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  • La historia de la primera bandera de Belgrano: quién fue la mujer que la confeccionó y la orden del gobierno de esconderla

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 27/02/2025 05:13

    Manuel Belgrano sufrió en carne propia las vicisitudes de estar al frente de un ejército armado a las apuradas. Buscó en la escarapela y la bandera los símbolos para buscar una identificación de sus hombres a la causa de la independencia El tiempo demostraría que el plan ideado por el Primer Triunvirato era inútil. Que mantener las comunicaciones en el litoral y proteger a las poblaciones ribereñas así como el comercio con el Paraguay de las incursiones españolas, no había cumplido su objetivo y las fortificaciones levantadas para tal fin serían abandonadas en 1813. Pero Manuel Belgrano, para fines de 1811, no tenía cómo saberlo. Y en ese caserío al que referenciaban como el Rosario, hizo instalar dos baterías, a las que llamó Independencia y Libertad. Parece que el nombre del lugar viene de la Virgen del Rosario, y de una imagen instalada en una capilla, frente a una plaza, centro de un rancherío que se fue levantando a su alrededor. Que con el tiempo empezaron a llamarlo Rosario. Hay controversias sobre el número de franjas, posiblemente fueran dos verticales. En la ilustración, Belgrano la presenta a sus hombres en un acto realizado muy cerca de donde está el Monumento a la Bandera, en la ciudad de Rosario Fue por iniciativa de ese abogado devenido en general que se creó la escarapela por una cuestión práctica: ayudar a que sus soldados, muchos sin uniforme, se identificasen en el campo de batalla y no se matasen entre ellos. La solicitó el 13 de febrero de 1812 y el 18 el Primer Triunvirato la autorizó y así una escarapela de dimensiones, celeste y blanca, comenzó a lucirse prendida del pecho de los combatientes. Luego la Asamblea del Año XIII aprobó el 12 de marzo de ese año el Escudo Nacional. Dos meses después el mismo cuerpo sancionaba por aclamación la letra del Himno, fruto de la inspiración de una noche sin dormir de Vicente López y Planes. La bandera, asignatura pendiente. Envalentonado por la aprobación de la escarapela, Belgrano se animó a darle forma a una bandera, cosida por la vecina María Catalina Echevarría de Vidal, una mujer de 29 años hermana de Vicente Echevarría, un abogado amigo suyo. María Catalina había sido criada por la familia de Pedro Tuella, que tenía un almacén de ramos generales, y de ahí obtuvo las telas. La escarapela era grande y los soldados la lucían en su pecho para identificarse durante la batalla Junto a otras dos mujeres demoraron cinco días en confeccionarla. A pedido de Belgrano se le agregó un flequillo de hilos de oro para que no apareciese de menor categoría que las españolas. A las seis y media de la tarde del jueves 27 de febrero de 1812, la tradición oral cuenta que la propia María Catalina la llevó a la ribera del Paraná, donde Belgrano la hizo jurar a sus soldados frente a la Batería Independencia, compuesta por tres cañones. Montado a caballo, frente a sus tropas formadas en cuadro, expresó: “Soldados de la patria, en este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional; en aquel (señalando la batería Independencia), nuestras armas aumentarán sus glorias. Juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores, y la América del Sud será el templo de la Independencia y de la Libertad. En fe de que así lo juráis, decid conmigo: ¡Viva la patria!” Los soldados respondieron con un sonoro viva. Bernardino Rivadavia, como secretario del Primer Triunvirato, le recomendó a Belgrano deshacerse de la bandera La izó por primera vez el vecino Cosme Maciel, que era ayudante de Celedonio Escalada, comandante de la villa del Rosario y capitán del Regimiento 5. Ese mismo día le escribió al gobierno: “He dispuesto para entusiasmar a las tropas, y estos habitantes, que se formen todas aquéllas, y hablé en los términos de la copia que acompaño. Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola la mandé hacer blanca y celeste conforme a los colores de la escarapela nacional, espero que sea de la aprobación de V.E.” Disputas por la bandera Al conocer la noticia, el Primer Triunvirato, especialmente su secretario Bernardino Rivadavia puso el grito en el cielo. Es que entonces contábamos con el auxilio de Gran Bretaña para lograr el retiro de las tropas portuguesas de la Banda Oriental, siempre y cuando no disgustemos a España, aliada entonces de los ingleses. No era el momento oportuno para tener bandera propia. Rivadavia le pidió que la escondiese. En Jujuy, Belgrano la hizo bendecir por el cura Juan Ignacio Gorriti Pero como las comunicaciones demoraban semanas o meses en llegar, la orden escrita llegó al Rosario cuando Belgrano ya había partido al norte. El 25 de mayo, aprovechando el segundo aniversario de la Revolución de Mayo, la había hecho bendecir en Jujuy por el cura Juan Ignacio Gorriti. Luego se enteró de la reacción del gobierno El 18 de julio Belgrano hizo su descargo por carta ante el Triunvirato. Que no le había llegado la comunicación de dejar de lado la bandera, que el 1 o 2 de marzo había partido hacia el norte, que como tenían escarapela pero no bandera juzgó con que “estas provincias se cuenten como una de las naciones del globo, me estimuló a ponerla”. Informó que la destruiría, “ya la desharé para que no haya ni memoria de ella”. Terminó la misiva admitiendo que “mi corazón está lleno de sensibilidad y quiera V.E. no extrañar mis expresiones, cuando veo mi inocencia y patriotismo apercibido en el supuesto de haber querido afrontar sus superiores órdenes…” Y en carta a Rivadavia del 31 de agosto, luego de describir como injusta la amonestación del gobierno, afirmó que “usted persuádase que Belgrano es sincero, y un hombre de bien, amante de su patria (…) mis errores no son de voluntad, créalo usted, son de entendimiento, porque no es dado a todos en tenerlo en todo su lleno”. 20 de febrero de 1813: en la batalla de Salta la bandera creada en Rosario guió a las tropas Pero los vientos políticos estarían a favor de Belgrano. El 8 de octubre de 1812 por obra de la Logia Lautaro y de la Sociedad Patriótica cayó el gobierno y asumió el Segundo Triunvirato, que dio un nuevo impulso al movimiento independentista. El abogado devenido en general, a orillas del río Pasaje, la hizo jurar a las tropas. Tomó la bandera y la colocó en una suerte de altar en medio de la tropa formado en cuadro, según describe Bartolomé Mitre en su historia de Belgrano. “Este será el color de la nueva divisa con que marcharán a la lid los nuevos campeones de la patria”. Cada uno besó la cruz que se formó con la espada de Belgrano y el asta de la bandera. Desde entonces ese río se llama Juramento. Bautismo de fuego para la bandera Nuestra bandera haría su presentación en combate en la batalla de Salta, librada el 20 de febrero de 1813. La declaración de la independencia fue un primer paso y brindó las herramientas a José de San Martín para encarar su cruzada libertadora al mando de un ejército de un país debidamente constituido. Pero luego de ese martes 9 de julio de 1816, cuando se declaró la independencia, aguardaban a los diputados un largo temario que incluía qué forma de gobierno debíamos darnos y diversas cuestiones referidas a la economía, al ámbito militar y a la educación. Era el “Plan de materias de primera y preferente atención para las discusiones y deliberaciones del Soberano Congreso”. Era momento para un pronunciamiento sobre la bandera. Fue el diputado altoperuano Esteban Gascón quien puso en el tapete la cuestión de la enseña. Gascón, cuyo nombre había integrado la lista de candidatos a director supremo, en el que finalmente resultaría electo Juan Martín de Pueyrredón, argumentó que la bandera celeste y blanca ya era utilizada, pero que no existía una norma legal que fundamentase ese uso. Como Gascón pretendía que la cuestión se aprobase, puso en consideración el tema de aprobar una bandera menor. La bandera menor era la de uso civil, que no incluía las armas del país porque hasta entonces no nos habíamos puesto de acuerdo sobre la forma de gobierno que adoptaríamos. ¿Tendría que incluir el escudo de un monarca inca, tal los deseos de Belgrano? Ya habría tiempo de abocarse a la discusión sobre el diseño de una bandera mayor cuando se hayan establecido la forma de gobierno. El 20 de julio Gascón presentó el proyecto que fue aprobado el 25 por unanimidad. “…será su peculiar distintivo la bandera celeste y blanca de que se ha usado hasta el presente, y se usará en lo sucesivo exclusivamente en los exércitos, buques y fortalezas, en clase de bandera menor, ínterin, decretada al término de las presentes discusiones la forma de gobierno más conveniente al territorio, se fixen conforme á ella los geroglíficos de la bandera nacional mayor”. En cuanto a la bandera mayor sería aprobada el 25 de enero de 1818, cuando se le incluyó el sol de mayo. Así fue cómo tenemos bandera, gracias a ese hombre de bien, sincero y amante de su patria.

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