06/02/2025 00:05
06/02/2025 00:05
06/02/2025 00:05
06/02/2025 00:05
06/02/2025 00:04
06/02/2025 00:04
06/02/2025 00:04
06/02/2025 00:04
06/02/2025 00:03
06/02/2025 00:03
» Comercio y Justicia
Fecha: 05/02/2025 21:01
En una nueva semana del juicio por las muertes de bebés en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, enfermeras y médicos detallaron el caos vivido. Detallaron la sucesión de descompensaciones, la incertidumbre inicial sobre las causas y las sospechas que comenzaron a surgir sobre la actuación de Brenda Agüero En la Cámara 7° del Crimen de la ciudad de Córdoba concluyó ayer otra semana del juicio por las muertes de bebés en el hospital Materno Neonatal de la ciudad de Córdoba. Primordialmente, los testimonios del personal del nosocomio se centraron en la fátidica noche del 6 junio en la cual murieron dos bebés y otros dos se descompensaron. “Nos llamó la atención que esa noche recibimos una llamada por un bebé que empeoraba en la sala de recuperación. Nos pedían ayuda y, 15 minutos después, volvieron a llamarnos para que colaboráramos porque otro niño también se había complicado. Fuimos a asistir y el hospital estaba en un estado caótico”, detalló Cecilia Calderón, enfermera asignada al Centro Obstétrico. Respecto a los rumores sobre Brenda Agüero, señaló: “Se dijeron muchas cosas, que podía ser ella, y no lo podíamos creer”. Aclaró que era habitual que las enfermeras alzaran a los bebés para ayudar a las madres, incluso si no eran neonatólogas. Además, mencionó que otros comentaban que Agüero pasaba mucho tiempo sola con los bebés, los trasladaba de sector cuando lloraban y que una colega la vio tocando un bebé fuera de su sector, revisándole el cordón umbilical y quitándole la ropa. Calderón también indicó que Agüero solía llevar una camiseta debajo de su chaqueta, lo que posteriormente se interpretó como un posible intento de ocultar algo, “como una aguja”. En su declaración inicial en el juicio, Agüero afirmó que nunca usaba remeras de manga larga. La enfermera también recordó un episodio en el que un médico felicitó a Agüero por advertir una bradicardia en un bebé. “Es como si quisiera hacerse notar”, opinó. Además, cuestionó la gestión de la exdirectora Liliana Asís, criticó su indiferencia ante los hechos y aseguró que, tras los eventos, la infraestructura del hospital fue modificada y se permitió el ingreso de familiares a todos los sectores. Por otro lado, la neonatóloga Angelina Galetto también brindó su testimonio ante la Cámara Séptima de Tribunales II, relatando lo sucedido en las guardias del 23 de mayo y 6 de junio de 2022. En la primera, atendió a I.N.B.G., un bebé que presentó cianosis e hipotonía y que, a pesar de una reanimación de 45 minutos, no mostró respuesta inmediata. Aunque inicialmente se sospechó de malformaciones cardíacas, un electrocardiograma sugirió un taponamiento cardíaco. En la guardia del 6 de junio, Galetto fue alertada por Brenda Agüero sobre el deterioro de la salud de A.G.C.R., quien ingresó en paro cardíaco y no respondió a las maniobras de reanimación. La niña falleció a las 16:30. Posteriormente, junto a Valeria Quiroga, Galetto denunció los hechos en la unidad judicial. Esa misma noche, otros dos bebés presentaron cuadros críticos: M.M., quien falleció el 7 de junio, y P.M., quien presentaba una lesión violácea en la región costal izquierda y niveles elevados de potasio en sangre. Durante la madrugada, autoridades del hospital revisaron cada habitación y detectaron otro caso, M.T., quien sufría hipoglucemia y fue trasladada a terapia intensiva. Ante las consultas de los abogados de las madres afectadas sobre una posible ampliación de la denuncia, Galetto respondió que las autoridades del hospital ya estaban interviniendo en la situación. Finalmente, la neonatóloga jubilada Silvana Cagliero declaró que en un principio se investigaron causas médicas, como deficiencia de vitamina K o efectos del Covid-19 en el embarazo. Sin embargo, tras la muerte de A.G.C.R., la coordinadora del comité de seguridad del paciente, Adriana Moralez, le advirtió que varios eventos sospechosos habían sido detectados desde el inicio por la misma enfermera: Brenda Agüero. Finalmente, declaró el obstetra Ariel Carretero. “Lo que vivimos ese día fue espantoso. No es habitual ver bebés en ese estado, sin antecedentes de enfermedades previas”, afirmó. El médico contó que, después de la descompensación de esa bebé, continuaron trabajando en el centro obstétrico. “Dimos conocimiento a mi jefe y mi jefe avisa a sus superiores”, remarcó. Coincidió en que –en un primer momento– se barajó la hipótesis de una falla en uno de los lotes de vitamina K. Sin embargo, después de lo que pasó el 6 de junio, “eso no tenía mucho sentido”. “Imaginé que alguien pudo estar provocando todo esto, pero es sólo una suposición”, finalizó.
Ver noticia original