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» Diario Cordoba
Fecha: 25/02/2025 17:30
Las infecciones de transmisión sexual son un desafío de salud pública debido a su alta prevalencia. El último informe del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) constata el acusado incremento de las ITS declaradas en España: clamidia, gonorrea y sífilis, con un impacto preocupante en población con mayor riesgo y las mujeres. Tienen un importante impacto en la calidad de vida y sus posibles consecuencias a largo plazo, que pueden ser graves si no se diagnostican precozmente y tratan adecuadamente, como infertilidad, enfermedad inflamatoria pélvica, complicaciones en el embarazo y riesgo de contraer o transmitir el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). La prevención sigue siendo el pilar fundamental para el control de las ITS, así como estrategias de educación en salud sexual, vacunación, uso de métodos de barrera y el cribado rutinario. El doctor Jorge Romero, director médico del Centro Sandoval de Madrid, ha explicado durante la presentación en Madrid de los nuevos modelos y recomendaciones en el abordaje del cribado que "la periodicidad debe adaptarse al riesgo, recomendándose al menos una vez al año para mujeres sexualmente activas, en cada nueva relación y cada tres meses para aquellas con mayor exposición". Por ello, es fundamental "mejorar el acceso al cribado, integrándolo en revisiones ginecológicas, promoviendo la auto toma de muestras y aumentar la sensibilización en mujeres jóvenes y en riesgo". El Grupo de Estudio de Infecciones de Transmisión Sexual (GEITS) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), con el impulso del Ministerio de Sanidad, difunden unas guías de consenso que fijan un nuevo paradigma para la prevención y detección de ITS / Cedida Las mujeres, las grandes "olvidadas" de los cribados de ITS Jorge Garrido, director de Apoyo Positivo, ha señalado la importancia de "facilitar el acceso a pruebas en mujeres, un grupo históricamente relegado en las campañas de detección, y en personas asintomáticas, clave para frenar la transmisión silenciosa de estas enfermedades". La doctora Mar Vera ha recalcado que "la recomendación general es realizar un cribado anual en personas sexualmente activas". Sin embargo, aquellos con mayor probabilidad de adquirir una ITS "deberían someterse a un screening cada tres meses". Solo un 5% de las mujeres se ha sometido a un cribado de ITS en los últimos 12 meses La atención a ciertos colectivos vulnerables es un aspecto fundamental en el abordaje de las ITS. En mujeres embarazadas, la detección y tratamiento temprano de infecciones como sífilis y gonococia son cruciales para evitar complicaciones fetales y neonatales. En los últimos años, se ha producido un "continuo incremento de las tasas, especialmente en gonorrea y clamidia", ha recalcado el doctor Luis Piñeiro, microbiólogo del Hospital Universitario Donosti, de San Sebastián. Y es que, ha alertado que más de la mitad de las infecciones pueden ser asintomáticas. El índice de pruebas sigue siendo bajo en España. Y el dato más "preocupante" es que solo un 5% de las mujeres se ha sometido a un cribado de ITS en los últimos 12 meses, frente a una media del 8% en la Unión Europea y el 10% a nivel mundial. También en las personas asintomáticas El cribado es una herramienta esencial, ya que muchas de las infecciones de transmisión sexual cursan de forma asintomática y pueden llegar a pasar desapercibidas, lo que favorece su transmisión. Las recomendaciones actuales establecen que "todas las personas sexualmente activas deberían recibir una evaluación periódica, especialmente aquellas con múltiples parejas sexuales, usuarios de la profilaxis preexposición (PrEP) y personas con antecedentes de ITS". El porcentaje de contagios notificados en menores de 25 años es elevado en la infección por clamidia y mínimo en el linfogranuloma venéreo El cribado de ITS en población asintomática debe incluir pruebas serológicas para el despistaje de VIH, hepatitis virales y otras infecciones. La toma de muestras en localizaciones genitales y extragenitales debe realizarse según las prácticas de riesgo del paciente. Las guías indican que la recolección de muestras mediante autotoma de exudado vaginal, rectal y faríngeo se considera una alternativa válida a la toma realizada por personal sanitario.
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