Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Andrea Fiorino: un primer y merecido homenaje para una artista que llenó de talento más de 30 años de teatro rosarino

    » El Ciudadano

    Fecha: 10/02/2025 17:59

    Miguel Passarini En una jornada que en medio de un calor agobiante transitó entre el humor y la nostalgia, el último domingo, la destacada actriz rosarina Andrea Fiorino, que murió en octubre del año pasado dejando muda a la comunidad artística local, hubiera cumplido 60 años. En ese contexto, su familia y amigos más cercanos, montaron una muestra con vestuarios y objetos de sus obras más recordadas que ya se puede visitar en el Museo Estévez, de Santa Fe al 800. En ese contexto, tuve el privilegio, como también lo tuve de ser su amigo, de entrevistarla infinidad de veces y de ver y reseñar casi todos sus trabajos, de leer un texto en la apertura de la muestra, evocando su memoria y parte de su recorrido profesional, que es el que sigue a continuación. Cómo me gustaría que este homenaje amoroso se convirtiera en este preciso momento en una inesperada epifanía, y con tu risa desaforada, o con la de Nina Morante, que solía convivir con vos, te aparecieras por algunas de estas puertas burlándote, con tu descomunal, irreverente e inusual sentido del humor, de este “humilde y sencillo acto”, desmitificando que, finalmente, “te fuiste de gira”. Pero como claramente eso no va a pasar, me conformo, nos conformamos todos, con la idea de lo afortunados que fuimos, que somos, aquellos que tuvimos el privilegio de conocerte, de aplaudirte, de maravillarnos una y mil veces con tus personajes, desde aquella Orquesta de Señoritas o un poco antes con el fundacional Puck de Sueño de una noche de verano, hasta esa bomba a punto de explotar que nos dejaste a todos en las manos en Un día de poder y que ahora adquiere un nuevo y poderoso sentido. No sé muy bien cómo fue todo, sólo sé que tu partida fue como un rayo que nos dejó mudos, abatidos, aturdidos, sin palabras, rotos, quebrados, en un momento donde nos cuesta tanto hablar, encontrarnos, rearmarnos, porque otros se apropiaron de todo, hasta de los discursos, hasta de una idea de la libertad que poco y nada tiene que ver con la real, con la verdadera y a la que tanto le temen. Tantas notas, tantos estrenos, tantas reseñas y comentarios, tantos mensajes de WhatsApp, tanta saludable irreverencia, tantas risas compartidas y alguna que otra cerveza con esos otros amigos que también se adelantaron en el camino el año pasado. Tanta complicidad y entendimiento, tantos años, tanta belleza, tanto teatro del real, del verdadero, del que late, del que da risa y duele al mismo tiempo, cada vez que uno respira en la penumbra de una sala. Andrea Fiorino, sensible y consciente precursora en Rosario y en el país de un humor hecho por mujeres con una pata en la tradición, otra en la experimentación y una tercera siempre abierta al aquí y ahora, a esa extraña mezcla de malestar y emoción que genera en un artista como era ella cualquier función teatral, porque siempre decías: “Todavía no tengo bien la letra, me falta…”, e instalabas esa bella e incómoda idea de incertidumbre que en ciernes es el teatro, dejaste una marca de sentido a través de tu trabajo, de tu búsqueda, en una ciudad ingrata, con muy poca memoria, que jamás estuvo a la altura. Pero sobre todo, porque hace muchos años entendiste, entre muchas otras cosas, la responsabilidad que tenías y entonces elegiste ser fiel a vos misma, algo atípico en otros artistas, para correrte de cualquier posible lugar de comodidad y demostrar que no sólo te interesaba hacer reír, como muchos creían, sino que lo que más te interesaba, por detrás de la risa, era hacer pensar, incomodar, cuestionar e interpelar al espectador. Yo ni era un periodista dedicado al teatro pero ya te admiraba. Te aplaudimos tanto en esa rareza que fue el grupo Extravaganza, que desde los primeros años 90 se adelantó tanto a todo. También en el inagotable El Discurso, en la larga lista de unipersonales donde la originalidad fue más que un signo, en la inconmensurable tarea de traer al presente una y otra vez los personajes de Nini Marshall (qué osadía maravillosa), en los disparates de las Pequeñas Terapias Ilustradas, en las cuestiones vinculadas a La Cartera de la dama o el bolsillo del caballero, en la atronadora y desconcertante El destino de los huesos o en esa Crónica de una debacle, donde junto con otra de las enormes actrices que ha dado esta ciudad, Claudia Schujman, se tomaron de la mano y nos mostraron las secuelas de lo que acababa de pasar con la pandemia, donde todos empezamos a morirnos un poco, mientras anticipaban este desastre que estaba por llegar. Pero este tiempo duele porque no hay reemplazos posibles para esta función que nos espera, porque todos extrañamos tu vis cómica, tu cantera incandescente de un humor simple y sagaz, y particularmente tu atinada incorrección política a la que muchos le temían. Una vez, en una de esas tantas notas que hicimos, me dijiste: “El sentido del humor es algo muy valioso; no poder ver el mundo a través del humor sería algo insoportable”. Me quedo con ese mensaje al que le hiciste tanto honor. Te admiramos, te quisimos y te queremos mucho, te extrañamos mucho más. Te vamos a aplaudir hoy y siempre, y en todo caso, que esa epifanía eterna tan deseada, pero no cumplida, sea este aplauso. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de Diario El Ciudadano (@diarioelciudadano) Para agendar La muestra homenaje a Andrea Fiorino se podrá visitar diariamente, hasta este 13 de febrero, de 10 a 13, en el Museo Municipal de Arte Decorativo Firma y Odilo Estévez (Santa Fe 748 / San Lorenzo 753, entrada gratuita) https://www.instagram.com/musestevez/. También está previsto para los próximos meses que la misma muestra pueda montarse en otros ámbitos de la ciudad para contar, al menos en parte, el recorrido de una de las actrices más talentosas que ha dado Rosario a lo largo de su historia.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por