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  • El marsupial más raro del mundo muestra signos de recuperación tras considerarse extinguido

    » Diario Cordoba

    Fecha: 24/02/2025 04:40

    El potoro de Gilbert (Potorous gilbertii) es uno de los mamíferos más desconocidos, raros y amenazados del mundo. Se observó por primera vez en 1840, se declaró extinto a principios del siglo XX, fue redescubierto en 1994 y en 2015 estuvo otra vez al borde de la desaparición debido a un incendio forestal devastador. Pero en la actualidad, después de ese azaroso devenir y gracias a tres décadas de esfuerzos científicos y estrategias de conservación innovadoras, este marsupial australiano muestra signos de recuperación. La creación de ‘poblaciones seguro’ y la colaboración interinstitucional han permitido mantener viva la esperanza para la especie, según revela una investigación publicada en ‘Pacific Conservation Biology’. La historia del potoro de Gilbert, del tamaño de un conejo y denominado también canguro rata de Gilbert, es un relato de resiliencia. Declarado extinto en 1909, su reaparición en la Reserva Natural de Two Peoples Bay, en Australia, sorprendió a la comunidad científica. La doctora Elizabeth Sinclair, entonces estudiante de doctorado y ahora investigadora de la Universidad de Australia Occidental y coautora del estudio, fue quien identificó en 1994 a los primeros ejemplares en Maardjitup Gurlin (Monte Gardner). "Solo quedaban entonces unos 40 individuos en una pequeña zona de brezal", explica Tony Friend, autor principal del estudio. Ejemplar de potoro de Gilbert. / University Western Australia Las investigaciones posteriores revelaron detalles críticos: la especie depende casi exclusivamente de hongos hipogeos (subterráneos) para alimentarse. Este hallazgo redefinió las estrategias de conservación de la especie. "Sin estos hongos, el potoro no podría sobrevivir. Proteger su hábitat no era opcional, sino urgente", agrega Friend. Dos colonias de reserva Entre 2005 y 2014, el Departamento de Biodiversidad, Conservación y Atracciones (DBCA) de la Universidad de Australia Occidental, en colaboración con varias universidades y el Gilbert's Potoro Action Group, estableció dos colonias de reserva. La primera se ubicó en Bald Island, una isla de 810 hectáreas, libre de depredadores invasores, como zorros y gatos salvajes. La segunda se instaló en un recinto de 380 hectáreas dentro del parque nacional Waychinicup, en tierra firme. Estos dos parajes se convirtieron en un ‘seguro vital’ cuando, en noviembre de 2015, un incendio arrasó el 90% del hábitat original de la especie, en Two Peoples Bay, llevando a la población allí existente a la ‘extinción funcional’: solo sobrevivieron siete ejemplares. "Sin esas colonias, hoy no tendríamos potoros", expone Friend. Los ejemplares traslocados a las dos reservas no solo evitaron la desaparición total de esa singular especie, sino que se han usado desde 2015 para repoblar lentamente la zona destruida por el fuego. Un potoro de Gilbert. / Mick Wackers El estudio subraya que la recuperación de este marsupial fungívoro aún exige abordar múltiples frentes. Sinclair enfatiza la necesidad de dar prioridad a la diversidad genética para garantizar el futuro de la especie: "Comprender la composición genética de las poblaciones restantes es crucial para su viabilidad a largo plazo". Los análisis realizados hasta ahora revelan que, pese al cuello de botella poblacional, los ejemplares existentes conservan variabilidad genética suficiente, aunque monitorearla sigue siendo clave para garantizar su supervivencia. Cambio climático e incendios Otro reto es la gestión de incendios, intensificados por el cambio climático. El hábitat del potoro, caracterizado por brezales húmedos, es ahora más vulnerable que nunca a sequías y fuegos recurrentes. "Debemos restaurar no solo la vegetación, sino también los hongos subterráneos, que tardan años en recuperarse", explica Friend. Además, el control de depredadores invasores en tierra firme sigue siendo una batalla constante. Los autores de la investigación, que detalla 30 años de trabajo de conservación, destacan el importante papel de la defensa comunitaria para la supervivencia de la especie. Voluntarios locales participan en monitoreos, reforestación y educación ambiental, mientras el Gilbert's Potoro Action Group recauda fondos para financiar investigaciones. "Sin este apoyo, muchos avances no habrían sido posibles", reconoce Friend. Potoro de Gilbert. / Dick Walke Aunque la población de potoro de Gilbert en Two Peoples Bay aún es incipiente, los científicos son cautelosamente optimistas. El hábitat en regeneración, combinado con traslocaciones planificadas, podría permitir que la colonia original se recupere en la próxima década, auguran los responsables de la investigación. No obstante, advierten que el cambio climático obliga a repensar las estrategias: futuras translocaciones deberán considerar "áreas con menor riesgo de incendios y mayor estabilidad ecológica". Sin dejar a un lado que el hábitat en regeneración de Two Peoples Bay sigue siendo un recurso valioso para futuros esfuerzos de recuperación. Contacto de la sección de Medio Ambiente : crisisclimatica@prensaiberica.es En todo caso, el camino sigue siendo incierto. Como resume Friend, "cada logro es un paso adelante, pero en conservación, nunca se gana del todo. La vigilancia debe ser permanente". Sigue estando clasificado como ‘En peligro crítico de extinción’. El que está considerado el marsupial más raro del mundo vive debajo de arbustos y matorrales espesos. Vive en pequeños grupos y es de hábitos nocturnos: durante el día se esconde bajo la vegetación. Se alimenta casi exclusivamente de hongos (90% de su dieta) y trufas, aunque también puede comer en ocasiones frutos carnosos, hojas y tallos.

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