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  • El Bolsón: el fuego amenaza y las autoridades proponen militarizar la zona

    Concordia » Diario Del Sur Digital

    Fecha: 10/02/2025 16:21

    Mientras el pueblo y los brigadistas de El Bolsón alistaban ayer las defensas ante lo que se prevé serán dos días de intensos vientos que alimentarán el fuego sobre chacras y barrios poblados entre domingo y lunes, el Poder Judicial ya tuvo que dejar en libertad a nueve de las diez personas detenidas hasta ahora en su búsqueda desenfrenada por un pirómano al que culpar lo antes posible. Y como si fuera poco, el intendente local Bruno Pogliano reveló que el hasta ahora ausente Gobierno nacional analiza la militarización de la Seguridad y el control poblacional y territorial de las zonas afectadas por el incendio forestal iniciado hace once días. El alarmante anuncio de una inminente militarización de El Bolsón revelada por el propio intendente, pasó inadvertida durante una conferencia de prensa realizada el viernes por la mañana, en la cual insistió en que la zona se encuentra bajo un ataque terrorista, cuya pertenencia ideológica y objetivos desconoce. Foto: Alejandro-Otero “Entiendo que la presencia del Ejército en el territorio haciendo control y seguridad interior es una decisión que debe tomar por estos días la ministra de Seguridad Patricia Bullrich”, respondió, cuando lo consultaron sobre la presencia de militares en la ciudad. El intendente igual fue más allá y tomó posición: “Entiendo que todo aquello que contribuya a la Seguridad sirve y suma”, enfatizó con discurso libertario y sin conocer que las Fuerzas Armadas tienen expresamente vedada la intervención interna por imperio de las leyes de Defensa Nacional y Seguridad Interior. Foto: Alejandro Otero El aval del intendente a la militarización de la Seguridad en el Bolsón llegó luego de un largo comentario de varios minutos en los que insistió con su idea del ataque terrorista, con el solo argumento de que el incendio busca infligir miedo en la población. Como si primero hubiera insistido con las causas (terrorismo) que desatan las consecuencias (militarización). También reveló que había llegado “un equipo de clasificadores” del Ejército para la enorme cantidad de donaciones acumuladas en el Polideportivo municipal, aunque no precisó a que batallón podría pertenecer ese singular comando. Esta nueva escalada discursiva oficial se convirtió en el pico máximo de una narrativa de carácter violento que desde el minuto cero del incendio llevaron adelante Pogliano y el gobernador Alberto Weretilneck a través de redes sociales y medios afines, en la construcción de un enemigo público siempre difuso y acechante, cuyo objetivo sería destruir el modo de vida de los rionegrinos de bien. Foto: Alejandro-Otero Ese discurso tuvo una traducción material el jueves, cuando jinetes de una patota ligada al municipio y a Lago Escondido atacaron con palos, rebenques y facones a una veintena de personas que reclamaba la libertad de tres detenidos el día anterior. Sucedió en la Comisaría de El Bolsón y a pocos metros del despacho del intendente, quien demoró dos días en repudiar “los actos de violencia”, y sólo cuando le preguntaron. El sábado, el juez de Garantías de Bariloche, Ricardo Calcagno, debió ordenar la liberación de las cuatro personas arrestadas el jueves en la vecina localidad de El Hoyo, Chubut, y de otras dos de la misma localidad que también había ordenado capturar a pedido del fiscal Francisco Arrien. Y lo hizo en una audiencia en la que calificó en términos muy negativos y severos el trabajo de Arrien, y de su jefe el fiscal general de Bariloche, Martín Lozada. Foto: Alejandro-Otero Calcagno los acusó de no haber realizado un esfuerzo investigativo, de acusar por la mera sospecha sin verificar hechos, deslizó que violentaron el principio de inocencia, que se guiaron apenas por declaraciones sin verificación, entre otros muy duros señalamientos. En ambos fiscales se observaba un gesto desencajado ante las reprimendas que el juez lanzaba en una audiencia realizada vía Zoom. Desde el comienzo del incendio, Arrien ordenó arrestar a diez personas en base a declaraciones de terceros que los señalaban merodeando en la zona del fuego. En todos los casos se trataba de vecinos voluntarios en la lucha contra las llamas, o en la línea de fuego o en la logística de asistencia a los brigadistas. Foto: Alejandro-Otero Por ahora sólo permanece imputado y con un mes de prisión preventiva el trabajador golondrina oriundo de localidad neuquina de Senillosa, Nicolás Heredia, de 22 años, quien realizaba trabajos eventuales de la temporada turística, y que se sumó a los brigadistas cundo estalló el incendio. Heredia, a quien las organizaciones locales ya comienzan a identificar como un preso político, es el más vulnerable de los perseguidos, al carecer de vínculos, familia o amigos en la Comarca para formar un cerco en su defensa. El único preso es el más débil. En un comienzo, la cacería de falsos pirómanos fue celebrada pública y reiteradamente por el gobernador Weretilneck y el intendente Pogliano, quienes con suma imprudencia festejaban que la justicia hubiera identificado y arrestado a los culpables del incendio. Casi como funcionales el uno para el otro, durante la semana anunciaban cada día los supuestos logros de la investigación judicial, pese al secreto sumarial. Foto: Alejandro-Otero El clima no ayuda Sin culpables reales a la vista y con la amenaza de una militarización de El Bolsón, los habitantes de la ciudad se preparan para dos días bajo condiciones climáticas tan adversas que hasta podrían empujar las llamas hacia adentro de la ciudad. Se esperan para este domingo y el lunes temperaturas en torno de los 30 grados, humedad por debajo del 20% y vientos con ráfagas de 80 kilómetros por hora. También está anunciada la probabilidad de lluvias leves entre la noche del domingo y la madrugada del lunes. Hasta el pasado viernes al mediodía, el incendio se alejaba de zonas pobladas y cuesta arriba hacia la Cordillera. Pero el viento cambió de rumbo y aumentó su intensidad lo suficiente como para traer las llamas de nuevo hacia el sureste, con rumbo a la ciudad. Por la tarde se ordenó la evacuación preventiva de los habitantes del Río Azul y del barrio popular llamado “Loma del Medio”, donde residen entre 700 y 800 familias. Foto: Alejandro-Otero Ayer no hubo prácticamente vientos por lo que los brigadistas, los aviones y los helicópteros trabajaron principalmente para erigir posiciones defensivas ante el potente avance de las llamas previsto para lunes y martes. También se pusieron en estado de alerta los trabajadores del Hospital Público, que desplegaron postas sanitarias en las inmediaciones de cada foco. En sintonía, lo hizo la enorme red de solidaridad montada por las organizaciones populares de toda la Comarca para sostener la logística de retaguardia que debe garantizar alimentación, hidratación y cuidado de los 400 brigadistas voluntarios que están en la montaña. Sobre ellos y sobre los bomberos y los brigadistas provenientes de todo el país, es que recae el enorme esfuerzo de combatir el incendio forestal que sufre esta parte de la Patagonia.

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