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  • Cómo ven a Milei desde el banco más grande del mundo y cuál será el real impacto del “error no forzado” de $LIBRA

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 23/02/2025 04:44

    Facundo Gómez Minujín, presidente de JP Morgan para Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, y también de Amcham La entidad es optimista y espera un buen acuerdo con el FMI. Estimó cuándo van a estar dadas las condiciones para que el presidente Javier Milei elimine el cepo al dólar. Auguró una baja de tasas de interés y una inflación promedio de 2% para el primer trimestre del año. Dio a conocer sus proyecciones sobre dólar y actividad para la Argentina en 2025 y sorprendió a todos. Y así. Esos son algunos de los temas que publicó Infobae con información de JP Morgan sólo de las últimas semanas. Además, el banco le recomendó al Presidente argentino que es momento de “cruzar el Rubicón”. Se trata de una histórica referencia al río que separaba Italia de la Galia Cisalpina y que estaba prohibido cruzar hasta que Julio César dijo “alea iacta est” (“la suerte está echada”) y mandó a su ejército a atravesarlo para seguir con su gesta conquistadora. Desde entonces, la frase es sinónimo de lanzarse a empresas arriesgadas; de jugársela. JP Morgan –JP Morgan & Chase Co., en rigor– es el banco más grande de EEUU y el más grande del mundo si se toma en cuenta su valor de mercado, unos USD 740.000 millones (los dos que lo siguen, Bank of America e ICBC, sumados, no alcanzan esa cifra). Es una de las entidades financieras más antiguas del mundo, con orígenes en 1799, y tiene a John Pierpont Morgan como su alma mater. Es sinónimo de capitalismo y de las finanzas de Occidente. Está ligado al país desde 1880, cuando financió el ferrocarril, la extracción de oro y al propio gobierno. Unos años después participó de uno de los primeros “rescates” a un banco local y así siguió su rol con Argentina, no exento de polémicas, hasta su reciente participación en el repo por USD 1.000 millones que el ministro de Economía, Luis Caputo, firmó con varias entidades globales. Infobae habló con Facundo Gómez Minujín, presidente de JP Morgan para Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, General Counsel para la región del banco y también presidente de Amcham, la cámara de empresas estadounidenses en el país. Este abogado de la UBA con una maestría en Derecho en la Universidad de Illinois, EEUU, aseguró estar algo sorprendido por los logros del plan económico que llevan adelante Milei y su equipo. Habló, además, del mejorado clima de negocios local, de la relación de Argentina con Estados Unidos y del impacto positivo que la actual gestión genera en los mercados financieros. Y recomendó evitar los “errores no forzados”, como el caso del criptogate de $LIBRA. El logo del JPMorgan Chase & Co. en su headquarters en Manhattan, EEUU (REUTERS/Andrew Kelly/File Photo) “El gobierno anterior fue muy malo y realmente dejó a Milei al borde de la hiperinflación. Lo que se hizo en un año y dos meses fue más de lo que yo hubiera imaginado”, aseguró Gómez Minujín, hijo de la artista plástica Marta Minujín y del fallecido economista Juan Carlos Gómez Sabaini. A punto de cumplir 60, ingresó al banco en 1995 y preside la filial local desde 2008. Antes pasó por el BID, en Washington. Presidió ArteBA y es cofundador y miembro del Consejo Consultivo de Fundación Cruzada Argentina. “Vengo siguiendo lo que dicen Caputo y su equipo y, por ahora, cumplieron todo. Hablan en forma muy telegráfica, pero lo que dicen termina pasando. Hace ocho meses, en una reunión con el directorio de Amcham, Caputo aseguró que el peso se iba a apreciar; afirmó que al cepo lo iban a sacar de forma gradual; y que se iba a negociar con el FMI un nuevo acuerdo. El equipo económico es muy fuerte y sabe hacia dónde va, algo que se refuerza con un Presidente que tiene como tema central no tener déficit fiscal, el verdadero problema de Argentina de las últimas décadas. Tener déficit, en definitiva, es ponerle el pie sobre la cabeza a los privados”, dijo el ejecutivo y adelantó que el Summit de Amcham de este año, que se hará en mayo, pondrá foco en los desafíos de tener una “Argentina competitiva”. — ¿Luego de los movimientos de la semana que pasó, cómo puede terminar impactando el caso $LIBRA en los mercados? — Si deviene en una investigación y se encuentran cosas que se hicieron mal, sí puede haber impacto. Por ahora, el tema parece acotado. La percepción es que hubo una suerte de error, que no fue fraude. Insisto, si deriva en una investigación con otras características, por supuesto que los mercados lo reflejarán. La preocupación de los inversores es si hay juicio político o si Milei pierde el apoyo de la sociedad. No veo esos escenarios hoy. Los mercados están donde están: hubo una baja inicial que se corrigió rápido. Hay que tratar de evitar todo este tipo de errores no forzados. Javier Milei junto a Kristalina Georgieva — ¿Cómo definiría la actual relación del país con EEUU? — Al vínculo lo veo muy bien, pero Argentina tiene que resolver sus problemas. Ocurre lo mismo que con el FMI: ellos no nos van a resolver nada, tenemos que hacerlo nosotros. Con EEUU, obviamente, hay una relación muy cercana, o al menos muy simpática, entre ambos presidentes. Eso siempre genera buena predisposición para la negociación; para todo. Insisto, primero tenemos que resolver el horror con el que se manejó la economía argentina durante años. Hay que seguir manteniendo un superávit fiscal y bajar la inflación, que bajó mucho, pero que sigue siendo alta para los inversores. Seguimos estando fuera de la dinámica de lo que pasa en el resto de los países y no del primer mundo, de Latinoamérica. — ¿Esa es la principal duda que tiene hoy el mercado? — Sí. Hay muchísimo camino por hacer, Argentina está mal. Se deben hacer muchas cosas para que Argentina sea un país sostenible. Eso se preguntan los inversores. Entraron muchos inversores financieros porque los bonos y los activos de las empresas estaban regalados, pero la cuestión de fondo sigue siendo esa, si los argentinos vamos a poder, más allá de Trump y el Fondo. ¿Podremos bajar la inflación a niveles de menos de 10% y tener un sendero claro? — ¿Y a Milei, cómo lo ve el mercado? — Como alguien que vino a romper las cosas para tratar de mejorarlas, pero no lo conocen tanto. Muchos se enamoran de lo que ha dicho y algunos no lo entienden del todo. El balance de este año es positivo, pero hay que evitar cimbronazos como el de la semana pasada. “Lo que se hizo en un año y dos meses fue más de lo que yo hubiera pensado, porque realmente se recibió una bomba muy grande a nivel de la inflación y lo que pasaba puertas adentro del Banco Central” — ¿Los inversores están atentos a las elecciones de este año? — Sí, preguntan, sobre todo los que miran más a largo plazo. La elección de octubre mostrará lo que puede pasar hacia adelante, si la sociedad está dispuesta a bancar este cambio. — ¿Que cree que pasará? — Las encuestas muestran una oposición desarticulada y la sensación de que Milei va a ganar. Parte del mercado anticipa eso. Después está otro tema importante, el crecimiento. Ahí los pilares serán agro, oil & gas y minería. Son sectores de bienes exportables que van a seguir generando apreciación del peso. Ahí está el temor a lo que muchos llaman “la enfermedad holandesa”. Debemos lograr que se produzca un efecto derrame hacia otros sectores; principalmente a los mano de obra intensivos, para poder ir mejorando el empleo en los centros urbanos fuera de las áreas beneficiadas por estos rubros. — ¿Asegurar ese derrame es trabajo del Estado? — El Estado tiene que resolver la macro. El sector privado tiene que competir y resolver sus propias ineficiencias. El Estado debe hacer lo que prometió: bajar los impuestos. Argentina tiene un nivel de ineficiencia impositiva gigante. No basta con decir “libero todo”, se necesitan mecanismos para bloquear cartelizaciones y permitir que el sector privado se desarrolle e invierta, que asuma el riesgo empresario. "El Estado tiene que resolver la macro. El sector privado tiene que competir y resolver sus propias ineficiencias", aseguró el banquero — ¿Hay atraso cambiario? — No es sencillo determinar el tipo de cambio real de una economía, por lo que no es fácil determinar si el tipo de cambio está o no atrasado. Muchas veces recurrimos a comparaciones históricas para intentar hacernos una idea, aunque siempre hay que tener en cuenta los contextos locales y externos. Los momentos donde el tipo de cambio real estuvo más atrasado fueron los años de “La Tablita”, y durante la Convertibilidad, cuando era equivalente a un valor de 600 y 800, respectivamente. En los años de crisis económica, el tipo de cambio llegó a niveles de 6.000 durante la hiperinflación, de 3.200 durante la Guerra de Malvinas, y de casi 2.400 durante la salida de la Convertibilidad y durante la presidencia de Alberto Fernández (en este caso el tipo de cambio paralelo). Con estos números como referencia, es cierto que el tipo de cambio oficial y el paralelo se atrasaron en los últimos meses. Sin embargo, es muy importante remarcar que veníamos de años en donde el tipo de cambio paralelo se encontraba en niveles de crisis económica. Era esperable y deseable que se apreciara teniendo un programa consistente. — ¿Se puede levantar el cepo este año? — Si hay acuerdo con el FMI y se mantiene el déficit cero, sí. Milei y el equipo económico lo dijeron: “Este año termina sin cepo”. Vienen cumpliendo. La liberación de los controles cambiarios va a ser de forma gradual. Creo que el primer paso va a estar asociado a la eliminación del dólar blend para exportadores y no veo que una devaluación del dólar oficial sea necesaria al momento de comenzar a liberar los controles. La eliminación de los controles sobre los movimientos financieros va a venir después, lo mismo las restricciones al ahorro de las personas y a los pagos de los gastos de turismo en el exterior. “Seguimos estando fuera de la dinámica de lo que pasa en el resto de los países y no del primer mundo, de Latinoamérica” — ¿Cuál es el mejor acuerdo que Argentina podría firmar con el FMI y qué esquema cambiario cree que es el mejor para lo que viene? — Lo que el Gobierno buscará con el nuevo acuerdo es conseguir dólares para poder aumentar las reservas del BCRA. Si bien es cierto que continúa comprando dólares en el mercado oficial –en los últimos meses gracias a los aumentos de los préstamos en dólares tras el blanqueo–, las reservas netas aún se encuentran en terreno negativo. Esto a pesar de que el Central compró casi USD 20.000 millones el año pasado. Las reservas netas no aumentan en tal magnitud debido a los pagos de deuda externa que hizo el Tesoro, a bonistas y al FMI, y en estos primeros dos meses del año, comprándole los dólares al BCRA. Con las cuentas fiscales ya equilibradas, el único punto de discusión con el organismo será, probablemente, el régimen cambiario. Lo más seguro es que con la firma de este nuevo acuerdo con fondos frescos, veamos algún cambio en el régimen cambiario, aunque aún no está claro hacia dónde nos vamos a mover. La mayoría de los países, tanto desarrollados como emergentes, utilizan el régimen de inflation targeting para manejar su política monetaria. Incluso países como Perú y Uruguay, con economías bimonetarias como la Argentina, manejan su política monetaria con este esquema. Estos regímenes requieren de un banco central que sea independiente y cuyo mandato sea alcanzar y mantener una inflación baja y estable. Obviamente, es un proceso que lleva tiempo, y la credibilidad de este tipo de régimen se va ganando poco a poco. Corporate Center JP Morgan Argentina es un importante exportador de servicios. En el país tiene el único Centro de Servicios del continente, el Buenos Aires Corporate Center (BACC), que exporta servicios internos que incluyen finanzas, crédito, investigación económica, desarrollo tecnológico, ciberseguridad, asesoría legal y operaciones, hacia Estados Unidos, Europa y América Latina. Hoy tiene unos 4.000 empleados y buscará sumar 1.000 más en los próximos años. “La mitad es gente de tecnología: desarrollo, IA, sistemas, etc. Además, tenemos 250 abogados a los que entrenamos para hacer trabajos para EEUU. Nunca vamos a poder competir con la India, donde el banco tiene cerca de 30.000 personas. Acá el salario es un poco más del doble que en India, pero competimos con valor agregado. Ese es el foco”, destacó Minujín. — ¿Qué le dicen los empresarios? ¿Cómo ve el clima de negocios? — El clima mejoró. Días atrás estuvo un alto ejecutivo global del banco y se reunió con empresarios de todo tipo. Hablaban del país, de sus proyecciones y perspectivas. En un momento pidió la palabra y les preguntó si estaban contratando gente, si tenían planes de hacerlo en los próximos meses. Todos dijeron que sí. Eso antes no pasaba. Y no hablo de mucho tiempo atrás, no pasaba hace ocho meses. — ¿Cómo ve el contexto global? — El mundo está revuelto por Trump. Sus anuncios sobre temas tarifarios y cuestiones como la deportación de inmigrantes, están generando realmente mucho revuelo. Además, dentro de Estados Unidos, todo lo que está haciendo Elon Musk con el nuevo departamento de desregulación está impactando muchísimo y genera optimismo porque se rompe el status quo y se aceleran los procesos. Se habla de que puede terminar la guerra entre Rusia y Ucrania, algo que sería increíble. Trump tiene el estilo del hombre de negocios del real estate de Nueva York: golpea y después se sienta a negociar. — ¿Hay riesgos también? — Sí, el boom de consumo en muchos estados de EEUU es billonario. Es impresionante lo que las empresas están gastando en IA, por ejemplo, algo que también genera dudas sobre esos futuros beneficios. Estados Unidos está viviendo claramente una actividad económica acelerada. El mercado está súper optimista y los equities siguen subiendo, pero el problema es qué pasará con la inflación. Y está China y el riesgo geopolítico.

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