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» Diario Cordoba
Fecha: 10/02/2025 08:10
Fue una demolición inesperada. Un aplastamiento sin resistencia. Una masacre. Como si una columna de tanques atravesara una finca de chozas desprotegidas. Los Philadelphia Eagles destrozaron a los Kansas City Chiefs, que acudieron a Nueva Orleans con aires de grandeza y se marcharon empequeñecidos y el orgullo malherido. No hubo tercer título consecutivo, no hubo historia. Esta Super Bowl se la apropió desde el principio el equipo que vino a buscar venganza por la derrota de hace dos años. Gloria para los Eagles, que volaron alto en la cita anual del fútbol americano (40-22). Ni siquera necesitó la escuadra de Filadelfia de una actuación estelar de Saquon Barkley, su running back y su referencia ofensiva. El nuevo campeón se elevó gracias a su portentosa defensa, que estranguló a Patrick Mahomes, el quarterback de los Chiefs y a sus 28 años cara visible de la NFL. Mahomes, poseedor de tres campeonatos, no pudo ni respirar. Nunca tuvo tiempo de encontrar a sus receptores. Enseguida se le tiraban encima hombres-armarios con malas pulgas. Fue tumbado una y otra vez. Seis sacks encajó en total, el número más alto de su carrera. Al descanso se llegó con un impactante 24-0. En ninguna de sus cinco finales recientes los Chiefs habían cerrado la primera mitad sin anotar. Un cero rotundo. Tardó una eternidad en acercarse a la zona de touchdown de los Eagles. La frustración se transpiraba en el rostro de Mahomes, del tight end (y novio de Taylor Swift) Travis Kelce o de Andy Reid, el bigotudo y laureado entrenador de Kansas City. Nada funcionó. El sometimiento fue tan brutal como sorprendente. Al fin y al cabo, estos Chiefs estaban siendo comparados con las grandes dinastías del deporte estadounidense y a Mahomes se le hacía a la caza del mejor de todos los tiempos, un Tom Brady con siete títulos y ahora el comentarista de televisión mejor pagado de EEUU. El quarterback de Kansas City, con tres campeonatos en sus vitrinas, se sentirá humillado durante unos cuantos días. Porque hay derrotas y derrotas y la sufrida ante los Eagles le va a escocer. Él y todo su equipo estuvieron desconocidos. No se asemejó en nada al grupo capaz de alcanzar cinco Super Bowl en seis años. No hubo color. SUPER BOWL CHAMPIONS! THIS ONE’S FOR YOU PHILLY! pic.twitter.com/tWxrzozMQU — Philadelphia Eagles (@Eagles) February 10, 2025 Esta pasada madrugada a Mahomes le pasó la mano por la cara Jalen Hurts, el mariscal de los Eagles, elegido en segundo ronda de 2020 y que exhibió aplomo en el pase y audacia para correr cuando la circunstancia lo requería. A sus 26 años ha tocado la cima, y eso que no estaba considerado como un miembro de la aristocracia en el puesto. Unos cuantos quarterbacks tienen más cachet. Justo entra Hurts en el top-10 de la lista de los mejores pagados y más valorados. Todo eso cambia desde este domingo al ser elegido el MVP del partido. Hmm... we’ve seen this before pic.twitter.com/UQa3R6t3hU — Philadelphia Eagles (@Eagles) February 10, 2025 Hurts recorrió más yardas que ningún otro quarterback antes en una Super Bowl. Anotó un touchdown y lanzó los pases para dos más. La derrota de hace dos años por 38-35 le sirvió de lección, ha declarado tras el partido. "Personalmente, he podido aprovechar cada experiencia y aprender de ella. Lo bueno, lo malo, todo. Usarlo como combustible para perseguir mi propia grandeza", dijo. Mahomes se autoflagela Mahomes, en cambio, no consiguió conectar con nadie hasta los últimos segundos del tercer cuarto. Del 34-0 se pasó al 34-6. Demasiado tarde para confiar en otro de los milagros cotidianos de los Kansas City Chiefs. "No empezamos como queríamos. Las pérdidas nos mataron. Asumo plena responsabilidad por ello", aseveró cariacontecido. En un último cuarto sin interés, los Eagles, relajados, permitieron maquillar el marcador. Su sistema defensivo bajó las barreras y los Chiefs anotaron los dos touchdowns menos necesarios de la temporada. Hacía rato que los aficionados de Filadelfia, mayoritarios en New Orleans, cantaban a pleno pulmón lo de 'Fly Eagles fly', el pegadizo himno de la entidad. La celebración del segundo título de la historia del equipo será ruidosa en Pennsylvania.
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