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» Sin limites
Fecha: 26/02/2025 22:09
Sumanpa, en el corazón de Santiago del Estero, es hogar de una de las devociones más arraigadas en la historia mariana argentina: la Virgen de la Consolación de Sumampa. Cada 23 de noviembre, este pequeño pueblo se transforma, recibiendo a miles de fieles que acuden al Santuario para honrar a la Virgen, en un acto de fe que resuena a lo largo de los siglos. Sumampa es fe que se expresa en rezos, cantos, lágrimas y sacrificios, y que florece en gracias y en compromisos de vida cristiana, desde siempre la imagen de la virgen es proclamada como milagrosísima por sus gracias derramadas por más de 350 años. La historia de esta devoción se remonta al siglo XVII, en el año 1630 cuando la imagen de la Virgen llegó desde Brasil, modelada en terracota y acompañada por la Virgen del Luján al puerto de Buenos Aires, en el camino, la imagen del Luján quedó allí y Nuestra Señora de Sumampa llegó a su destino: a las manos de Antonio Farias Sáa quién fue el que la solicitó y le puso por nombre Nuestra Sra. de la Consolación, oficializado más tarde por la autoridad eclesiástica. Esta figura mariana, que se encuentra en Sumampa Viejo, se convirtió en un símbolo de esperanza y refugio para las comunidades locales. En este lugar sagrado, se erigió una de las primeras iglesias en honor a la Virgen, lo que consolidó a Sumampa como un destino de peregrinación y devoción. Virgen de la Consolación Según la tradición, esta advocación mariana data del siglo IV. Santa Mónica lloraba desconsolada la vida disipada y licensiosa de su hjo San Agustín. Sus súplicas y sus lágrimas alcanzaron la gracia de la conversión del hijo. De esta manera, la Madre del cielo quiso consolar a esa afligida madre. Los religiosos agustinos fueron solícitos propagadores de la Consolación tanto por el viejo como por el nuevo mundo. A todas luces, el títuolo de Consolación conviene a la virgen, porque ella es la consolación de Dios por su divina maternidad y consolación de los hombres por su colaboración en la obra redentora. Por eso se la proclama e invoca «Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa del Espíritu Santo, templo y sagrario de la Santísima Trinidad». La celebración de la Virgen de Sumampa es una tradición que ha perdurado más de 300 años. Durante nueve días, los fieles participan en misas, procesiones y otras actividades en el santuario. Estos actos de fe no solo refuerzan la creencia religiosa, sino que también promueven la unión familiar, ya que las familias encuentran en estas festividades una oportunidad para renovar sus votos de fe y agradecer por las bendiciones recibidas a Nuestra Señora de la Consolación que es milagrosa. Santuario de Nuestra Señora de la Consolación. Sumampa. Iglesia nueva junto a la original, donde la Virgen no quiso habitar. La Virgen de la Consolación es mucho más que una figura religiosa; es un símbolo de consuelo, protección y esperanza que ha trascendido generaciones. Patrona de la Provincia de Santiago del Estero, de los transportistas, los estancieros, la cultura, las embarazadas, los humildes, las escuelas y la policía, su legado continua vivo en Santiago del Estero, uniendo a la comunidad en una tradición de fe que sigue siendo una parte integral de la identidad regional y el suelo donde la Virgen trajo paz, consuelo, gozo y muchos milagros. Sumampa es encuentro con Dios de la mano de nuestra Madre. Analía Montenegro josenizzo.info
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