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  • (Mención a exsenador entrerriano) Pese al traspié en el Senado, el oficialismo logró quedarse con el control de la agenda legislativa

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 25/02/2025 13:40

    La falta de quorum en la sesión preparatoria que no pudo realizar ayer el Senado significó un traspié para el Gobierno y, en particular, para la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel. Sin embargo, un dato no pasó desapercibido en la “Casa”: por reglamento, las autoridades vigentes continúan con mandato prorrogado y el oficialismo evitó, a pesar de la derrota, perder el delicado control de la agenda legislativa, uno de los objetivos máximos del kirchnerismo, que se mantuvo expectante en cuanto al devenir de los acontecimientos. Hay una cronología que explica cómo el oficialismo fue perdiendo poder de fuego y grafica en qué situación se encuentra actualmente. El 13 de diciembre de 2023, tras el recambio de autoridades, oficialismo y dialoguistas sumaron 39 legisladores para alzarse con las autoridades del Senado y el reparto de comisiones, en una sesión en la que el kirchnerismo quiso ir por todo y quedó relegado, con 33 voluntades en su haber. Con el correr de los meses y, entre la gestión libertaria y la convivencia dentro de la Cámara alta, la relación entre las bancadas se resintió. No tanto por la falta de diálogo entre los senadores y Villarruel, sino por algo que trasciende la lógica de los últimos largos años en el Congreso: hoy no hay una conducción definida en el Senado. La sentencia no pega sólo en el oficialismo, más allá de las tropelías del Gobierno y de Villarruel a la hora de contarse las costillas a la vista de todos, sino también afecta a toda la oposición. Es que no hay una sola bancada que no presente fisuras internas. En una Cámara alta quebrada, hilar el número -primer mandamiento legislativo- para activar el recinto es, a esta altura, una misión casi delirante y cargada de miserias y de pícaros que, en medio del torbellino, tratan de rapiñar un bocado. Previo a la caída de la sesión preparatoria, el kirchnerismo se mostraba proclive a no dar quorum y, en caso de iniciarse el encuentro, discutir una designación que consideran injusta sobre las comisiones y las autoridades de diciembre de 2023, algo que fue refrendado en febrero del año pasado. El Frente de Todos, comandado por José Mayans, soñaba con la posibilidad de aprovechar las tensiones entre oficialistas y dialoguistas para disputar las secretarías administrativa y/o parlamentaria. La primera representa la caja y el corazón del Senado; la segunda, el control de la agenda legislativa, algo trascendental para la Casa Rosada. “Con dos o tres que quieran venir con nosotros, estamos dispuestos a dar de todo”, confió días atrás a Infobae un experimentado integrante del principal espacio opositor. Los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano no tuvieron el mejor inicio de gestión, en diciembre de 2023, con Villarruel. Por caso, el primero improvisó un despacho en uno de los pasillos de la Cámara alta por una falta de despacho que, ese mismo día, fue resuelto. Sobre la segunda aún se recuerdan respuestas urticantes en medio de un encuentro entre jefes de bloque y la titular del Senado. Con la expulsión del peronista disidente Edgardo Kueider -detenido en un paso fronterizo de Paraguay, con más de USD 200.000 sin declarar-, los 39 pasaron a 38. De hecho, el radical Víctor Zimmermann finalizó una licencia -por un cargo en Chaco- y retornó para que no fracasara, la semana pasada, la agenda de las sesiones extraordinarias. Ayer, todo su bloque se sentó. Varios no querían, pero quedar pegado al kirchnerismo hizo entrar en razón a oscilantes ya usuales. El sábado, Javier Milei abrirá un nuevo período de sesiones ordinarias. Las autoridades del Senado están vigentes y, en un próximo encuentro, hasta con los mismos 36 que asistieron hoy podrían ser ratificadas, salvo el cambio de María Laura Izzo por Emilio Viramonte Olmos en la estratégica secretaría administrativa. Es que, ante una igualdad, desempataría Villarruel. Antes de todo esto existe una traba clave. Sin 37 senadores presentes en el recinto, ninguna sesión tendrá quórum. Del otro lado aguarda el kirchnerismo, con 34 legisladores y listo para recuperar terreno perdido. En el peor de los escenarios, tendrá ocasiones para aglutinar a los dialoguistas, como ocurrió con las leyes jubilatoria y la que reforzaba el presupuesto universitario. Todo, en medio de un año electoral. Un motivo más para que el Ejecutivo argumente que es mejor un Congreso sin actividad. A casi todos, por ahora, les sirve. Horas atrás, el Frente de Todos anunció que no asistirá este sábado a escuchar a Milei.

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