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» Misionesopina
Fecha: 13/02/2025 17:03
En un profundo mano a mano, Fideo cuenta cómo tomó la decisión de renunciar al combinado albiceleste, los problemas que arrastra de la época de los fuertes cuestionamientos, recuerda su especial relación con Maradona y opina con contundencia sobre la polémica entre Cristiano Ronaldo y Messi La bella Lisboa es la segunda parada de “Mi Selección” tras el paso por Sevilla para entrevistar a Giovani Lo Celso. La capital portuguesa es un lugar cercano a los sentimientos del segundo protagonista de este ciclo, Ángel Di María. El ahora consagrado y multicampeón Fideo era solo una joven promesa cuando dejó Rosario Central, en 2007, para sumarse a las filas del Benfica, su primer destino europeo, que lo recibió con los brazos abiertos. La millonaria oferta que rechazó del fútbol árabe y el cariño que recibe de los hinchas de Benfica Después llegó el salto al Real Madrid (2010-2015), donde se codeó con estrellas de la talla de Cristiano Ronaldo y ganó la Champions League. Más tarde pasó por el Manchester United (2015), el PSG (2015-2022) y la Juventus (2022-2023), para finalmente retornar a su querido Benfica, algo que el talentoso zurdo rosarino se había planteado desde un primer momento. En medio de su experiencia europea fue escribiendo su historia en la selección argentina. Con la camiseta albiceleste debió soportar dolorosas e injustas críticas, pero tuvo su merecida revancha, ganando todo con el combinado nacional y convirtiendo goles definitorios, en finales. Di María recibió a Infobae en la sala de prensa del campo de entrenamiento del Benfica En un día nublado y frío en Lisboa, Di María se presta a una conversación distendida con Infobae en la sala de prensa del campo de entrenamiento del Benfica. Sus ideas y vueltas con la Selección, la decisión de dejar definitivamente el equipo, la increíble oferta económica que rechazó de Arabia Saudita, su especial relación con Diego Maradona y los elogios a Messi son solo algunos de los temas que sobrevolaron la charla. A continuación, la entrevista: -Realmente podemos decir que estamos en tu casa, ¿no? Estoy hablando de Benfica. -La verdad que sí. Es mi primera casa en Europa, el lugar que me abrió las puertas por primera vez. Vine con mi familia de chiquito con casi 18 años. Pasé esos primeros tres años increíbles acá (NdR 2007-2010). Tenía muchas ganas de tener la posibilidad de volver algún día y la tuve. Di María le firma su icónica 11 de la Selección al Pollo Álvarez -Imagino que estás acostumbrado, porque te tocó jugar bien en todos los clubes y salir campeón. Pero vimos acá en Benfica que la gente te ama mucho, entiendo que son muy pasionales también en esta ciudad, pero de verdad se siente mucho ese cariño hacia vos. -Sí, te lo hacen sentir en la calle o cuando vas a cenar, a almorzar y estás por ahí o cuando estás en una plaza, como la que voy con las nenas. Hay una plaza cerca de casa donde las llevo y la gente te lo hace sentir. La verdad que cuando llegué lo dije siempre. Estuve los dos primeros años, siempre en el banco, y cuando entraba parecía que entraba Leo (Messi) al Monumental. No entendía por qué. Nunca entendí el por qué, pero la gente me tenía ese cariño ya desde el día que llegué. No sé si porque llegué de chico y ellos sintieron que yo arranqué acá y a partir de este lugar exploté y fue todo lo que lo que fue después. Pero ese cariño estuvo desde el primer día, por eso siempre tuve esas ganas de pegar la vuelta para acá y volver a sentir eso otra vez. Mi Selección - Ángel Di María - "Si hoy ganás sos el mejor, si perdés sos el peor" -Hay cosas que los que estamos afuera seguramente no nos enteramos, pero también tiene que ver con la elección de jugar en Benfica y el cariño de la gente. Uno entiende que después del Mundial, después de todos los clubes en los que jugaste, recibiste muchas ofertas. Y también ofertas millonarias, de esas que están saliendo, por ejemplo, de Arabia Saudita. ¿Y vos elegiste? ¿Acá hay un poco de eso también, o no? -Tuve muchísimas ofertas, con números que jamás en mi vida había visto en un papel y las tuve ahí. Y con mi familia dijimos “no, vamos a Lisboa, queremos volver al Benfica”. Tuve la posibilidad el año anterior que estuve en la Juve, pero quería conocer la liga italiana. Era el club más grande de Italia. Tenía esas ganas también, pero ya ese año (2022) tuve la posibilidad de poder venir a Benfica otra vez, y al años siguiente dije “ya está, es el momento de volver a Lisboa”. Además acá esta Rui (Costa) como presidente. Jugué con él, entonces tenemos comunicación permanente. Él quería que venga y yo tenía es ilusión, así que terminé volviendo. -No quiero ser descortés hablando de plata, que siempre es feo, pero cuando te llegan esas ofertas increíbles, ¿cómo es? ¿Te dicen te doy 20, etcétera, y así se va poniendo un dinero que no se puede contar? ¿Es como que te siguen cebando? -La verdad es que me llegó una oferta de Arabia. No tengo representante, es un amigo que me maneja las cosas y me ayuda con todo. Llega la oferta, digo que no. Vuelve a llegar una oferta, de más del doble, del mismo club. Vuelvo a decir que no. Ahí mi amigo me dice “algo tenemos que decir, porque ellos no se si saben que vos no querés ir a jugar ahí”. Y ahí le dije, “bueno, si nos dan esto, capaz que vamos (haciendo referencia a una cifra mucho más alta)” ¡Y dieron eso! -¡Jugaste muy fuerte ahí! -Mi mujer me decía, “¿pero cómo te van a dar eso tarado?”. Y bueno, el tarado tenía razón. -Jugaste con un número fuertísimo para que te digan que no... -Sí, para que digan que no, y ellos dijeron “sí, sí, ¿listo?”. Cuando mi amigo me dijo que sí, le dije a mi mujer “¿viste que no soy un tarado? Al final pedimos y llegaron”. Decíamos “¿y ahora?” Y nada, ya está, nos vamos a Lisboa, vamos a Benfica. Al final la dejé pasar. Todo esto fue después del Mundial, cuando estaba en la Juve, fue en aquel momento. Creo que fue un poco por todo eso, ahora ya está. Si llega de nuevo esa oferta creo que ya está, no tengo esas ganas de ir a un lugar así en el final de mi carrera. Fideo junto a su esposa, Jorgelina Cardoso, y sus hijas (Instagram) -El 14 de febrero cumplís años. Desde afuera se ve que vos y tu mujer son una pareja muy romántica. ¿Festejan tu cumpleaños ese día? ¿Festejan San Valentín? ¿O las dos cosas? -Las dos cosas, yo meto más lo que es San Valentín y ella me mete todo lo que es el cumple y se festeja todo junto. -Ahora se vienen las Eliminatorias para la Selección con dos partidos muy importantes, como son Brasil y Uruguay. Ya lo hablaste y fuiste muy seguro al decir “no juego más”, pero ¿no te pasa nada por dentro cuando llegan esas fechas? -Sí, eso sí me pasa. Pero no solamente porque se trata de Brasil o Uruguay. Pasa siempre, es la Selección, donde uno es feliz, siempre dije lo mismo. ¿Cuántos jugadores argentinos hay en el mundo? Miles y miles. Y son solamente 26 los que van, es un privilegio enorme estar ahí. Y yo le dije ya que no, pero lo dije porque creo que era el momento de decirlo. No soy Leo (Messi). Leo es Leo, y va a estar hasta cuando él quiera, y cuando no le dé, él va a a poder seguir estando, porque es él, ¿me entendés? Pero nosotros, que somos de tierra, tenés que decir “es el momento”. Mirar para atrás y ves chicos que vienen con ganas, hay un Mundial muy cerca y solamente hay partidos de Eliminatorias. Esos chicos tienen que tener minutos. Lo dijo Leo hace poco en una nota en Argentina. Necesitan minutos esos chicos. No podés llegar a un Mundial sin que Garnacho tenga 90 minutos en un partido solo. Necesita roce. Yo vi el partido contra Paraguay que decían “ahí entró Garnacho, pero no...” Pero es una Eliminatoria, no estaba jugando contra el Chelsea, que capaz te dejan jugar más, necesita ese roce, empezar a sentirlo. Necesitan darle esos minutos a estos chicos, que te van a representar en un Mundial en un año y medio, en un año y algo. Entonces, si yo sigo estando ahí, esos minutos se le acortan un poco, ¿entendés? -De afuera se ve que estás volando, viendo los partidos de Benfica, los últimos que jugaste en la Selección...¿vos sabés que podés jugar otro Mundial? -En realidad no lo sé. Como dijimos recién, cumplo 37 años ahora, y es como dijo Leo, es ir viendo partido a partido. día a día, mes a mes. Es ver cómo te vas sintiendo, cómo va reaccionando tu cuerpo. Yo ahora tuve dos recaídas de una contractura, que me tuvieron afuera cuatro o cinco días afuera y vuelvo otra vez, pero al cuerpo ya le cuesta, entonces empecé a analizar todo lo que implicaba volver a estar en un Mundial, llegar a un Mundial, y me di cuenta que lo mejor era dar ya un paso al costado. Logré todo lo que quería lograr. Me fui de la manera que me quería ir, sin saber si la Copa América la íbamos a ganar o no, pero era lo último y se dio de la misma manera. Se lo dije a a Scaloni adentro de la cancha y le dije de qué otra manera mejor me puedo ir. Él me hablaba en el oído y me decía “quédate acá”. Y yo le dije que no, que ya está, que era el momento. Hay un montón de chicos que vienen atrás, y me dijo que “la verdad, tenés razón”. Me dí cuenta que era el momento perfecto para dar el paso al costado. Yo soy muy agradecido a la gente que me sigue escribiendo y me pone “es un poquito más”. Sí, es un poquito más, pero si de acá a seis meses digo “ya está, no puedo más, ya me cansé, no quiero jugar más”. ¿Qué hago? ¿La Selección la dejo como si nada? Ya tuve la despedida, me pude ir como quise, ya está, era el momento. Di María con los colores de Benfica (Foto Reuters/Guglielmo Mangiapane) -¿Y algún te pasó que te planteaste si habías tomado la decisión correcta? -No, la verdad que no, no me lo planteé. Y por eso estoy tranquilo. Porque sé que tomé la decisión correcta. Pero sí que pasa eso de que llega el momento de la de la lista y yo siempre le pongo “me gusta” y corazoncitos. No estoy, pero lo sigo haciendo, ¿entendés? Me sigo sintiendo parte, la realidad es difícil desprenderte de algo así. Gracias a Dios tuve mi carrera en clubes y la carrera de la Selección es como si fuese un club, porque estuve 16 años y es como si hubiese estado en un club. Entonces sí, es difícil, pero creo que tomé la decisión correcta. Es obvio que me tienta, porque es la Selección, ojalá algún día pueda estar otra vez, de otra manera. -¿Te limpiaron del chat de la Selección o seguís? -Sigo ahí, con eso no pasa nada, suben boludeces, matan a uno y esas cosas. -¿Nos tenemos que hacer la idea de que el último partido que jugaron juntos Di María y Messi fue la final de la Copa América? Salvo que lo convenzas de venir a jugar a Lisboa o él te convenza de ir a Miami. -Sí, sería la única manera. No fue lindo lo de la final, porque si bien se ganó, por otro lado fue una mierda que Leo se lesionó en el partido y después estuvo todo ese tiempo parado. Cuando él pidió salir, que se cayó solo, yo ahí ya me di cuenta que que se había hecho mierda, porque si no es imposible. Él siempre con alguna molestia o con algo, siempre siguió, siempre sigue. Nunca te deja tirado. Entonces cuando pasó eso, yo me di cuenta que estaba jodido. Fue un momento feo, para mí era la última Copa de América. Y para él también, porque ahora se viene el Mundial, pero era nuestra última Copa América. -¿Se viene el cuerpo técnico con Paredes? Lo dijo hace poco en un streaming. -Está en casa justo ahora Paredes. Somos muy amigos, le dieron tres días libres y se queda en casa. Es un hecho que vamos a trabajar juntos, pero no sabemos cuando, en algún momento queremos cumplir con ese sueño. Todo arrancó un día así que estábamos en su casa, tomando un vino, tranquilos, mirando un partido. Nuestras mujeres conversaban sobre el día que no estemos más juntos y esas cosas, y ahí surgió este tema. Siempre hacemos todo juntos, vamos de vacaciones juntos, tenemos los nenes de la misma edad, entonces se llevan re bien. Y ahí arrancó y se armó. Se armó. Las chicas empezaron a hablar también. Mi Selección - Ángel Di María - "No soy Leo" -Quiero hablarte de la familia, te vi bailando con tus dos hijas. Pero hay una, Mía, que es la que te hace los chistes, que tiene millones de visualizaciones, que te engancha para bailar.. -Sí, me engancha como un Carlitos, ahí, para bailar. Igual, te digo algo, lo hacemos como ochenta veces hasta que sale. Y encima cuando sale, sale desastroso. Estoy haciendo mi bailecito mirándola a ella, ¿viste? Y ahí le digo “no podés subir eso, te estoy mirando a vos, hago el baile todo duro, no me río, vos te estás riendo, muy difícil...” -¿Y Jorgelina ya quemó la lista? ¿Ya no hace falta más? (NdR: la referencia es al listado de detractores que había armado la esposa de Di María) -Ya está. ya pasó. No quedé con ese rencor, siempre tuve la posibilidad y y siempre estoy agradecido a Dios de que al final todo se terminó acomodando y fue dando la vuelta y y me dejó del lado donde yo quería. Y nada, hoy por hoy hago una nota y me tienen que decir “campeón del mundo, lo lograste todo”, y eso para mí ya es ganar. -Te pusiste a pensar, lo dicen en la serie tuya, que si no se hubiese roto la pared tal vez sería un infierno, se hubiera sufrido mucho. Te estoy hablando de un solo partido, me refiero al día que la picaste en el Maracaná, en 2021. Si eso no era gol, tal vez hablaríamos de otra cosa, ¿sos consciente de eso? -Sí, yo creo que volver a vivir a Argentina, creo que lo iba a hacer igual, creo, lo digo entre comillas, porque nunca se sabe. Pero también me podía haber pasado, como le ha pasado a otros jugadores, como con uno que hablo también mucho, que es el Pipa (Higuaín), que está viviendo en Miami y le afectó muchísimo todo lo que pasó. Y y vos decís “jugaste en el Real Madrid, en el Napoli, la Juve, terribles equipos, fue goleador en todos lados y solamente por no ganar en tu país terminás de esta manera, o mal, o yendo al psicólogo”. Lamentablemente en Argentina somos así, la tenemos que bancar de esa manera, si hoy ganás sos el mejor, si perdés sos el peor y es así. Por eso te decía creo que me retiré en el momento justo, en el momento en el que nadie puede decir nada. ¿Y si seguía y después me iba en un partido que perdías o el Mundial que no se da y y te vas de esa manera? Y otra vez escuchar que esto, que lo otro y por qué sí o por qué no... Entonces ya está, así está perfecto. Mi Selección - Ángel Di María - "Lo hacemos 80 veces hasta que salga el baile" -Recuerdo que contaste que tenías que tomar pastillas para dormir porque sufrías y por venir. Sin embargo seguías viniendo... -Por culpa de eso sigo tomando las pastillas. Pude bajar, estoy mucho mejor, pero eso es algo un poco adictivo también. Le pasaba mucho a Bilardo, mucha gente lo decía, pero bueno, estoy mucho mejor en ese sentido. Son cosas que te que te quedan, que te marcan. -Pero llegaban a las finales, solo que no salían campeones -¿Pero quién se acuerda de los chicos que llegaron a esa final del mundo y no se ganó? Muy pocos, me parece injusto. ¿De los chicos esos quién habla? Nadie. Muy poquitos te pueden decir cómo jugaban. Nadie se acuerda esas cosas. Se acuerdan solamente si ganás y nada más. Es la realidad. Lo veo en los clubes, en las selecciones. Somos así y por eso digo que cuando las cosas van bien o terminan de buena manera es mejor dar un paso al costado. Yo lo dije un montón de veces cuando salimos campeón del mundo, cuando ganamos la Copa América, siempre dije que esos trofeos eran también de la generación anterior. A veces necesitas ese poquito de suerte para que todo cambie. Yo voy a recordar siempre a esas generaciones, porque a mí me enseñaron un montón y esta generación que me ayudó a poder lograr lo que tanto deseaba. También aprendí mucho con ellos. -¿Sufrís mucho por tu familia? A veces parece que los de afuera sufren más que vos. -Yo creo que sufrimos más por los de afuera que por nosotros mismos. En la serie se ve a mi mujer que lo dice, que hay un partido que estaba con mis viejos al lado y escuchaba que la gente decía “este hijo de puta que no corre, que no hace goles, que lo saquen”. Y mi mujer estaba ahí y veía a mi mamá y a mi papá y se le caían las lágrimas. Es como muy fuerte. Uno está dentro de la cancha, te putean, lo entendés, no te salen las cosas. Yo creo que uno sufre más por los de afuera que por nosotros mismos. Mi vieja me acompañó siempre, hacía como 40, 45 minutos en bicicleta, más o menos, casi una hora, a veces con lluvia, subida, bajada, no importaba nada. Mi vieja pedaleaba como yo, siempre. Todo lo que hice es todo por mis viejos, porque me dieron todo. Es como que yo llegué hasta un momento que mis viejos estaban conmigo, me bancaban todo y después cambié a estar con mi mujer, a vivir con ella y era ella la que me bancaba y la que estaba. Y después mis hijas. Siempre tuve esos pilares. -¿Sos cariñoso? ¿Se los llegaste a agradecer? -Por momentos sí, por momentos no. A veces mi mujer me reta porque me dice “escribiles más tus viejos, estate más encima”. Ella perdió al papá y como que se dio cuenta de que le faltó decirle más veces “te quiero, te amo”. Estar más pegada o vivir más momentos. Entonces ella siempre me dice “después cuando se vaya, te vas a arrepentir”. Intento estar más, siempre la llamo por teléfono y hablamos todo. Pero bueno, a veces como que uno también quiere estar en su mundo, en la familia, en entrenar, volver a casa, las nenas, la escuela, todo. Pero intento estar más pegado también a ellos. -¿Extrañás al Diego? Todos lo aman a Diego, pero sos el jugador de Selección que tiene más palabras para con él. -Es que a mí me me bancó cuando nadie me bancaba. Me llevó a un Mundial después de que me dieron seis fechas de suspensión en un partido contra Bolivia. Me echaron, me metieron seis fechas y después me volvió a citar. Cuando estábamos en el Mundial y me puteaban, los días que teníamos visita y él pasaba cuando estaba con mi familia y me decía “ustedes tranquilos, mas lo puteen más va a jugar”. ¿Qué puedo decir del Diego? No puedo decir una palabra mala. Es increíble. Después yo concentraba solo y pasaba todas las noches por la pieza y me hablaba, me contaba historias y se quedaba ahí una hora. Son momentos que no voy a olvidar nunca. Y el día que se murió, para mí fue muy chocante, no podía creerlo. -¿Y cómo te enteraste de la noticia? -Estaba en casa y empezó a salir, empezaron a decir que había muerto. Decían que había muerto Diego. Y yo decía “no puede ser, no puede ser”. Después, cada vez lo afirmaban más, hasta que ya después empezaron a aparecer las imágenes en ese barrio donde estaba viviendo. Y la ambulancia y todo. Y ahí sí, me cayó la ficha. Con la Copa del Mundo, un sueño cumplido -Muy duro eso, me imagino que ahí hablás con la familia. -Sí, mi mujer tiene una muy buena relación con Claudia, ella nos preparó el casamiento. Teníamos muy buena relación con Gianinna y con Dalma también. Casi siempre hablamos todo, pero en ese momento es difícil poder decir algo. Hasta el día de hoy seguimos teniendo relación. Ellos saben lo que fui para Diego, porque ellos mismos me contaban que cuando él estaba ahí con ellos les decía que que yo era su pollo, que yo era su jugador. Estoy agradecido eternamente. -¿Sos consciente de lo que te quieren en el país? -Sí, la verdad que sí. Cuando voy a Rosario o ahora cuando fui a la a la despedida, afuera del hotel, adentro del hotel, por donde quería salir había gente. Todo lo que lo que viví estos últimos años, que un poco por eso también decidí dar ese paso al costado. Todo lo malo que había pasado en su momento fue superado por todo esto bueno que pasó después. Por eso dije “ya está, me puedo ir también tranquilo”. El cariño de la gente sobrepasó todo eso. Terminé demostrando que realmente siempre sentí la camiseta, siempre dí la vida por la camiseta, que a veces los resultados no se dan, pero cuando se dieron, sentí todo ese amor y la verdad que me fui en paz de haber podido darles esa alegría. -¿Pudiste cumplir con lo que le dijiste a tus hijas en la final de la Copa América, que ibas a estar más tiempo en casa? -Sí. Porque cuando se van a la Selección en estas últimas convocatorias que hubo estoy en casa. Veo los partidos y las más grande, que entiende mucho más, me dice “juega Argentina, ¿viste? Y vos estás acá papi”. Y eso a mí me llena, porque yo sé que sufrían. Siempre que me fui a la Selección, una de las dos, con fiebre o con algo, siempre somatizaban, capaz si sabían que estaba diez días afuera, les pegaba siempre. Y mi mujer siempre que llegaba a la Argentina a los dos o tres días me decía “tu hija con fiebre”, y yo decía “puta madre...” Ahora gracias a Dios estoy en casa y ellas lo notan bien porque esos días también tengo libre acá, tengo un par de días libres, entonces puedo llevarlas a la escuela, las podemos ir a buscar juntos con mi mujer, es otra cosa. Y ellas lo agradecen mucho. Fideo jugó varios años con Cristiano Ronaldo en el Real Madrid -¿Qué opinas de las declaraciones de Cristiano Ronaldo, sobre que es el mejor de la historia? -No me sorprende, estuve cuatro años con él (NdR: fueron compañeros en el Real Madrid). Siempre fue así. Él siempre fue de hacer esas declaraciones, siempre intentó ser el mejor, pero bueno, nació en una generación, justo en un momento malo, porque justo nació otro que estaba tocado por la varita. La realidad se demuestra en números. Uno tiene ocho balones de oro, el otro cinco. Hay una diferencia muy grande. El haber sido campeón del mundo es otra diferencia muy grande, de tener dos Copa América. Hay muchas diferencias, muchísimas. Y después que uno lo ve en los partidos, lo ve en cada minuto de cada partido, que uno juega como si estuviese en el patio de la casa. La mete en el mismo palo de siempre y lo sigue haciendo. Y lleva 18, 20 años. ¿Hace cuánto que lleva haciendo lo mismo? Y toda la gente dice “pero si ya sabes qué va a hacer”, bueno, andá a marcarlo vos y él lo hace igual y va a seguir teniendo 40 años y va a seguir haciendo tiki taka, tiki taka. Es así. Pero bueno, Cris es así también. Siempre declaró de esa manera. Siempre fue igual. Para mí, Leo es el mejor del mundo y el mejor de la historia, sin ninguna duda. Por Joaquin Alvarez-Infobae
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