06/02/2025 00:42
06/02/2025 00:42
06/02/2025 00:42
06/02/2025 00:41
06/02/2025 00:41
06/02/2025 00:41
06/02/2025 00:41
06/02/2025 00:40
06/02/2025 00:40
06/02/2025 00:40
Chajari » actualidadadiario
Fecha: 05/02/2025 22:37
Argentina, Bolivia y Chile ven como el avance de proyectos de extracción de litio amenazan los humedales de estos países, donde a veces se anteponen intereses económicos al resguardo de la biodiversidad Claves en el equilibrio ecológico y estratégicos para mitigar los impactos del cambio climático al secuestrar dióxido de carbono, los humedales andinos están en la mira, debido a la necesidad de la industria automotriz de usar el litio para electrificar vehículos. “Los salares son humedales más secos y junto a las lagunas saladas son parte de un mismo ecosistema. Son ecosistemas frágiles que se ven amenazados por la crisis climática y por las actividades extractivas”, recuerda Vivian Lagrava, Coordinadora en Bolivia del Observatorio Plurinacional de Salares Andinos. Argentina, Bolivia y Chile concentran alrededor del 53% de las reservas mundiales de este material. “Las empresas transnacionales presionan a los gobiernos para ingresar y actuar en los territorios lejos de sus obligaciones de debida diligencia, con contratos confidenciales, sin respetar los derechos de acceso a la información y participación de las comunidades, y sin atender los mínimos estándares ambientales para realizar sus actividades”, explica a DW Claudia Velarde, codirectora del Programa de Ecosistemas de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA). Protección no garantiza conservación A pesar de que existen figuras de protección de los humedales, como el Convenio de Ramsar, reservas de la biosfera y patrimonio mundial de UNESCO, así como áreas protegidas nacionales o municipales, “los Estados no cumplen con sus obligaciones internacionales o nacionales de protección, primando los intereses inmediatos sobre la explotación de los bienes comunes”, lamenta Velarde. “El rol del Estado es casi contemplativo”, considera la Coordinadora en Bolivia del Observatorio Plurinacional de Salares Andinos, apuntando que “los gobiernos debieron cumplir con varios mandatos del Convenio de Ramsar y asegurar el inventario de humedales, garantizar el uso racional de los mismo y evitar su destrucción, pero en el caso de los humedales alto andinos esto no se ha cumplido”. Además de regulación, otra acción que puede mejorar la conservación de los humedales es potenciar su papel como sumideros de carbono. “Es un trabajo muy concreto de apostar por los humedales como sumideros de carbono y como reservas de agua donde no solamente hay biodiversidad salvaje sino también modos de vida agropastoriles, para que se entienda que el trabajo de cuidado que ejercen las comunidades sobre estos humedales es, también, una forma de acción climática”, concluye Balcázar.
Ver noticia original