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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/02/2025 04:41
Javier Milei junto a Kristalina Georguieva, ayer en el FMI, en Washington Tras la reunión y la buena señal entre el presidente Javier Milei y la directora gerente del FMI Kristalina Georgieva, la hoja de ruta de la negociación con el organismo continuará la semana que viene en otra latitud. El ministro de Economía Luis Caputo, presente ayer también en Washington, se cruzará con la número 1 del Fondo Monetario en Sudáfrica en el marco del G20. La titular del Fondo resaltó los “resultados significativos” del plan del Gobierno. “Hoy recibí al Presidente Milei en el FMI para hablar sobre el plan de estabilización y crecimiento de Argentina, que está dando resultados significativos. Nuestros equipos siguen trabajando de manera constructiva en pos de un nuevo programa”, aseguró Georgieva en X. “Todo marcha acorde al plan” le dijo a Infobae en Washington, sin dar más detalles, un integrante de la delegación local. Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, encabezarán la comitiva argentina en la reunión de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de ese foro internacional. En 2024, este primer encuentro también se realizó en febrero, en San Pablo, y fue el escenario de una foto entre Caputo y Georgieva, tras un primer contacto en el Foro de Davos. En esa ocasión, también se reunió con la entonces secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, quien expresó un primer respaldo de la Casa Blanca al programa económico. Sudáfrica podría ser ahora el lugar de un encuentro con Scott Bessent, el nuevo funcionario de Donald Trump en esa oficina. En este caso, la administración estadounidense ya mantiene una sintonía inicial con el gobierno libertario, y el Poder Ejecutivo apuesta a que ese alineamiento juegue a favor cuando la negociación avance hacia definiciones. Los últimos pasos de la negociación En los últimos días, Caputo confirmó que el resultado del entendimiento técnico será enviado al Congreso para su aprobación. Inicialmente, surgió la posibilidad de que el acuerdo no fuera remitido al Parlamento, ya que no implica un aumento en la deuda neta, sino un cambio de acreedor. Los dólares del FMI se utilizarían para que el Tesoro cancele Letras Intransferibles en manos del BCRA, lo que convertiría deuda intra sector público en un pasivo con el organismo de crédito. La comitiva argentina en la reunión en el FMI, ayer El ministro no precisó el monto del nuevo programa, que aún está en discusión, al igual que la secuencia de desembolsos. Estos dos elementos resultan clave para determinar si la asistencia permitirá acelerar la salida del cepo. Milei mencionó una cifra de USD 11.000 millones, aunque los funcionarios negociadores no la ratificaron. Caputo afirmó que el FMI no exigió una devaluación y aseguró que el esquema cambiario posterior al acuerdo ya está definido. Ese esquema determinará la evolución del crawling peg, que redujo su ritmo este mes, el dólar blend exportador, que destina 20% de las liquidaciones al contado con liquidación, y las restricciones cambiarias vigentes, como el límite entre operaciones en el mercado oficial y los paralelos o la remisión de utilidades a casas matrices. Estos puntos son centrales en la negociación con los técnicos del FMI. El apuro por cerrar un acuerdo con el Fondo se explica por la caída de reservas, que persiste a pesar de las compras diarias del Banco Central en el mercado oficial. La combinación de compras netas y reducción de las reservas internacionales se atribuye, según analistas del mercado, a mayores intervenciones para controlar la brecha cambiaria, menores encajes por la caída en los depósitos en dólares y pagos de deuda. La postura del staff sobre el cepo y el ajuste La última vez que el equipo técnico del Fondo Monetario se pronunció en público sobre el plan económico del Gobierno, además de los elogios a la estabilización, también mencionó algunos señalamientos sobre lo que viene. Principalmente, en que el Poder Ejecutivo debería procurar una recuperación de las reservas más rápida y que el perfil del ajuste fiscal podría ser distinto al de 2024 para asegurar su sostenibilidad. “Para allanar el camino hacia la recuperación del acceso a los mercados será necesario adoptar una estrategia creíble para desmantelar los controles cambiarios, una mayor flexibilidad cambiaria y un papel más significativo de la política monetaria”, definieron los técnicos del FMI en el último informe técnico publicado, en enero, sobre el cierre de la evaluación Ex Post del programa actual Extended Fund Facility (EFF) iniciado en marzo de 2022. “La fuerte acumulación de reservas cambiarias durante 2024 reflejó la devaluación gradual del 120% en diciembre de 2023, la flexibilización de las condiciones de sequía y la amnistía (blanqueo) fiscal. Al mismo tiempo, la presencia de amplios controles cambiarios (que será necesario desmantelar para aliviar las distorsiones y recuperar el acceso a los mercados de capital) y la apreciación del tipo de cambio real como resultado de la preservación de un tipo de cambio de paridad lenta podrían dificultar la acumulación continua de reservas cambiarias”, apuntó el equipo técnico en otro tramo del informe. Scott Bessent, secretario del Tesoro de Trump. Una nueva figura clave en la negociación, podría verse con Caputo en el G20. Bloomberg Por otra parte, consideró el staff que “con una política fiscal anclada en una meta fija (equilibrio presupuestario), mantener la competitividad externa y suavizar las fluctuaciones en respuesta a los shocks requeriría tanto un mecanismo más eficaz de ajuste externo, en particular una mayor flexibilidad cambiaria”, en referencia a un tipo de cambio con un comportamiento menos estricto que el actual crawling peg, que por el momento sigue en 2% mensual, pero que podría incluso ser más lento. También puso de relevancia la necesidad de “un papel más fuerte de la política monetaria (en concreto, garantizar una tasa de interés real positiva que responda adecuadamente a la evolución de la inflación para asegurar el equilibrio interno y, al mismo tiempo, respaldar los objetivos de estabilidad externa)”, explicó el Fondo Monetario. “Estas consideraciones sugieren que, a pesar de los importantes avances logrados en los últimos meses, el camino para resolver el problema de la balanza de pagos de Argentina sigue siendo desafiante”, concluyeron en ese aspecto. En el plano fiscal, el FMI reconoció la transición rápida hacia el superávit que decidió el gobierno libertario aunque hizo objeciones sobre el perfil de ese ajuste y cómo debería ser en adelante. “Para mantener y consolidar los avances iniciales en la estabilización probablemente será necesario ampliar el esfuerzo de reforma fiscal y mejorar aún más las condiciones sociales para fortalecer la aceptación de la población”, escribieron los técnicos. “Además de las medidas fiscales de alta calidad (mejora de la progresividad del impuesto a la renta personal y reducción de los subsidios), una parte considerable de la recuperación fiscal inicial se logró mediante profundos recortes al gasto discrecional, incluida la inversión pública y los salarios, así como medidas de ingresos temporales o puntuales”, en referencia al impuesto PAIS o las incluidas en el paquete fiscal. “A medida que se afiance la estabilidad macroeconómica, las políticas deberán orientarse a lograr que los avances fiscales sean más duraderos abordando las rigideces fiscales estructurales: haciendo que la recuperación de costos de las tarifas de energía sea automática, mejorando la sostenibilidad del sistema de pensiones y la masa salarial pública, reduciendo la naturaleza distorsionante y la complejidad del sistema tributario y mejorando la flexibilidad en las relaciones fiscales con las provincias”, consideró el organismo.
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