Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Benito Cerati: el día que se animó a actuar en Sex y el consejo que le hubiera gustado recibir de su papá

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 26/02/2025 04:48

    Benito Cerati en Desencriptados Con casi dos décadas ligadas a la música, Benito Cerati asegura que lleva apenas un par de años desde que pudo encaminar definitivamente su profesión. A sus 31, el hijo de Gustavo Cerati y Cecilia Amenábar viene de editar Viva la devolución, su segundo trabajo solista y el sexto de una carrera en la que se encuentra en un momento de madurez. Consciente de ser el hijo de uno de los artistas más importantes de Latinoamérica, Benito reflexiona sobre una infancia sobreprotegida y una adolescencia con vaivenes emocionales, bastantes más que lo que experimenta cualquier joven a esa edad. Cruzar los 30 fue un puente a una madurez creativa que le permitió poner en canciones todo lo que le estaba pasando y, de esa manera, hacer una pintura de su generación antes y después de la pandemia. La introspección, el individualismo, el hedonismo y más conceptos plasmados en seis canciones que grabó en su estudio casero y que va a presentar este 14 de marzo en Maquinal, Anchorena 364, CABA. Para llegar a este momento, Benito se valió de la inesperada experiencia de Sex, un formato en el que se sintió un extraño pero por muy poco tiempo. Más allá del desenfado, la obra de José María Muscari le permitió estructurarse y pensar su música con disciplina teatral. En esta entrevista con Infobae, el artista repasa el consejo que siempre esperó de papá Gustavo, la relación de simetrías cambiantes con su hermana Lisa y abre las puertas a su mundo privado, ese que atesora con la firmeza de quien nació siendo una persona públia. —Benito Cerati: ¿Cómo te definís? —La mayoría de mi carrera fui un fan de la música intentando hacer algo propio. Y hace dos o tres años que intenté profesionalizarme. Todo el tiempo anterior fue más de probar qué me gusta hacer y de cómo lograr lo que quiero, porque mis ambiciones, no tanto de popularidad sino artísticas, eran muy grandes. Benito Cerati presenta su segundo disco solista el 14 de marzo en Maquinal (Candela Teicheira) —¿Cuáles eran esas ambiciones? —Quería sonar como los discos que me gustaban. Escuchaba mucho Massive Attack, Nine Inch Nails, Bowie, y es muy compleja toda esa música para un niño de 19 años. —No solo por los músicos y los instrumentos, sino por dónde están grabados, la producción que tienen atrás. Y hacerlo uno solo en su casa es más complicado. —Exactamente. Y una vez que entendés cómo se hacen esas cosas, encontrar tu propio sonido dentro de eso, porque no uno quiere hacer una copia de algo que ya existe. Yo creo que lo que le gusta a uno es porque lo representa, y te vas construyendo con el afuera. Me gusta ver que el trabajo que hice valió la pena, y lo que importa es que valga la pena para vos. Y para mí eso no fue fácil, abandoné muchas cosas, cedí ante la presión de otras personas por quizás pensar que yo no sé lo suficiente, que por ahí lo que yo estoy pensando no es lo más viable. —¿En qué sentido? —En la música, o en los videos o lo que sea que hiciera. Si bien nunca hubo alguien que me dijera cómo tenía que hacer las cosas y al final era yo el que decidía, siempre alguien me decía “esto no”, y quizás ahí sacrificaba un poco de mi visión por la sugerencia de otra persona, porque sentía que sabía más que yo. Ahora estoy en un momento muy de quiebre en ese sentido, porque el disco que saqué es el primero en el que no sacrifiqué ni renuncié a nada. Me hice mi estudio en mi casa y grabé todo el disco casi solo. Y realmente ahora lo miro y es mi sonido, soy yo desintegrado en canciones. —Qué bueno que sientas eso. ¿Qué tenés para contarme del nuevo trabajo? —Se llama Viva la devolución, tiene seis canciones y la idea es que sea una trilogía. Está inspirado en las críticas que tengo del mundo moderno, la ansiedad en la que vivimos, el impacto de la tecnología en nosotros, el hedonismo, la frialdad con la que estamos encarando las relaciones, el individualismo que está permeando nuestra cultura. No es un disco baja línea, pero sí está inspirado en esto que ya me tiene harto. Benito Cerati con Rulo Schijman en el estudio de Infobae para un nuevo episodio de Desencriptados —¿Vos sentís que las relaciones son frías? —Es que también es una crítica a mí mismo. O sea, yo no suelto el celular. Yo tengo real déficit de atención; o sea, vos me estás hablando y yo empiezo a divagar en otros temas. —Yo lo noto igual, no que me lo haces concretamente, pero te veo ahí, medio volátil. —Luché mucho contra eso y creo que tiene que ver también con haber estado muy expuesto a esas cosas. Y mucha gente de mi generación tiene este temita. —Decís que estás muy conforme con tu disco actual. ¿Qué le criticarías a tu anterior trabajo? —No sé si le criticaría, creo que todo es una búsqueda y siento que post-pandemia mi cabeza cambió un montón. El disco anterior, si bien salió en 2022, las canciones eran de antes, de 2019 y mostraban al Benito anterior, que era más relajado, que no tenía ninguna ambición. Y las canciones actuales representan a este cambio que tuve. —Este nuevo Benito. —Sí, creo que lo más cercano y lo más real a mí. Y más accesible. Porque yo me entendía mucho, pero me costaba sacarlo para afuera de una forma que lo entendiera el otro. Mi cabeza es un quilombo, y en este caso creo que logré esa síntesis. Un disco cortito, las canciones son dentro de todo simples; y no es que sacrifiqué una visión experimental o más alternativa de hacer las cosas en pos de hacer algo más mainstream. Es simplemente una cuestión de organización mental. "Las canciones actuales representan a este cambio que tuve", dice Benito Cerati sobre su disco Viva la devolución —¿Te sentís un poco inaccesible? Hablo de tu mente, de tu persona, por todo ese mambo que decís que tenés. —Yo creo que tuve una historia de vida.... Algunas cosas son de público conocimiento, otras no. Y prefiero que siga de esa manera. —¿Por lo que tiene que ver con la carrera de tu viejo? —Sí, y más allá, muchas otras cosas. Entonces, mi defensa fue irme. —Entiendo… estar en piloto automático, que parece que está todo bien, pero la procesión va por dentro. —Exacto. Y ya hace un tiempo que no es así. Pero sí tengo un historial de mi adolescencia, hasta mediados de mis 20, que la vida me pasó por el costado. —Y bueno, ser el hijo de Gustavo Cerati, más todo lo que tiene que ver con tu persona, más todos tus mambos. Me imagino que debe ser una mezcla explosiva. —Sí, y muy naif también con algunas cosas. Porque yo no tuve gente me dijera qué cosas estaban bien o con qué tenía que tener cuidado. —¿No tenías con quién hablar? —Mi familia es súper unida y confiaba demasiado en mí, y por ahí yo no tenía idea. Cometí muchos errores y eso está bueno también, porque uno aprende. Todos tenemos que chocarnos la cabeza contra la pared. —Sos un pibe joven, ahora tenés 31 años. Y uno va experimentando en la vida también vas conociendo el mundo. Nadie espera que ahora tengas todas las respuestas correctas. Todo eso te va formando para que hoy seas quien sos —Nadie las tiene. Pero si hay algo lindo de ser cada vez más adulto, es que me doy cuenta de que somos todos niños grandes. —Por dentro seguís siendo el mismo niño, solo que con más sabiduría. —La verdad es que en este momento estoy súper satisfecho. Y creo que si hubiesen sido distintas las cosas, hubiese sido distinto yo ahora. No me interesa castigarme, no es algo que va conmigo. Soy súper partidario de que las cosas que suceden, suceden por algo Y si es positivo, es positivo, y si es negativo, es una experiencia. Benito Cerati: "Lo lindo de ser adulto es que me doy cuenta de que somos todos niños grandes" —¿En quién te apoyas? A tu hermana la conocí en un evento, es divina. Y en una oportunidad contaste que era tu mejor amiga. —Hablamos todos los días, nos vemos, estamos muy unidos. Pero bueno, ella también está viviendo su vida, está creciendo también. Es súper independiente y me da mucho orgullo la cantidad de cosas que hace. Es muy multifacética y hace todo bien. Entonces a veces eso como que transitamos nuestros dilemas juntos. —Da la sensación que ella alcanzó una madurez, como que sabe bien lo que quiere, y que vos te sentís más volátil… —No, yo creo que ahora estamos los dos enfocados. Mi hermana siempre fue una persona de mucho más carácter, cuando éramos chicos quizás eso me favorecía, porque yo era como más tranquilito y ella más brava. Hoy en día a veces hacemos el chiste de que se invirtieron los roles. Yo me empecé a poner más bravo, ella más tranqui, y nos encontramos en la mitad de camino. — ¿Tu mamá sigue viviendo en Chile? —Mi mamá va y viene. La veo bastante seguido. Mi vida personal es súper tranquila. Estoy pasando por un buen momento personal también. —¿Estás en pareja? —No, no estoy en pareja ahora. Hay algo de la soltería que me atrae, porque es el momento en el que más puedo conectar conmigo y con mis cosas. Cuando estás en pareja la atención se te diversifica, que es muy lindo también, pero no soy una persona que le tema estar solo, y me respeto mucho lo que siento. Y también hay momentos en los que se dan las cosas lindas; de repente estás disfrutando tu vida, tus cosas y aparece algo. —Y además es inesperado, porque vas a tocar un lugar y de golpe te presentan a alguien y nace algo nuevo. —Total, eso me pasó y generalmente fueron las mejores experiencias. Y las peores fueron al revés, cuando estoy esperando encontrar algo, porque te huelen la desesperación, parece. —Viste que la primera vez que hablas con alguien es única, y me interesaría saber cuáles son tus intereses además de la música. ¿Qué hacés cuándo estás en tu casa? —Me gusta cocinar, hace poco descubrí el mundo de las plantas, y me gusta mucho jugar videojuegos. De chico siempre fui muy pantallero, tengo adicción. Benito Cerati sobre la relación con su papá: "Me hubiera gustado recibir algún consejo de mi viejo" —¡Sabes que te veía gamer!¿Y a qué jugás? —De todo, tengo fases. A veces más shooters, otras más de rol, otras los puzzles. Pero ahora estoy en un momento súper social de mi vida, entonces no estoy tocando una compu ni una consola. Voy al gimnasio, me gusta cuidar el cuerpo. Y estar con amigos, mi casa siempre es un lugar de encuentro, mis amigos me tocan la puerta, pasan, tomamos algo. Me gusta ese rol. —Algo que nunca hubiera imaginado es tu paso por Sex, y más ahora que te veo como algo tímido en tu forma de ser. ¿Cómo fue esa experiencia? —Me invitó Muscari y al principio pensé que no tenía nada que ver con eso. Pero fui a ver la obra con Mavi Díaz, que fue mi profesora de canto, me divertí mucho y me empecé a ver ahí. Soy tímido y a la vez no, porque la cantidad de cosas que viví, no las viviría un tímido... —Me gustó esa risita que tiraste. Las cosas que se deben estar apareciendo por esa cabecita… —A lo que voy es que de Sex no rescato tanto lo explícito, porque a eso estoy acostumbrado. Lo que fue muy valioso, y se le agradezco mucho a Muscari y su equipo, fue la constancia, el ser parte de un engranaje, de entender cómo es una obra, donde tenés un rol y tenés que repetirlo todo el tiempo. Tengo solo cosas lindas para decir de eso y de hecho se terminó mi contrato y volví varias veces porque me invitaban, me hice muchos amigos y nunca me sentí fuera de lugar. La pasé muy bien y cuando volví a mis cosas y a mi música, empecé a organizarme como si fuera una obra de teatro, que tenga partes y que pasen cosas. —Y ensayarlo mucho. —Sí. Creo que hay algo también del show pop que tiene eso. Vas a ver a Madonna y está todo fragmentadísimo, desde la sonrisa. Yo no soy así porque soy muy espontáneo, pero sí está bueno tener un esqueleto de lo que estás haciendo. —Si tuvieses que recordar tres consejos que te dio tu viejo para la vida como artista. —No tengo. Mi familia siempre me dejó hacer lo que quisiera. Y por momentos me hubiese gustado recibir alguno, no solo de mi viejo. Porque hasta que no me vieron muy mal, no activaron. —Me hiciste reír. De cualquiera, que venga un tío y me marque un rumbo. —Exacto. Ahí me vuelvo un poco conservador. Quizás si tuviese hijos sería un poquito más de ir viendo qué pasa. —Pero vos laburaste con Gustavo. ¿Tampoco preguntabas? —Es verdad, no preguntaba. Pero bueno, era un niño. No sabía muy bien qué quería. —¿Fuiste un niño sobreprotegido? —Sí, tardé mucho en salir al mundo, lo descubrí bastante tarde, la verdad. Fui a escuela privada y me hubiese gustado haber ido a algo más abierto, a ver cómo experimentaba el mundo un poco antes. Entiendo el motivo y el contexto, porque no éramos una familia random, pero un poquito menos hubiese estado bien. Fotos: Candela Teicheira

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por