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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/02/2025 02:37
Julián Álvarez sonríe, como cuando se viste de Araña cada vez que convierte un gol. Es el anfitrión de Infobae en el predio de entrenamiento del Atlético de Madrid, su nuevo lugar en el mundo, al que se adaptó con una velocidad impactante: ya acumula 20 goles y cinco asistencias en 39 partidos, en un equipo que mantiene sus ambiciones en todos los frentes: la Liga de España (está segundo, a un punto de la cima), la Copa del Rey (igualó 4-4 ante Barcelona en la ida de la semifinal) y la Champions League (se medirá contra el Real por los octavos de final). El delantero, de 25 años, está más cómodo en el área que ante los micrófonos. Pero es quien abre la puerta de su intimidad para hablar de su carrera meteórica, de su vitrina extra large, de sus hitos con la selección argentina (que incluyen un Mundial y dos Copas América), de sus inicios en River, del pase desde el Manchester City a la capital española... Y de su familia, del vínculo con Emilia Ferrero, su pareja, o del festejo espejo con Messi, gracias a una emocionante coincidencia. -Vi un montón de entrevistas tuyas, las veces que hubo festejos en Calchín, la presentación en el City, la presentación en el Madrid, y claramente todavía hay cosas que te dan vergüenza. ¿Te da vergüenza en ese momento o simplemente sos tímido y decís “uy, que pase rápido”? -Sí, es un poco eso. Soy tímido. Prefiero que sí, que pase rápido, pero bueno, al mismo tiempo hay que hacerlo. Hay que tomar esa responsabilidad por la gente, por todo lo que significa, y acá estamos. -Es un club muy lindo el Atlético y parece ser que es muy argentino, no solo por la cantidad de argentinos que tiene, sino por el tema de la garra, por todo lo que representa este club. ¿Sentís eso? ¿Como que es estar en casa? -Sí, sí, bastante. Bueno, es un poco por lo que decís, más allá de que somos muchos argentinos, esto de lo que representa, lo que la gente te muestra, el cariño de la gente, la hinchada y todo... Es bastante así. -Giuliano Simeone medio que te convenció para que vos vengas. Él dice que tiene un porcentaje de tu pase. ¿Esto es así? ¿Es verdad? -No, no, no, no, todavía no lo arreglé eso con él, jeje. Pero sí, fue ahí. Compartimos justo en los Juegos Olímpicos. Desde el primer día que llegué allá a Francia, estaba todos los días, todos los días metiéndome ficha hasta que bueno... Sí, fue un poco ahí, un poco después de los Juegos Olímpicos que tomé la decisión. -Ustedes se exigen mucho. Hay mucho partido y tienen muchos torneos. Pero sí es cierto que también, al vivir en una ciudad como Madrid, te podés dar un recreo; como hace poco cuando les dieron dos o tres días libres y te pudiste ir con tu novia a Venecia. ¿Eso se disfruta también? Porque es algo que vos no estabas tan acostumbrado a hacer, por lo menos en Argentina es más difícil. -Y... en Argentina es un poco más difícil. Pero bueno, sí, cuando nos dan esos días vienen bien porque son muchos partidos. El calendario está muy duro, son muchas, muchas cosas juntas. También cuando tenemos Selección hay fecha FIFA. Y en esos días en los que por ahí no tenés partido con el club, viajás para jugar partidos con la Selección. En este calendario, a los que convocados se les hace una carga muy pesada y tener así unos días de descanso vienen bien siempre. Viene de anotar un gol y regalar una asistencia en el 4-4 del Aleti ante el Barcelona (AP Photo/Joan Monfort) -Es muy loco porque con todos los futbolistas que hablás, así sean de élite, ganen dos pesos o mil, conocen un montón de ciudades, pero les es imposible recorrer. ¿Te pasa eso que decís “pude conocer un lugar, pero solo del hotel a la cancha”? -Sí, hablaba un poco estos días con mi novia que por ahí estuve en un montón de lugares... No sé, hicimos pretemporada en Japón, en China, estuvimos con la Selección en Tailandia. Y sí, estuve en esos lugares, pero la verdad que no conocés mucho. Del hotel al entrenamiento, al partido, y no salimos mucho. -Vos sos muy pibe y al fin y al cabo estás cumpliendo tu sueño, pero no viviste las etapas que vive un joven normal. -Sí, hay muchas cosas que son buenas, otras cosas que te perdés, pero bueno, es lo que uno elige y lo que lo que me gusta hacer también. Sí, tenemos muchos, muchos beneficios o cosas buenas, pero también te perdés cumpleaños, cosas, festejos; no sé, recibir amigos, cosas así que uno las ve por foto, que pasan en Argentina, y uno está lejos y no puede vivirlas. Y sí que me gustaría compartir esos momentos. -¿Lo tenías pensado picar el penal en el Bernabéu contra el Real Madrid? ¿O en la caminata dijiste “yo se la pico y que sea lo que Dios quiera”? -No, ya lo había pensado como dos días antes. En los entrenamientos pateé algunos, pateé cinco o seis. Y en el último la piqué para probar. Y al otro día, el día previo, también le pateé uno a Juan Musso y también se la tiré al medio. Sí, estaba un poco nervioso, porque por ahí levanta la cabeza... -Aparte, Courtois mide dos metros y tiene mil partidos. Pero dijiste “yo voy al medio y la pico”... -Sí, sí, estaba convencido. Positivo que iba a ser gol ahí. Y, bueno, por suerte entró. -Se habló del festejo en el Bernabéu, que es el festejo de Leo Messi, señalando al cuelo. ¿Lo hiciste por Leo? -No, no. A mi mamá le dije el otro día: “Parece que tenés la bola mágica”. Porque antes del partido con Leverkusen me escribió, creo que fue el 21 de enero que jugamos y el 19 de enero sería el cumpleaños de mi abuela. Siempre digo que elegí el 19 cuando llegué al Manchester y acá por el cumpleaños de mi abuela; nosotros vivimos mucho tiempo en su casa. Fue una persona muy importante y, bueno, me escribió mi mamá ese día y me dijo “hoy si hacés un gol, dedicalo al cielo”. Y el otro día... Yo no conocí a mi abuelo de parte de mi mamá, pero también ella me mandó un mensaje antes del partido y me puso: “Ay, si hacés un gol, no lo conociste a a tu abuelo, pero te hubiese querido más que a su vida”. Entonces lo dediqué así por eso, porque mi mamá me había dicho eso. -Es una linda historia y sigue teniendo un paralelismo con Messi, porque el festejo de Messi es por la abuela también. Y eso habla también de las personas, más allá de toda la familia, que hacen muchos sacrificios, que son importantes para ustedes. -Sí, bueno, los abuelos, los padres; obviamente son personas muy importantes. Como te dije de mi abuela; tengo una que todavía está en Argentina. Pero sí, en cuanto a la que falleció hace unos años, como dije antes, vivimos en su casa. Bueno, desde que yo nací, que vivimos con ella en su casa. Creo que mi papá había venido por seis meses porque fue una mala época de la familia y nos quedamos como 20 años ahí. Bueno, así seguimos en esa casa. Así que por eso fue importante y por eso el agradecimiento. -¿Vos te presionás a vos mismo? Cuando dicen “Julián ganó todo y es el primer jugador que ganó Champions, Premier, Libertadores”, ¿eso te mueve algo o es una estadística para vos? -Sí, es algo lindo, es un sueño. Algunos jugadores sueñan con aunque sea ganar un título. Y a mí, con esta edad, que se me haya dado todo así, es algo muy lindo. Es loco, pero bueno, trato de disfrutarlo. Si bien por ahí no me detengo a pensar todo lo que pasó y se vienen muchas cosas muy seguidas, es algo lindo y me llena de orgullo. -¿Por qué acá sí y en el City no? ¿Estás más cómodo en esta ciudad? ¿Es el técnico? ¿Falló algo? -No, no, la verdad es que en el City, desde que llegué, confiaron en mí. Me trajeron desde River a Europa. Jugué un montón de partidos, hice muchos goles, ganamos títulos. Eso fue perfecto. Y si hubiese seguido ahí también hubiese estado cómodo. Siempre dije que estoy muy agradecido al club, pero sí que necesitaba algo. Algo dentro mío me decía que necesitaba un desafío diferente, buscar algo nuevo, que era no motivación, porque siempre voy a querer seguir por más, pero sí algo que no sé... Un reto diferente en mi carrera. Y sentí que acá podía ser mi lugar para desarrollarme mejor, para encontrar mi mejor versión como futbolista. Entonces fue un poco por eso. -¿Pero la pasaste mal? -No, no, la verdad que no. Sí que uno por ahí quiere jugar los partidos más importantes. Como dije, no sé, en la final de la Champions; no entré. En la semi jugué poco tiempo, y ese tipo de partidos sí que me hubiese gustado jugarlos. Un poco por eso que decía antes pienso en el cambio. -Yo vi declaraciones del presidente del Atlético diciendo “al principio costó la adaptación, pero lo traje porque lo quiero y porque es campeón del mundo”. Y el Cholo Simeone, que tiene casi una vida acá prácticamente en este club, dijo “es el jugador que trajimos que más ilusión me hizo”. Entonces me imagino que a vos te llega esa banca. -Sí, eso desde el primer momento. El cariño de la gente, llegar al club y y ver toda la gente que fue a al estadio a recibirnos. Apenas llegué al aeropuerto, estaba toda la gente ahí siguiendo el vuelo y eso me hace sentir muy importante. Y, después, trato de demostrarlo en la cancha. El Cholo, también. Cuando me hablaba los días previos a los Juegos Olímpicos, me convenció, me dijo un montón de cosas del club, no solo para ahora, sino para los años que vienen. Y, bueno, eso me gustó. -En su momento hubo una declaración de Guardiola que no gustó. A Pep en Argentina se lo quiere por la etapa de Leo (Messi), pero puede tenerse este contraste. Después Simeone te elogió diciendo “va a todas”. Scaloni hace poco, en una entrevista dijo “a Julián lo quiere cualquier técnico”. ¿A vos te llegan esas declaraciones? ¿Vos sos de mandar un mensaje y decir “che, gracias”? -No, no, no, no soy de mandar mensajes, pero sí, sí que veo lo que se dice. Todos los técnicos que tuve me han tratado muy bien. De hecho, por ahí se dice más de lo que lo que realmente es. Las últimas conversaciones que tuve con Pep fueron de “muchas gracias por todo lo que nos diste en dos años. Fueron muchísimos títulos. Nunca hiciste ningún problema, no trajiste ningún ni un quilombo en el club. Nada. Siempre te brindaste al máximo”. Ni una queja. Siempre fueron palabras de agradecimiento y mías también hacia el club. -¿Es verdad que saltaste en el helicóptero en medio de los festejos de la Selección por el Mundial? -Saltar no, pero sí estábamos ahí... Habíamos tomado porque hacía mucho calor y había que hidratarse. Hay un video del técnico ahí, con nosotros, con el Pala (Exequiel Palacios), Alexis Mac Allister y nada... Nos movíamos jodiendo porque algunos tenían un poco de miedo. Les daba cagazo el helicóptero y nosotros jodíamos con el “se mueve para acá, se mueve para allá”. Ese tipo de cosas. Y recuerdo que ahí Scaloni me dijo “ahora habla” jaja. Estaba, suelto, un poco más suelto ahí. Beso a la Copa del Mundo durante los festejos en Qatar (Photo by Eric Verhoeven/Soccrates/Getty Images) -El Dibu Martínez dijo que tu gol a Croacia no fue un gran gol, que en realidad, te los llevaste todos puestos. Y yo me puse a ver el gol y es cierto que venís como a la carga. -Sí, sí, yo iba corriendo con la pelota, la cancha estaba mala, por eso picaba un poco mal. Y nada, vi que pasó Nahuel (Molina) corriendo con todo, pero no lo vi claro como para dársela. Me chocan la tiro larga, me rebota, me fue quedando y bueno, ya cuando salí con la pelota me dije “voy a hacer el gol”. Pero sí, iba y se fue dando, hubo un poco de suerte. -Dibu también escribió un comentario diciendo que si se la picabas como hiciste en el Bernabéu te sale a buscar. ¿Eso puede ser verdad, no? -Sí, seguro que sí. Pero bueno, no sé, la verdad que no sé dónde le patearía todavía al Dibu. No sé. Vamos a ver si algún día le tengo que patear. -¿Le tenés un poco de miedo al Dibu? -Es muy bueno. Ataja todo. Pero iría convencido. Si lo hago, se lo festejo. No le pude meter ninguno en la Premier y él me decía “me llegás a meter uno y me tirás la araña y te salgo a correr”. Que se enoje jeje. -¿Pensás en el Mundial 2026? -Sí, es algo que siempre está ahí, en la cabeza: “¿Cuánto falta?” Pero también, como decís, hay muchos partidos, muchas cosas. Ahora tengo partidos con la Selección, muchos partidos con el club. Tenemos un Mundial de Clubes, después arrancar la temporada que viene y nada... Es algo importante en la vida del futbolista. -¿Seguís a River? -Sí, sí. Veo los partidos. Trato de mirarlos. De paseo por Venezia, junto a su novia Emilia Ferrero -¿La gente ya te pide volver? Eso pasa siempre, sos consciente. -Sí, sé lo que significa para Argentina. Pero sé también que es un poco un chiste porque hace poquito que estoy acá. -Se nota que tu familia es sencilla, humilde. Imagino que eso hizo también que vos tengas estos valores. -Sí, siempre muy agradecido a mis viejos. Bueno, a mis hermanos también, que son más grandes y me han marcado un camino. Son un ejemplo para mí desde muy chicos. Siempre fuimos así, la familia muy unida, con mis hermanos... Mi viejo no se perdía ningún partido, nos llevaban a todos lados, a cualquier torneo; todos los partidos de los sábados, los domingos... Ahí en el pueblo no faltaban nunca, estuvieron siempre acompañándonos. Así que, bueno, hoy en día me acompañan también acá, no se quieren perder ningún partido, obviamente, porque lo hicieron siempre así. Entonces para mí es un orgullo que puedan vivir este sueño que teníamos desde cuando éramos chicos. -¿Hace cuánto estás de novio con Emilia (Ferrero)? -Hace dos años y un poco... Bueno, tres en agosto. Nos conocemos desde chicos. El padre de ella es del pueblo de Calchín, siempre mi viejo fue muy amigo del papá. El abuelo de ella vivía en el pueblo, entonces iba seguido. Nos conocemos desde los diez años. -¿Vos encaraste o te encararon? Quizás empecé yo, después hubo una etapa que ella... Siempre tuvimos... Desde los diez hasta ahora siempre hubo así, encontronazos. Un poco a veces yo, un poco a veces ella... -¿Qué lindo tener una compañera de vida, no? -Obviamente, muy agradecido con ella porque se tienen que bancar un montón de cosas. Tienen que acomodar su vida de acuerdo a nuestros horarios, un día a la mañana que viajamos, que pretemporada, que esto, que lo otro, y bueno... Ella está siempre cocinando, limpiando, bancando en los malos momentos, disfrutando de lo bueno; entonces está todo el tiempo. Así que estoy muy agradecido por lo que hace.
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