un lado, el aumento de la progesterona relaja la musculatura del suelo pélvico, mientras que, por otro, el crecimiento del útero ejerce presión sobre la vejiga, disminuyendo su capacidad y aumentando la necesidad de orinar con más frecuencia”. El problema también se ve afectado por el peso del bebé y por la postura corporal. También explica que “no hay un momento exacto de aparición”, ya que varía de una mujer a otra, pudiendo comenzar en el primer trimestre, en el segundo o en el tercero, siendo más común en estos dos últimos, “cuando el útero ha crecido considerablemente y la presión sobre la vejiga es mayor”. Explica Fernández que algunas de las mejores opciones para prevenir la incontinencia durante el embarazo pasan por “mantener un peso adecuado, evitar el estreñimiento y controlar la ingesta de líquidos (sin dejar de hidratarse adecuadamente)”, además de “consultar con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, tanto para la prevención como para el tratamiento, si ya existen síntomas”. Es importante saber que es algo normal, por lo que es aconsejable no preocuparse demasiado. Otros consejos son “usar ropa interior adecuada y protectores específicos para pérdidas leves, lo que aporta seguridad y confort, aunque lo ideal es centrarse en la prevención y el tratamiento activo del problema”. Además, tras el embarazo, normalmente, todo vuelve a la normalidad. Lo más importante en este apartado es saber diferenciar las pérdidas de orina de las de líquido amniótico. Esta última “siempre requiere una valoración médica, y suele tener una consistencia más acuosa, incolora o ligeramente blanquecina, sin olor fuerte a amoníaco como la orina”. Es importante acudir a urgencias si existe “un goteo constante o una fuga que no se puede controlar”, ya que en la consulta se realizan pruebas sencillas “de detección rápida” que pueden confirmar o descartar una rotura prematura de membranas. Principales tratamientos de la incontinencia Dr. Miguel Sánchez Encinas, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos y Ruber Internacional Centro Médico Habana. Los tratamientos siempre van a venir definidos por el tipo de incontinencia que se padezca. Según el Dr. Miguel Sánchez Encinas, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos y Ruber Internacional Centro Médico Habana, “pueden realizarse ejercicios específicos para fortalecer el suelo pélvico”, que permitan mejor o reducir la dolencia. En ese sentido “la fisioterapia juega un papel clave, mediante técnicas como los ejercicios de Kegel, que consisten en la contracción y relajación de los músculos del suelo pélvico, para fortalecerlos y mejorar su control, o el biofeedback, método que ayuda al paciente a reconocer y activar correctamente la musculatura implicada, ayudando a mejorar el control urinario”. Es importante recordar que la clave radica en la combinación de distintas técnicas, adaptadas a cada paciente, de forma que se “reduzca significativamente la incontinencia urinaria y mejore la calidad de vida, evitando en muchos casos tratamientos invasivos. La clave está en la personalización y la supervisión de fisioterapeutas especializados”. Según Encinas, otra variante son las opciones farmacológicas, “orientadas sobre todo a la incontinencia de urgencia, donde anticolinérgicos y los agonistas beta-3 son eficaces”, sin olvidar terapias mínimamente invasivas. En caso de que no sirvan las opciones anteriores, es necesario recurrir a la cirugía, que presenta características distintas para hombre y mujeres. En la cirugía masculina, “el esfínter urinario artificial es la solución más efectiva en casos severos, con tasas de mejora por encima del 75%”. Es una prótesis, con un manguito hinchable alrededor de la uretra, que “el paciente activa manualmente para liberar la orina cuando lo necesita”. También puede recurrirse a las mallas suburetrales. En los casos de vejiga hiperactiva, “la inyección de toxina botulínica intravesical se ha convertido en una opción eficaz. Al administrarse directamente en la pared de la vejiga, relaja el músculo detrusor y reduce las contracciones involuntarias, evitando las pérdidas de orina”. ¿Y en el caso femenino? En la de urgencia, mallas suburetrales y agentes abultantes como Bulkamid. Si hablamos de un esfínter dañado durante el parto, “el implante del esfínter urinario artificial es imprescindible”. En la incontinencia de urgencia, provocada por vejiga hiperactiva, “inyecciones intravesicales de toxina botulínica y neuromodulación de raíces sacras, que modulan los impulsos nerviosos”. En casos de vejiga de escasa capacidad, “técnicas de ampliación vesical, que utilizan un asa de intestino delgado que mejora la capacidad vesical”, explica el doctor Encinas. A pesar de existir riesgos, como en cualquier intervención quirúrgica, “las tasas de éxito de estas intervenciones son muy elevadas y la mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa en su calidad de vida”. Métodos de prevención de la incontinencia Dra. Luz María Moratalla, especialista en Urología del Hospital Quirónsalud Valencia Existen distintas formas de tomar medidas contra la incontinencia, la Dra. Luz María Moratalla, especialista en Urología del Hospital Quirónsalud Valencia, explica que “lo más importante es fortalecer los músculos del suelo pélvico y evitar el sobrepeso y la obesidad. Para prevenir la incontinencia urinaria de urgencia sería recomendable reducir la ingesta de irritantes de la vejiga (alcohol, té, cafeína)”, además de vaciar la vejiga de forma frecuente. En ese sentido, ha quedado demostrado que existe una relación entre la incontinencia y determinadas bebidas, alimentos ácidos y con la sal. Del mismo modo, y al igual que hemos comentado que existen ejercicios que se pueden realizar para mejorar la incontinencia, existen hábitos apropiados para prevenirla, tales como “evitar la obesidad, el estreñimiento y los esfuerzos crónicos. También es importante la deshabituación tabáquica (por la tos crónica asociada) y el control glucémico para evitar la diabetes mellitus”, matiza la doctora Moratalla.
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