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  • Guillermo Andino: “La TV Pública tiene una ventaja sobre los demás canales, una cobertura para 45 millones de personas”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 22/02/2025 02:34

    Luego de 20 años en América, Andino comenzará en las mañanas de la TV Pública Guillermo Andino salió de su zona de confort. Aunque para él la frase no refleja lo que sucede frente a las cámaras de un noticiero: “siempre hay nervios, en cada programa”. Pero después de 20 años de ser una de las caras más conocidas de América y A24 (su pareja con Mónica Gutiérrez en el noticiero duró 18 años), su pase a la TV Pública es lo más parecido a mudarse de casa, de Palermo Hollywood a Barrio Parque. A partir del 24 de febrero, de lunes a viernes de 10.00 a 12.00, el periodista conducirá Las Mañanas con Andino, un magazine integral donde lo acompañará un nutrido equipo integrado por Germán Marcucci en policiales; Carlos Ruckauf como invitado especial dos veces por semana; Carlos Arbia en política y economía; Guido Záffora en espectáculos; los doctores Milton Dan, Delfina Zimmermann y Gabriel Lapman en salud; la abogada Bárbara Schargorodsky en temas previsionales; Gustavo Kuffner en deportes; Alejandra “Locomotora” Oliveras los lunes para enseñar rutinas de entrenamiento y motivación y Diego Cañete como cronista. “Vengo de hacer tres horas por día y nos quedaba material afuera. Lo hablaba con Angie (Ávila, la productora ejecutiva) y con dos horas nos va a pasar lo mismo, porque además en nuestro horario probablemente esté la conferencia de prensa de Adorni. Pero bueno, el objetivo es que la gente me pueda ver en la TV pública en un programa dedicado a todo el país”, reconoce. Casado hace casi 25 años con Carolina Prat, padre de tres (Sofía, Victoria y Ramón), hincha de Racing Club, Andino le contó a Infobae cómo decidió saltar la valla, qué espera de su nuevo ciclo y su faceta como coleccionista. GUillermo Andino junto al equipo que lo acompañará en la TV Pública —Estás en una casa nueva. ¿Nunca habías trabajado en la TV pública? —Nunca. Estuve solo como invitado desde que empecé a trabajar en el 87. Tuve la posibilidad de ir al canal muchas veces, y siempre me impactó el edificio, el lugar donde está, que es hermoso. Tuve ofrecimientos para ir a trabajar, pero siempre estaba muy sólido en los lugares donde estaba. Pero esta vez fue diferente. Fue encarar un nuevo desafío después de 20 años en el Grupo América, al que le estoy eternamente agradecido, en donde quedaron las puertas abiertas, lo mismo que con Kuarzo, la productora que en los últimos dos años me contrató para hacer Andino y las noticias. —¿Y qué expectativas te genera esta llegada? —Muchas, porque la TV Pública tiene una ventaja, un valor agregado por sobre los demás canales de TV abierta: tiene una cobertura para 45 millones de personas. Y esto lo digo por mi experiencia de viajar mucho durante el año. Es un parlante gigante que la gente ve. El ritmo y la burbuja que circunscribe muchas veces nuestra vida al AMBA, a veces nos hace creer que todo pasa por acá. Hay un país mucho más abierto y mucho más arraigado a la TV Pública de lo que creemos. Lo que pasa es que no entra en el contexto de las mediciones, porque el rating se mide en Capital Federal y Gran Buenos Aires, es algo que ojalá el día de mañana Ibope pueda ampliar. Hoy no es así. —Claro, cuando se habla de la TV pública se la asocia a una pantalla fría. —Yo nunca tuve ese preconcepto. La TV Pública ha tenido, como todo canal, sus altibajos. Pero ha tenido épocas en que hasta lideraba en determinados horarios y en competencias deportivas le va muy bien. Pero el concepto que se tiene hoy en la TV Pública, el armado de la idea que tienen las autoridades —Hablo de Eduardo González, que es el interventor; de Len Cole, que es el director general de programación, la sinergia que tendremos con Radio Nacional, a cargo de Héctor Cavallero— está hecho por gente de la industria de la televisión. Como en los canales privados, hay que remar lo que vas a transmitir a diario, y eso me parece bien. Y te decía que a mis 57 años y con 38 en la industria, para mí era una asignatura pendiente. Ya lo venía hablando y nunca lo escondí. La gente de Kuarzo estuvo de acuerdo y me dejó las puertas abiertas. De hecho, quedamos con un compromiso de hacer algo durante durante el año con alguna idea que fluya. Andino le contó a Infobae que negoció su incorporación a la TV Pública desde mitad del 2024 —Porque no solo trabajabas en América: eras una de las caras de América. ¿Cómo fue la decisión de dejar una zona de confort, si querés llamarlo así, o tuvo que ver con la llegada de nuevos nombres? —A mí el canal me llamó en abril o mayo, antes de que llegaran nuevas caras a América y A24, para saber cuál era mi situación hacia este año, porque estaban armando una programación competitiva. Esos fueron los albores de la negociación. Ni se hablaba de los cambios en A24 y América. Está totalmente disociado de la llegada de las nuevas caras. Fue decir ‘voy por este desafío personal’. Lo que pasa es que nosotros marcamos una impronta muy fuerte en el noticiero con Mónica Gutiérrez durante 18 años. Éramos una pareja que marcó un camino y quedó en la conciencia colectiva. Vos decís Mónica (Cahen D’Anvers) y César (Mascetti), Cristina (Pérez) y Rodolfo (Barili). Bueno, nosotros estamos ahí... Y cuando Mónica se fue, para mí fue un punto de inflexión. Dentro del mismo grupo encaramos un programa llamado Informados de todo. Después, con mi querido amigo Gerardo Rozín, planeamos junto con él e Iván Drinko, Es por ahí, un programa de cocina con noticias. Era un tipo muy creativo. Lamentablemente Gerardo muere y al no estar él, yo decidí irme y volver con Andino y las noticias en A24, contratado por Kuarzo. Y en el último año, empiezo a pensar en la propuesta de la TV pública y otra de otro canal de aire que no se dio. Mónica Gutiérrez y Guillermo Andino fueron la pareja del noticiero de América durante 18 años —Recién hablabas de Mónica Gutiérrez. En los últimos años se rompieron varias parejas televisivas que estaban instaladas: la tuya con Mónica, Barili con Cristina Pérez, Lapegue con Roxy Vázquez y tu hermana Marisa con Mirol. ¿Es pura casualidad? —No creo que haya un denominador común, si nos ponemos a ver caso por caso. Me parece que sí, que es una casualidad. Y creo que hay que ponderar cuál es la duración que han tenido esas duplas. Pero sucede que muchas veces, alguno de los integrantes de la pareja quiere empezar a recorrer el camino solo. Cuando yo empecé a trabajar había cinco canales, si contamos al 2 de La Plata, y había menos radios. Hoy hay mucha más oferta y más demanda. Después está la decisión, porque como vos decías, el estado de confort es el estado de confort. Aunque en el fondo el estado de confort es como una frase hecha, porque uno siempre tiene los nervios diarios de salir al aire, sobre todo en el ámbito de las noticias. — ¿Nunca te propusieron hacer dupla con tu hermana? —Nos propusieron. Pero siempre estábamos cada uno en proyectos avanzados o consolidados. Nunca se dio. —¿Te gustaría? —Nunca digas nunca si lo que pasa es bueno. Marisa está muy consolidada en su noticiero y yo ahora estoy encarando esto, a lo que le voy a poner todas las pilas. Y uno siempre sueña con que ojalá dure mucho tiempo. Ahora tengo la suerte de que mi sobrino Juani, el hijo mayor de Marisa, empezó conmigo y mi mujer. Está todo concatenado. Para mí es un orgullo decir que arrancó en nuestra productora. —¿Vos empezaste con tu papá, con Ramón Andino? —En realidad, yo nunca llegué a trabajar con él. Mi viejo falleció el 6 de marzo de 1987 y yo empecé un mes después. Era estudiante de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, carrera que terminé. Sergio Villarroel era el director general de noticias y me dió la oportunidad. Me dijo ‘Mirá, a tu papá no lo voy a poder reemplazar, pero yo sé que vos estudiás Ciencias Políticas, que no estás estudiando Ingeniería Química que no tiene nada que ver con lo nuestro. Y me gustaría que el apellido Andino quede ligado al noticiero’, a Realidad 87 en ese momento. Y empecé a hacer notas con el hijo, con Claudio. Él las veía, las evaluaba y me dijo ‘bueno, arrancamos el 6 de abril, a un mes exacto, en el mismo estudio donde mi viejo había tenido el infarto. Fue muy fuerte para mí. Detrás de cámara había 30 o 40 periodistas. Era todo un acontecimiento. Mi viejo había llegado durante años a la gente rompiendo récords de audiencia. Una persona muy afable. Pero no entré a conducir, hacía una nota por día y la presentaba en el piso. La primera oportunidad de conducción fue en Nueve Diario, que hicimos durante siete años, con 20 puntos de rating al mediodía y 25 puntos a la noche. —La Tevé Pública tiene, obviamente, un cartel de ser “el canal oficialista”. ¿Cómo van a manejarse cuando un tema roce al gobierno. ¿Por ejemplo, cómo hubieran manejado el Crypto Gate esta semana? —Con información y objetividad. No vamos a esquivar ningún tema. Si no, no estaría ahí. Es verdad que a lo mejor, por algunas anteriores administraciones —no digo todas— quedó cierto prejuicio respecto de ese link que vos hacés, pero no es el objetivo de esta administración. En absoluto. De hecho, mira los noticieros y ahí te vas a dar cuenta. Es la mejor prueba... Se habla todo y eso está buenísimo. Andino y su esposa, Carolina Prat cumplirán 25 años de casados en abril de 2025 (RS Fotos) —¿Cómo ves la TV abierta hoy, en general? — Yo me divierto. Veo todo, a pesar de que durante el día estoy laburando. Y soy un obsesivo de los canales de noticias. Hay todo tipo de programas. Lo que pasa es que uno, por defecto y tradición, sigue dividiendo TV abierta de cable. Hoy está todo muy emparejado. — Y está la competencia del streaming, claro. — Exacto. Yo hago streaming en LED los martes de 14 a 15 en un programa que se llama Escalando la montaña. Empecé a mediados del año pasado y tengo invitados de todo tipo de la cultura, del deporte, de la política, del espectáculo. Es un poco llevado por mis hijas, que son de streaming y de ver la tele en el horario que quieren a través de YouTube, que eso es algo que tampoco se mide. — ¿Qué te dijo tu familia, tu mujer, sobre este salto? — Mi mujer me apoya. O sea, si hay alguien fundamental en mi vida es ella. Yo soy más conservador y ella tiene más arrojo en animarse a nuevas propuestas. En ese sentido, en ese yin y yang, después de la primera o segunda reunión, Caro me preguntó cómo me sentí y le dije: “Me gustó la idea”. Ella también ama a América, imaginate que ahí transcurrió nuestra vida. Anunciamos el nacimiento de nuestros hijos con Mónica al lado. Y me dijo “tirate, porque de agua entendés, vamos para adelante”. Caro es más arrojada, más de cambiar. Ella estudió arquitectura y tiene inteligencia emocional. Nosotros hicimos un programa hasta el año pasado y queremos volver a hacerlo, Los Andino en casa. Y el programa levantó mucho a partir de la llegada de Caro, ahí empezamos a ganar el Martín Fierro — ¿Cuánto hace que están casados? — En abril de este año cumplimos 25 años. Habíamos pensado hacer un viaje, pero ahora voy a empezar, así que el viaje será de fin de semana. Pero bueno, las bodas de plata son festejos extraordinarios. — Toda una rareza en el medio, además. — La verdad, no creo que tenga que ver el lugar de trabajo, sino el amor que vos tenés por tu esposa, por tus hijos y cómo vas construyendo el día a día. Pasa que acá te están viendo miles de personas. Parte de la colección de Andino — Y además no debe ser tan fácil tener una mujer que banque tener una habitación entera dedicada al coleccionismo. — (se ríe) Te voy a decir algo. Al ser ella del palo de la arquitectura, cuando nos mudamos, le dije ‘Mirá, amor, hace lo que quieras, pero no dejes de poner un lugar para mi museo’. Es algo que vengo arrastrando. Mi vieja me decía ‘te voy a tirar todo’. Vengo guardando cosas desde chico. Y un día me propuse exponer mi colección de El Gráfico, de la revista Humor, Satiricón, las de García Ferré y Dante Quinterno... —¿Toda la colección de El Gráfico tenés? —Toda. Y había comprado otra para donar a una institución y no tenían lugar. Y se la regalé a un amigo mío, futbolero, fanático de Boca. —¿Cómo empezaste con el coleccionismo? —No me di cuenta. Con la mayoría de mis amigos del colegio sigo teniendo relación. Vienen a casa, comemos asado, jugamos al truco y me dicen ‘che, podemos ir a ver un poco’. Y me dicen ‘mirá qué guacho, tenés la colección de los muñequitos Jack’s’. Yo era de jugar con eso. Mi abuelo me había construido un ring de madera y le había dibujado Titanes en el ring en el piso, y yo hacía peleas. Y con el tema de la lectura empecé a comprar revistas. A mi viejo lo conocieron mucho por la tele, pero él trabajó desde el año 75 hasta que falleció en el diario Clarín, era secretario de redacción. Y recibía diez diarios por día, porque se encargaba del cierre del diario, hacía la tapa. Entonces recibíamos La Nación, La Prensa, y me tropezaba con eso y empecé a leer. Empezaba por los chistes y después iba a deporte. Y después, él me decía, ‘mirá esta noticia’, y empecé con las otras partes del diario.

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