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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/02/2025 12:33
Un frasco de atún junto a la solución de cisteína de los investigadores (Chalmers University of Technology) Un nuevo desarrollo en la industria alimentaria podría cambiar la percepción sobre el consumo de atún. Según informó GNN, un método innovador de envasado que utiliza una solución rica en cisteína ha demostrado reducir los niveles de mercurio en el atún en un 35%. Este avance, que forma parte de una tendencia hacia los llamados “envases activos”, busca no solo mejorar la seguridad alimentaria, sino también ofrecer alternativas a las restricciones actuales sobre el consumo de este pescado, especialmente para mujeres embarazadas y madres lactantes. El proyecto, liderado por Mehdi Abdollahi, profesor asociado del Departamento de Ciencias de la Vida de Chalmers, tiene como objetivo abordar la contaminación por mercurio sin limitar el acceso a un alimento rico en nutrientes esenciales. “Nuestro estudio demuestra que existen enfoques alternativos para abordar la contaminación por mercurio en el atún, en lugar de limitar el consumo. Nuestro objetivo es mejorar la seguridad alimentaria y contribuir a una mejor salud humana”, afirmó Abdollahi, según consignó GNN. Este avance no solo podría beneficiar a los consumidores, sino también optimizar el uso de alimentos que actualmente enfrentan restricciones debido a preocupaciones de salud. El papel de la cisteína en la reducción del mercurio El método desarrollado utiliza una solución de agua enriquecida con cisteína, un aminoácido que interactúa con el mercurio presente en la carne del atún. Según detalló GNN, la cisteína tiene la capacidad de extraer el mercurio y evitar que este se una a los tejidos humanos. Este proceso no solo reduce la cantidad de mercurio en el pescado, sino que también podría disminuir los riesgos asociados con su consumo. El uso de envases activos, como el desarrollado en este proyecto, representa una innovación significativa en la industria alimentaria. Estos envases no solo prolongan la vida útil de los alimentos, sino que también pueden mejorar su calidad nutricional. En otros casos, según reportó el medio especializado, algunos envases activos incluyen elementos que cambian de color para alertar a los consumidores si el alimento se ha echado a perder, lo que añade una capa adicional de seguridad. El debate sobre el mercurio en el atún y su impacto en la salud Durante años, las preocupaciones sobre los niveles de mercurio en este pescado han llevado a limitar su consumo (Freepik) A pesar de los avances tecnológicos, el consumo de atún sigue siendo un tema controvertido. Durante años, las preocupaciones sobre los niveles de mercurio en este pescado han llevado a limitar su consumo, especialmente entre mujeres embarazadas y niños pequeños. Sin embargo, investigaciones recientes han comenzado a cuestionar la gravedad de estos riesgos. Un estudio de seguimiento realizado entre 2001 y 2018 analizó las concentraciones de mercurio en tres especies de atún del Pacífico. Los resultados mostraron que los niveles de mercurio en el pescado se mantuvieron constantes, a pesar del aumento de la contaminación por mercurio en los océanos debido a la quema de carbón. Este hallazgo sugiere que la acumulación de mercurio en el atún podría no estar directamente relacionada con la contaminación ambiental, lo que plantea nuevas preguntas sobre los factores que influyen en la presencia de este metal en los peces. Además, el atún es una fuente rica en selenio, un nutriente esencial para el desarrollo cognitivo en niños pequeños. El selenio juega un papel crucial en la neutralización del metilmercurio, el compuesto tóxico presente en el pescado. Este proceso ocurre gracias a la formación de selenocisteína, un aminoácido que se une al metilmercurio y reduce su toxicidad. Sin embargo, el cerebro fetal carece de reservas de selenio, lo que lo hace más vulnerable a los efectos del mercurio. Estudios recientes sobre el mercurio y el selenio en el desarrollo fetal Un estudio de 2024 analizó las concentraciones de mercurio y selenio en la sangre del cordón umbilical de fetos de madres hawaianas que consumieron grandes cantidades de mariscos. Según los datos reportados por GNN, aunque los niveles de mercurio superaron el umbral tóxico establecido por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), las concentraciones de selenio fueron significativamente más altas. Esto sugiere que el selenio podría ofrecer una protección suficiente para contrarrestar los efectos del mercurio en el desarrollo fetal. Este hallazgo ayuda a explicar las discrepancias observadas en estudios previos sobre el impacto del consumo de mariscos en el desarrollo infantil. Una revisión sistemática publicada por la Academia Nacional de Ciencias, destacó que el consumo de mariscos, incluso aquellos con niveles detectables de mercurio, está asociado con beneficios en el desarrollo neurológico de los niños. Algunos estudios incluidos en la revisión reportaron un aumento en el coeficiente intelectual de entre 2 y 5 puntos en niños cuyas madres consumieron mariscos durante el embarazo. El consumo de mariscos y sus beneficios neurocognitivos La revisión también identificó 29 estudios que analizaron la relación entre el consumo materno de mariscos y el desarrollo neurocognitivo en niños. De estos, 24 estudios reportaron resultados positivos, mientras que los restantes no encontraron efectos significativos. Según GNN, los autores de la revisión concluyeron que existe evidencia moderada y consistente de que el consumo de mariscos durante el embarazo está asociado con un mejor desarrollo cognitivo en los niños, en comparación con no consumirlos. Estos hallazgos subrayan la importancia de reevaluar las recomendaciones sobre el consumo de atún y otros mariscos. Aunque eliminar el mercurio de la dieta humana sigue siendo un objetivo deseable, la evidencia científica sugiere que los beneficios del consumo de mariscos podrían superar los riesgos asociados con la exposición al mercurio, especialmente cuando se consideran factores como la presencia de selenio. Un cambio de paradigma en la percepción del mercurio El desarrollo de envases activos que reducen el contenido de mercurio en el atún podría marcar un punto de inflexión en la forma en que se aborda este problema. Según GNN, la ciencia detrás de la amenaza del mercurio en los mariscos está experimentando un cambio significativo, lo que podría llevar a una mayor aceptación del consumo de atún y otros pescados ricos en nutrientes. En última instancia, este avance no solo tiene el potencial de mejorar la seguridad alimentaria, sino también de cambiar la narrativa en torno al consumo de mariscos, equilibrando los riesgos y beneficios de manera más precisa y basada en evidencia científica.
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