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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 20/02/2025 02:40
La Academia festeja el título continental después de vencer al Cruzeiro en la final Él quería escribir un libro especial. Ya había desplegado su pluma en Argentina bizarra, El fiscal y Una épica de los últimos instantes; pero le faltaba una obra que uniera la pasión que lleva en sus entrañas con el amor familiar. Y la Copa Sudamericana que consiguió el equipo de Gustavo Costas en Asunción fue la motivación que le faltaba para meterse de lleno en su cuenta pendiente. Distintos a todos es una muestra de la gesta que logró Racing, que marca un camino que comenzó mucho antes que el 4 de abril de 2024, cuando el elenco albiceleste debutó en Paraguay ante Sportivo Luqueño. “Justo este año se cumplen 50 años desde que fui a la cancha por primera vez", subrayó en diálogo con Infobae Matías Bauso, autor de la obra que todo hincha de La Academia debe leer. El periodista reflejó su propia historia como fanático de una institución que en la última década comenzó a brindarle las alegrías postergadas que esperó durante su infancia y su juventud. “Es parte de mi identidad ser de Racing. Tal vez, a las nuevas generaciones no les ocurra porque crecieron con un equipo protagonista que pelea campeonatos, pero en mi caso, que viví los dos campeonatos en la B, los 35 años sin títulos, la quiebra, la Promoción y tantas penurias que marcaron un desierto inmenso, siento que fueron episodios que a uno lo forjaron. Cuando nos fuimos al descenso, estaba en sexto grado y era el único de mi clase que iba a la cancha. Y todos mis compañeros me lo hicieron notar. Al año siguiente tenía que elegir entre jugar los sábados al fútbol o ir a la cancha, porque los equipos de Primera jugaban los domingos. Son cosas que te van marcando", recordó con una cuota de nostalgia dramática. En su mirada, hay un cambio en la historia que alimenta su esperanza para que ese sufrimiento permanezca como parte del pasado. “Esas situaciones forjaron nuestra fidelidad, pero en la actualidad todos los equipos grandes tienen sus derrotas a cuestas: a Boca le pasó en Madrid, River tiene el descenso y una Libertadores perdida en 2 minutos, Independiente también se fue a la B y lleva 22 años sin ganar un campeonato local y San Lorenzo sufre una crisis institucional muy evidente. Hoy los hinchas de esos clubes ya no se sienten invulnerables. Son golpes que forman parte del fútbol"... Una de las caídas más significativas que destaca Matías Bauso en su última pieza, se remonta al penal que Jonathan Galván falló ante Franco Armani, que privó a La Gagoneta de la consagración en la última fecha de la Liga Profesional del 2022. En su análisis, el autor considera que “el fútbol tiene esa capacidad de de sorprender con ese tipo de partidos todos los fines de semana en algún lugar del mundo”. Y esa vez le tocó a la Academia. “Fue una derrota devastadora desde el aspecto anímico, pero no fue como las del pasado. Tuvo todos los condimentos cinematográficos: el penal en el minuto 90, el tipo que quería salir en la tapa de El Gráfico, el resultado que se estaba dando en la otra cancha a pocas cuadras, la dicotomía de River e Independiente de no querer ganar... Todo eso, en otros tiempos, hubiera provocado un terremoto; pero esa vez nos levantamos y le ganamos dos finales a Boca. Racing siguió siendo el mismo Racing de la última década”, subrayó. Para Bauso, los responsables en ese cambio de paradigma tienen nombre y apellido. Aquellas canciones que se entonaban en las tribunas durante las décadas del setenta, ochenta y noventa, rogando la llegada de “las buenas” se dieron con el regreso al club de uno de sus máximos ídolos. “Se dio con Víctor Blanco y Diego Milito. Desgraciadamente terminaron enfrentándose en las urnas, pero Blanco ordenó a la institución y Milito nos enseñó a ganar”, reflexionó. Para el autor, el ex delantero del Inter modificó la línea de pensamiento albiceleste. “Él nos dio permiso para que seamos más ambiciosos, para que no nos conformemos. Y para concretarlo tuvo la ayuda de Lisandro López, que cuando volvió al Cilindro tomó la posta con ese mensaje. Licha fue otro de los que impuso mayores exigencias“. Los goles de Gastón Martirena, Maravilla Martínez y Roger Martínez quedarán grabados por siempre en la memoria de los fanáticos. Y una de las figuras estelares que se destaca en el poster del campeón es Juanfer Quintero, quien no llegó a consolidarse como ídolo de Racing debido a su prematura salida por sus problemas personales. “Hay que entender que los colombianos, particularmente Roger y Juanfer, fueron dos talentos inconmensurables. Dos cracks de época que por alguna razón no están jugando en un equipo top de Europa”, analizó el periodista. Juan Fernando Quintero con el trofeo de campeón de la Copa Sudamericana 2024 con Racing Club. - créditos: Clarín Más allá del talento de los cafeteros, el sacrificio constante de Maxi Salas, la capacidad goleadora de Maravilla, el equilibrio de Nardoni, la solvencia de Arias y el orden de Santi Sosa, el estratega que lideró al equipo que escribió una de las páginas doradas más importantes de la historia del club fue Gustavo Costas. Como si se tratara de una justicia poética, el ídolo que se bancó los peores momentos de la institución tuvo su reconocido premio al conquistar el título internacional. Y la bandera con su imagen, junto a la leyenda “Gracias Eternas”, es una muestra del sentimiento colectivo de los hinchas. “Había un tema con su imagen, que se lo relacionaba con la derrota. Una visión errónea, porque fue el capitán del Ascenso y un referente en la Supercopa del 88. Y además, estuvo siempre poniendo la cara en los peores momentos del club. Nunca se borró. Sin dudas, que haya tenido esta revancha es extraordinario”, subrayó Bauso. Con relación a sus métodos pasionales, el periodista destacó el sentido de pertenencia que el entrenador les transmite constantemente a sus dirigidos. “En este mundo de hiper tecnología y de los datos fríos, él les traslada a los jugadores el amor por el club con un mensaje que le hace sentir su cercanía con los futbolistas. En la mayoría de los casos, los suplentes se enojan con los técnicos que no los ponen, porque creen que son ellos los que tienen que jugar; pero eso en este Racing no pasa. Cada vez que hay un gol, los suplentes lo van a festejar con él y le dan abrazos auténticos. Hay una conexión emocional, y los hinchas se dan cuenta que les exige lo mismo que le piden desde las tribunas”. El técnico Gustavo Costas del Racing Club de Argentina celebra con el trofeo después de ganar la final de la Copa Sudamericana contra el Cruzeiro de Brasil en Asunción, Paraguay, el 23 de noviembre de 2024. (Foto AP/Jorge Saenz) En un certamen en el que debió enfrentarse a cuatro equipos brasileños, los hinchas se dieron cuenta de que iban a ganar la Copa Sudamericana cuando la Academia eliminó al Corinthians en las semifinales. “Apenas terminó el partido, todo el mundo se puso a pensar en cómo ir a Asunción. Había una sensación de victoria muy grande. No fue como cuando se armó la caravana a Rosario después de que nos levantaran la quiebra. Acá, todos sabíamos que íbamos a salir campeones. Fue algo especial, que fue más allá de la euforia que se genera habitualmente luego de un triunfo contra un gran rival. Había tanta confianza, que se terminó logrando el objetivo. Y el máximo responsable de ese título fue Gustavo Costas“. El camino a la gloria terminó en Asunción contra el Cruzeiro; pero el propio entrenador dijo que ”no hay que conformarse”. Y en el horizonte más próximo aparecen nuevos desafíos para seguir haciendo historia, como la Recopa, que comienza este jueves.
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