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  • Dos años del CECOT, el emblema de la mano dura de Bukele

    » Misionesparatodos

    Fecha: 06/02/2025 18:17

    La cárcel conocida como CECOT está en boca de todos tras la oferta de Bukele de alojar criminales de EE. UU. ¿Qué esconden sus paredes? El proyecto emblema de la lucha de Nayib Bukele contra las pandillas acaba de cumplir dos años. Inaugurado en enero de 2023, el Centro de Confinamiento contra el Terrorismo (CECOT) es una cárcel de máxima seguridad en Tecoluca, a unos 70 kilómetros de la capital, San Salvador. Grupos de periodistas e influencers son invitados con cierta regularidad a visitar sus instalaciones. En los videos que pueden verse en distintas plataformas, los moderadores de cadenas de todo el mundo narran el día a día de los privados de libertad, según les fue mostrado en su recorrido por la megacárcel. La estrategia de seguridad del Gobierno de Bukele no solo consiste en aplicar mano dura, sino también en comunicar a los salvadoreños y al mundo su eficacia a la hora de hacerlo. “La construcción de una cárcel moderna ha sido parte de la campaña de relaciones públicas de Bukele. Antes de abrirla, publicaron videos con altos niveles de producción, muy dramáticos. Todo es parte de una narrativa de fuerza, de mano dura”, dice a DW Alex Papadovassilakis, investigador de Insight Crime y director de un informe sobre el régimen de excepción en El Salvador. En el interior del CECOT Los videos de los recorridos por el CECOT deparan al espectador imágenes dignas de una serie de Netflix. Los modernos muros albergan un interior aséptico, con celdas de hasta 100 reclusos rapados y con tatuajes, uniformes blancos, hileras de literas metálicas sin colchón y custodios con el rostro cubierto. Antes de entrar al CECOT, todas las personas son sometidas a un escáner. Los reclusos pasan en esas celdas 23 horas y media al día. Parte de la estrategia es que se vean obligados a convivir todos juntos, no importa si antes formaban parte de las pandillas enemigas Mara Salvatrucha o del Barrio-18. Salen de la celda solo 30 minutos cada día, esposados, con el objetivo de practicar ejercicios en grupo. No hay visitas de familiares. Las comunicaciones con los abogados se hacen de forma remota en una pequeña sala con pantallas. Hay momentos en los que el propio director del CECOT, Belarmino García, acompaña a los visitantes y les previene contra derivas emocionales. No hay lugar para la compasión, “lo que tenemos aquí son los peores criminales y terroristas que existen”, dice García a los periodistas. Lee incluso en voz alta el historial delictivo de varios de ellos: asesinatos, violaciones, carros bomba, asociación ilícita… Prisiones sobresaturadas “Los que han entrado, son más turistas que periodistas”, subraya a DW desde El Salvador Ingrid Escobar, directora de la oenegé Socorro Jurídico Humanitario. “Dejan acceder al CECOT porque es nuevo, porque no hay hacinamiento, porque tienen una clínica de primer nivel, mejor que cualquiera de todo el país, ahí no muere nadie. Bukele presenta eso al mundo, pero la realidad es que en los otros centros penales es donde muere la gente y hay tratos inhumanos y degradantes”, asegura Escobar. Alex Papadovassilakis, de Insight Crime, coincide con ella: las cárceles están operando muy por encima de su capacidad. “A pesar del CECOT, en el sistema carcelario sigue habiendo un hacinamiento grande. En nuestro estudio sobre el régimen de excepción, hablamos con personas que habían salido de la cárcel, nos contaban que las celdas estaban saturadas, que había poca comida, que el agua no estaba limpia, que no hay las garantías de derechos o protecciones que existen en otros países”, cuenta Papadovassilakis a DW. En el CECOT sí hay sitio disponible. El ministro de Justicia, Héctor Gustavo Villatoro, justificó en agosto de 2024 su baja ocupación, explicando que la megacárcel es solo para pandilleros “brincados” (asesinos). Cuenta con 40.000 plazas y su población actual es de 14.500 hombres. “De ellos,14.000 son pandilleros ya condenados desde antes del régimen de excepción y los han ido a sacar a centros penales de máxima seguridad como Zacatraz, Izalco, y trasladado al CECOT. El resto, son personas procesadas no condenadas”, explica Ingrid Escobar. Juicios masivos Desde que se inició el régimen de excepción, el 27 de marzo de 2022, la Policía ha capturado a 85.000 personas por posibles vínculos con las pandillas. La gran mayoría están distribuidas en otras cárceles del país y todavía no han sido procesadas, solo han tenido derecho a una audiencia. “Van 35 meses de régimen y no hay una segunda audiencia, por eso son procesados no condenados. Y solo hay tres tribunales: occidente, centro y oriente para 85.000 personas. ¿Qué ha hecho el Gobierno? Va a agruparlos en juicios masivos, para que sean juzgados de forma colectiva. Entre esas 85. 000 personas, hay muchas que son inocentes. Bukele ya liberó a 8 mil. Así como capturaron masivamente, van a condenar masivamente a inocentes, porque no hay un juicio justo, no hay derecho de defensa, no hay audiencia, no hay nada…”, lamenta Ingrid Escobar. ¿Cuánto tiempo máximo permite la ley de El Salvador que acusados sin condena estén en la cárcel? “Sin régimen de excepción, 2 años, con apelaciones, 3. En régimen son 6 años, con apelaciones 7”, dice Escobar. Perspectivas para los reclusos Recientemente, Bukele compartió un video en sus redes sociales en el que mostraba a cientos de reclusos vestidos con camisetas amarillas y agrupados en largas mesas en hileras, trabajando para poder beneficiarse de una reducción en la pena. 40% of our prison population is already repaying its debt to society. In return, they receive a shorter sentence and learn a skill. This program is NOT available for rapists and murderers. They will help us build roads, hospitals, and schools; they will manufacture our… pic.twitter.com/q26cQ1RqMJ — Nayib Bukele (@nayibbukele) February 1, 2025 “El 40 por ciento de nuestra población carcelaria ya está pagando su deuda con la sociedad. A cambio, reciben una sentencia más corta y aprenden una habilidad”, escribió junto al video. “Nos ayudarán a construir carreteras, hospitales y escuelas; fabricarán uniformes y muebles; cultivarán y cosecharán alimentos; y nos ayudarán a limpiar nuestros ríos, lagos y playas”, detalló el mandatario, que deja claro también que esta posibilidad no existe para asesinos y violadores. Dos reclusos asisten a una audiencia virtual en una sala del CECOT. No es el caso de los reclusos del CECOT. “En ese programa no vas a ver alguien de las pandillas, esa es la ‘fase de confianza de delitos comunes’”, confirma Ingrid Escobar. “Los pandilleros no tienen esperanza de ver la luz del sol. La reforma de la ley contra el crimen organizado dice que los antecedentes pandilleros son suficientes para detener a una persona dentro del régimen de excepción, aunque ya haya cumplido su condena. Y por la declaratoria de todo pandillero como terrorista, no va a tener posibilidad de reinserción”, prosigue. “Cuando empezó el régimen de excepción, el Gobierno cambió las condenas para delitos asociados con las pandillas. También aumentaron las condenas para menores de edad. Estas personas pueden pasar décadas detenidas en las cárceles”, dice, por su parte, Alex Papadovassilakis, de Insight Crime. “No hemos visto indicios de reinserción, la estrategia de Bukele parece más bien que las personas detenidas no salgan de las cárceles”. La popularidad de Bukele y el CECOT Con su estrategia de seguridad, Bukele ha arrebatado a las pandillas el control territorial en El Salvador. El centro histórico de San Salvador, antes intransitable por la violencia, vive una nueva primavera para salvadoreños y turistas. Los pequeños comercios florecen sin miedo a ser extorsionados. Bukele es el mandatario más popular de América Latina, fue masivamente votado en las elecciones de febrero de 2024 y muchos ciudadanos agradecen la seguridad que se vive en las calles del país. “Es un anhelo que tenemos como sociedad desde hace décadas”, admite Ingrid Escobar, que reconoce haber sido víctima de pandillas. Poco después de cumplir su segundo año de vida, el CECOT vivió un nuevo auge de popularidad, tras la oferta que Bukele hizo al secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, de albergar criminales en la megaprisión de alta seguridad, incluyendo a estadounidenses. Diversos analistas ya han señalado que eso no es legalmente posible e incluso el propio Marco Rubio enfrió las expectativas sobre la oferta, aludiendo a aspectos legales. Pero el anuncio sirvió para catapultar la implacable estrategia de seguridad de Bukele y el CECOT. Por María Santacecilia- DW

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