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» Data Chaco
Fecha: 20/02/2025 18:13
Nueve años después del secuestro y asesinato de Micaela Bravo en Bariloche, la Justicia dejó impune su muerte. La Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó un recurso de queja presentado por la familia de la víctima, lo que selló la absolución de Angélica Paine, suegra de la mujer asesinada y la única persona que llegó a estar imputada en la causa. El fallo cayó como un nuevo mazazo para Teresa Bravo, madre de Micaela. Días atrás, la fiscal Betiana Cendón le comunicó la decisión judicial. "Estaba sola en mi casa y me dio una crisis de nervios, no podía creer lo que me estaban diciendo", relató la mujer con angustia. Micaela Bravo desapareció en marzo de 2016. Su cuerpo fue hallado días después en un descampado, con signos de violencia extrema. La investigación apuntó a su suegra, Angélica Paine, pero la falta de pruebas concluyentes derivó en su absolución. La fiscalía intentó revertir la decisión, pero la Corte Suprema cerró definitivamente el caso. La desaparición y muerte de Micaela Bravo El 23 de marzo de 2016 fue la última vez que vieron a Micaela con vida. La joven, que entonces tenía 28 años y tres hijos, salió pasado el mediodía de su casa en el barrio 2 de Abril para llevar a su sobrina al jardín y desapareció. Dos semanas más tarde, encontraron su cuerpo en un descampado de la zona sur de Bariloche. Tenía marcas de golpes y una herida compatible con un arma blanca, pero tan avanzado era el estado de descomposición del cuerpo que la autopsia no logró determinar con certeza cuál fue la causa de la muerte. Para la familia Bravo, la decisión es una afrenta imposible de digerir. "Nos mataron a Micaela y ahora nos matan con esta injusticia", dijo su madre. Añadió que no bajará los brazos y seguirá reclamando justicia por su hija. El caso de Micaela Bravo se suma a la larga lista de femicidios en la Argentina que quedan sin condena. Según organismos de derechos humanos, la impunidad en estos crímenes es un problema estructural que afecta a cientos de familias. Con la investigación cerrada y sin culpables, la madre de Micaela solo tiene una certeza: su lucha no terminará aquí. Notas Relacionadas
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