Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Una científica argentina fue distinguida con un prestigioso premio internacional por sus estudios sobre la biodiversidad

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 11/02/2025 20:33

    La científica argentina Sandra Díaz fue galardonada con el Premio Tyler al Logro Ambiental 2025 en los Estados Unidos (Diego Augusto Lima) La pérdida de la biodiversidad no se reduce a los osos polares que se van quedando sin icebergs en el Ártico o a los pandas gigantes que sufre la deforestación. Ocurre en el planeta y altera también a los humanos y al resto de los seres vivos. Con sus investigaciones, la científica argentina Sandra Díaz llevó a replantear el paradigma sobre qué es la biodiversidad y por qué vale la pena cuidarla. “No es solo un conjunto de seres vivos. Es el tapiz entretejido de la vida misma, que sostiene el funcionamiento del planeta y, en última instancia, nuestro bienestar”, explicó en diálogo con Infobae. La doctora Díaz es una de las galardonadas con el Premio Tyler al Logro Ambiental 2025, un reconocimiento considerado como el “Nobel del Ambiente”. En 2023, Infobae la había destacado como una de las 7 argentinas del año. El prestigioso premio es administrado por la Universidad del Sur de California, en los Estados Unidos y fue establecido por John y Alice Tyler en 1973. Las investigaciones de Sandra Díaz fueron clave para redefinir el concepto de biodiversidad. Es "el tapiz entretejido de la vida misma" crucial para el bienestar humano y planetario (Foto: Diego Augusto Lima) En las ediciones anteriores, lo han ganado científicos como el mexicano Mario Molina, quien desempeñó un papel fundamental en el descubrimiento del agujero de ozono en la Antártida y fue galardonado con el Premio Nobel de Química en 1995, y Jane Goodall, la experta británica pionera en el estudio de los chimpancés en Tanzania. Antes, la científica argentina, investigadora superior del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba, había obtenido otros reconocimientos. En 2019, fue incluida como una de las diez personas más influyentes de ese año en la ciencia por la revista Nature y ganó el premio Princesa de Asturias en España. En 2023 ganó el Premio Konex de Brillante en Ciencia y Tecnología, compartido con Gabriel Rabinovich, en la Argentina, la Medalla Linneana otorgada por la Sociedad Linneana de Londres, Reino Unido, y el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, la designó como miembro del grupo de los siete expertos que asesoran de manera voluntaria e independiente a la ONU en los avances de la ciencia y la tecnología. Díaz es la única latinoamericana en ese grupo de expertos. Por qué premiaron a Sandra Díaz Díaz enfatiza en la interconexión entre la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y las inequidades socioeconómicas. Se deben abordar de manera integrada para lograr soluciones efectivas ( REUTERS/Rickey Rogers /Archivo) Ahora, junto con el antropólogo brasileño-estadounidense Eduardo Brondízio, la doctora Díaz fue destacada con el Premio Tyler en los Estados Unidos por su “compromiso con la comprensión y abordaje de la pérdida de biodiversidad y su impacto en las sociedades humanas”. El jurado consideró que sus investigaciones fueron cruciales para redefinir la biodiversidad en las discusiones políticas globales y visibilizar la interdependencia entre naturaleza y humanidad. “La crisis climática, la crisis de biodiversidad y las escandalosas inequidades socioeconómicas en el mundo están todas interrelacionadas, conectadas por el tapiz vivo del planeta”, afirmaron los premiados en una declaración conjunta. Díaz hizo un llamado urgente a gobiernos, empresas e individuos para reconocer esa interconexión y actuar en consecuencia. “Es necesario abordarlas de manera integrada. No se puede resolver una de estas crisis sin considerar las otras dos”, afirmó la científica, quien ha sido una figura fundamental en organismos internacionales como el Panel Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES). La científica advirtió que la pérdida de biodiversidad puede ser tan devastadora como el cambio climático/ REUTERS/Bruno Kelly/Foto de Archivo De acuerdo con la investigadora, la percepción de la naturaleza fue moldeada por un paradigma de separación como si los seres humanos estuvieran apartados del resto de la vida en el planeta. “Desde ese paradigma, la naturaleza está ahí fuera para que los humanos la conquisten y la exploten. Sin embargo, ahora hay pruebas abrumadoras en contra de esta visión”, aclaró. Las pruebas científicas demuestran que los humanos están interconectados con otras formas de vida en la Tierra. “Estamos unidos a otros seres vivos por un ancestro común: compartimos muchos genes y procesos fisiológicos. También estamos conectados a través de procesos ecológicos: intercambiamos materiales con otros seres vivos continuamente”, señaló Díaz. Otro concepto que Díaz desarrolló en sus trabajos es el de “diversidad funcional”. No consiste solo en considerar el número de especies sino en comprender cómo interactúan con su entorno y cómo afectan al resto del tejido vivo. “Estudiamos características del cuerpo de los organismos que nos informan sobre su estilo de vida, sus fortalezas y sus vulnerabilidades”, explicó. Se ha enfocado en las plantas y con colegas logró construir un panorama muy amplio sobre la flora del mundo. Diferentes estudios, incluyendo los de la doctora Díaz, demostraron que los humanos están profundamente interconectados con otras formas de vida (Diego Augusto Lima) Su trabajo permitió probar cómo la biodiversidad es esencial no solo para el funcionamiento del planeta, sino también para el bienestar humano. “La investigación de Eduardo Brondízio ha iluminado el papel vital de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la conservación, mientras que el trabajo de Sandra Díaz ha sido fundamental para redefinir cómo se conceptualiza y valora la biodiversidad en las discusiones políticas en todo el mundo”, declaró Julia Marton-Lefèvre, presidenta del Premio Tyler. La ceremonia de entrega se llevará a cabo el 10 de abril de 2025 en Los Ángeles, donde se formalizará la entrega de los 250.000 dólares del premio compartido. Qué descubrió la científica Sandra Díaz recientemente Díaz coformuló el concepto de "vulnerabilidad biocultural," el cual mide tanto el riesgo de extinción biológica de las especies como la pérdida de las culturas que las valoran/REUTERS/Juan David Duque Uno de los últimos hallazgos de la doctora Díaz fue la identificación de una nueva dimensión para abordar la crisis de biodiversidad: la vulnerabilidad biocultural. Con otros investigadores, Díaz encontró que muchas especies silvestres de gran importancia cultural están en peligro, no solo por amenazas ecológicas, sino también porque las culturas que las valoran están desapareciendo. Lo publicaron en la revista PNAS de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. Desarrollaron una métrica de “estatus biocultural” que combina el riesgo de extinción biológica de una especie con el grado de amenaza que enfrenta la cultura que la considera importante. “El alto nivel de pérdida cultural, particularmente entre los pueblos indígenas, eclipsa la influencia del estado biológico en la evaluación del estado biocultural”, señaló el estudio. Un 39% de las especies culturalmente importantes enfrentan un riesgo biocultural mayor que biológico, debido al peligro de desaparición de las culturas indígenas que las consideran esenciales (Imagen Ilustrativa Infobae) El estudio identificó 385 especies silvestres culturalmente significativas, en su mayoría plantas. Más de la mitad (57%) eran importantes para pueblos indígenas, mientras que un 21% lo era para otros grupos étnicos. Sin embargo, los datos mostraron que muchas de estas especies tienen un estatus de conservación incierto, con un 41% clasificadas como “Deficientes en Datos” en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), en contraste con solo un 12% de especies en general. “Eso indica que los esfuerzos de conservación suelen no prestar atención a las especies que son fundamentales para las culturas locales”, comentó Díaz en el diálogo con Infobae. Uno de los descubrimientos más preocupantes fue que las especies culturalmente importantes son más vulnerables en términos bioculturales que en términos estrictamente biológicos. Por ejemplo, mientras que solo el 29% de las especies estaban amenazadas desde el punto de vista biológico, un 39% estaban en riesgo biocultural, lo que significa que la pérdida de la cultura que las valora también pone en peligro su supervivencia. Díaz y sus colegas proponen dejar de tratar la biodiversidad y la cultura como elementos separados, impulsando estrategias globales de conservación que integren valores bioculturales/ Reino Animal/ Handout via REUTERS /Archivo Los investigadores recopilaron información de estudios previos y realizaron una encuesta en línea para identificar especies culturalmente significativas en distintos grupos humanos. Luego, analizaron su estado biológico mediante la IUCN y su estatus cultural a través del nivel de vitalidad del idioma de los pueblos que las consideran importantes. Los idiomas son el principal medio de transmisión cultural, y la capacidad de las culturas para nombrar, usar y compartir conocimientos sobre la naturaleza puede desaparecer cuando se extinguen, alertó Díaz y colaboradores. El trabajo de la científica Díaz visibilizó la falta de información sobre el estado de conservación de especies vitales para las culturas locales/ REUTERS/Ueslei Marcelino/Archivo El estudio propuso un cambio de paradigma en la conservación: dejar de tratar la biodiversidad y la cultura como elementos separados. “Para sostener las especies culturalmente importantes, necesitamos una lista más completa de especies y de su estatus, así como un mayor apoyo a las culturas que las valoran”, afirmaron. Los murciélagos salen del Volcán de los Murciélagos, una cueva que alberga a tres millones de esos mamíferos en la reserva Balam-Ku, en la Península de Yucatán, México, el miércoles 11 de enero de 2023. Una sección del plan del Tren Maya pasará a menos de media milla de la cueva.(Foto AP/Marco Ugarte) Como conclusión, Díaz y sus colegas hicieron un llamado a reconocer los derechos de los pueblos indígenas sobre sus tierras y prácticas tradicionales, y a integrar el conocimiento biocultural en las estrategias de conservación globales. “La conexión deliberada entre valores biológicos y culturales aporta una forma concreta de orientar decisiones y operacionalizar acciones globales”, expresaron. Advirtieron que la desaparición de las culturas tradicionales puede ser un factor tan letal como la deforestación o el cambio climático.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por