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» El Ciudadano
Fecha: 24/02/2025 23:11
Esta situación no es nueva para la cooperativa. En julio del año pasado, logró frenar un remate de casi 700.000 kilos de quesos valuados en aproximadamente u$s5 millones, tras alcanzar un acuerdo con el mismo fondo acreedor. Este antecedente es clave, pero con una diferencia sustancial, ahora la empresa está en concurso de acreedores, lo que complicaría llegar a un acuerdo para evitar la subasta. Por otra parte, según fuentes del sector, de acuerdo con el artículo 24 de la Ley de Concursos y Quiebras, una vez declarado el concurso preventivo, los acreedores deben presentar sus créditos para ser verificados por el síndico designado. En este contexto, cualquier ejecución o subasta de bienes de la empresa concursada podría ser suspendida si se determina que afecta el proceso de reorganización patrimonial de SanCor. Este marco legal podría influir en la subasta programada, abriendo la posibilidad de que la cooperativa solicite medidas para proteger sus activos y garantizar la continuidad de sus operaciones. De mal en peor SanCor llegó a esta situación crítica debido a una combinación de factores financieros y estructurales. En los últimos años, la cooperativa acumuló deudas millonarias con proveedores, entidades bancarias y el propio Estado, lo que derivó en dificultades para adquirir materia prima y sostener su operatividad. La falta de inversión en tecnología y la pérdida de confianza por parte de los productores tamberos también fueron determinantes en su declive. El proceso de reestructuración iniciado en 2017, que incluyó la venta y el cierre de varias plantas, junto a la reducción de personal, no fue suficiente para revertir la crisis. A esto se sumaron conflictos sindicales y problemas de gestión que terminaron de erosionar la competitividad de la cooperativa. La empresa llegó a procesar más de 1,2 millones de litros diarios y actualmente opera en el mínimo de su capacidad con apenas 200.000 litros por día. SanCor, además, perdió su fuerte presencia en las góndolas de los supermercados, por lo que volver a su brillo de antaño parece hoy prácticamente una utopía. Según explican en el sector, la cooperativa recurrió al concurso de acreedores porque ya no tenía más herramientas para salir a flote. El ingreso de capitales externos nunca llegó a concretarse, mientras las deudas se seguían acumulando. Incluso, muchos productores tamberos explican que hoy la empresa está prácticamente quebrada y lo que queda es simplemente la liquidación de sus activos.
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