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Concordia » Hora Digital
Fecha: 24/02/2025 09:40
En el año 2025, las exportaciones de carne vacuna iniciaron con una caída significativa, presentando un panorama desalentador. A pesar de ello, China continúa siendo el principal país comprador. Las exportaciones de carne vacuna en el año 2025 iniciaron con un panorama desafiante. Según datos del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), el volumen exportado en enero disminuyó un 25,4% en comparación con el mismo mes del año anterior, alcanzando las 46.200 toneladas peso producto. En cuanto a los ingresos, la reducción fue del 4,4%, totalizando 227,7 millones de dólares. Esta situación, que se suma a un año 2024 complicado para el sector, plantea dudas importantes sobre la rentabilidad y competitividad de la carne argentina en el mercado mundial. El informe del ABC resalta que la caída se debe a varios factores que impactan la rentabilidad del sector. Por un lado, la disminución en la demanda de China fue determinante. Este país, que tradicionalmente ha sido el principal mercado de exportación de carne vacuna, redujo sus compras debido a un exceso de inventario posterior a las festividades del Año Nuevo Lunar y a una desaceleración económica. A esto se suman la caída de los precios internacionales y el aumento del costo del ganado en el mercado local, provocando un deterioro en los márgenes de los exportadores. A pesar de la disminución general en las ventas, China continúa siendo el principal destino para la carne argentina. Durante enero de 2025, este país asiático absorbió el 65% del total exportado. Sin embargo, los volúmenes enviados muestran un retroceso significativo: la carne sin hueso enviada a China alcanzó las 18.300 toneladas por un valor de 78,8 millones de dólares, mientras que la carne con hueso y los subproductos derivados llegaron a las 11.700 toneladas, generando ingresos por 21,2 millones de dólares. El precio promedio de compra se situó en 4.300 dólares por tonelada, una cifra considerablemente menor que los 5.900 dólares por tonelada alcanzados en mayo de 2022. La crisis en el sector no se limita solo a China. Otros mercados estratégicos también reflejan cifras preocupantes. En Europa, las exportaciones disminuyeron un 29% interanual, totalizando 2.500 toneladas. Chile importó 2.100 toneladas de carne vacuna argentina en enero de 2025, lo que representó una disminución del 16,5% con respecto a diciembre de 2024, aunque mostró un ligero repunte del 13% en comparación con enero de 2024. Por su parte, Israel recibió 1.800 toneladas de carne refrigerada y 3.200 toneladas de carne congelada, con precios promedio de 8.000 y 6.940 dólares por tonelada, respectivamente. Estados Unidos, que estaba ganando relevancia en las exportaciones argentinas, recibió 2.700 toneladas de carne congelada, generando ingresos por 17,7 millones de dólares. México, tras la apertura del mercado en 2023, también aumentó sus compras, adquiriendo 499 toneladas de carne refrigerada y 343 toneladas de carne congelada en enero de 2025. A pesar de la disminución en los volúmenes exportados, el precio promedio de la carne bovina refrigerada y congelada mostró una mejora que podría mitigar en parte la crisis. El precio promedio general alcanzó los 4.933 dólares por tonelada, representando un aumento del 11,3% en comparación con diciembre de 2024 y un incremento del 28,1% en relación a enero del año anterior. En cuanto a los productos, la carne refrigerada sin hueso se comercializó a 9.250 dólares por tonelada, mientras que la carne congelada sin hueso se vendió a 5.050 dólares por tonelada. Aunque el Gobierno eliminó los derechos de exportación para los productos de la categoría vaca en agosto del año pasado y redujo las retenciones en un 25% para diversas cadenas de carne (bovina, aviar, entre otras), el crecimiento del sector cárnico sigue siendo un desafío que solo se logra con rentabilidad. Si bien la cadena bovina muestra debilidades como la fuerte dependencia de pocos clientes, situación agravada por la fragilidad actual del mercado global, también podría ser un momento oportuno para analizar los costos ocultos y visibles que existen en el sistema exportador, así como el papel que desempeñan los derechos de exportación que aún están presentes en el negocio. Es crucial estar alerta ante las fluctuaciones del comercio internacional y buscar nuevas estrategias que permitan a los productores y empresarios del sector encontrar rentabilidad. El Gobierno también debería reconsiderar su rol si desea impulsar un sector cuyo principal desafío radica en aumentar la oferta: difícilmente podremos ser un gran exportador de carne si no incrementamos nuestros stocks de ganado vacuno, una situación que en gran medida es el resultado de malas políticas que han debilitado la ganadería y provocado una significativa liquidación del inventario vacuno.
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