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Parana » Ahora
Fecha: 21/02/2025 04:35
La sesión de este viernes en la que se pretendía poner a consideración la designación de Ariel Lijo en la Corte Suprema de Justicia fue finalmente desactivada. En consecuencia, y más allá de que su pliego cuenta con el dictamen correspondiente, las posibilidades reales del juez federal para llegar al Tribunal Superior se habrían desinflado completamente. Desde fines de 2024, con la jubilación de Juan Carlos Maqueda, la Corte Suprema quedó reducida a tres miembros, cosa que el Gobierno nacional quiere revertir, para elevar ese número a los cinco que establece la ley para la constitución del Máximo Tribunal de Justicia. Para ello, confiaba este verano resolver la situación de los dos hombres que eligió para sumar a la Corte, Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla. De estos dos, solo el pliego del juez federal consiguió las 9 firmas necesarias para poder ser votado en el recinto. En el caso de García-Mansilla, ese nombre no tiene plafón en el bloque más numeroso del Senado, que insiste con que al menos un lugar debe corresponderle a una mujer. Con el objetivo de definir el destino de Lijo en estas extraordinarias, el oficialismo había deciddio convocar a una sesión este mismo viernes -último día de extraordinarias-, luego de la maratónica reunión en la que se tratarán la suspensión de las PASO, juicio en ausencia, reincidencia y reiterancia y la ley antimafia. Pero las expectativas del oficialismo disminuyeron sustancialmente en las últimas horas, al punto tal que una encumbrada fuente del oficialismo había confiado a parlamentario.com que no creían que fueran a tener quórum este viernes. Ante ello, la decisión final trascendió poco antes del mediodía: se levantaba la sesión que, por otra parte, nunca había sido convocada oficialmente. Así las cosas, la suerte de Lijo parece estar ya echada. Pasa que el Gobierno, como dijimos, quiere resolver el tema de la Corte cuanto antes. Esto es, con la designación de los dos miembros que le faltan al Tribunal Supremo por la vía del decreto. Si no son aprobados sus nombramientos por los senadores, entonces se publicarían las designaciones en el Boletín Oficial la próxima semana, antes del inicio del período ordinario, cuando ya no podría hacerlo. En ese caso, el juez Ariel Lijo no está dispuesto a asumir en la Corte por esa vía, ya que esa instancia tendría plazo fijo: hasta la renovación de las cámaras legislativas, momento en el cual debería el Gobierno reiterar la vía legislativa para las designaciones. Y en ese caso Lijo no podría regresar al fuero federal al que tendría que renunciar para asumir en la Corte. García-Mansilla también tenía reparos para una designación de ese tipo, pero lo habrían convencido para aceptar, en tanto que el lugar destinado originalmente a Lijo sería ocupado por otro jurista afín al oficialismo. Que asumiría por decreto. El juez Lijo parecía tener todas las chances de asumir cuando la semana pasada se conocieron las 9 firmas para su dictamen. Estas correspondían a los senadores Carlos Espínola, Beatriz Ávila, Carlos Arce, Ezequiel Atauche, Juan Carlos Romero, Lucía Corpacci, Sergio Uñac, Claudia Ledesma Abdala y el radical Eduardo Vischi. No era sin embargo un dato menor que no hubieran firmado su designación senadores que el oficialismo confiaba que pudieran terminar aceptando a Lijo, como Guadalupe Tagliaferri, Martín Lousteau o Mariana Juri, muy cercana al gobernador mendocino Alfredo Cornejo. Salvo Corpacci, ningún kirchnerista firmó: ni Anabel Fernández Sagasti, ni Alicia Kirchner, ni Juliana di Tullio. Tampoco lo hizo el presidente del bloque UP, José Mayans. Y los acontecimientos que se desencadenaron los últimos días terminaron de obturar ¿definitivamente? el acceso de Lijo a la Corte, ya que el interbloque Unión por la Patria aparece absolutamente refractario ahora a la posibilidad de darle un triunfo al presidente Milei en estas circunstancias en que aparece golpeado. Fuente: Parlamentario
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