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» Comercio y Justicia
Fecha: 05/02/2025 20:58
Alcanzaron en enero $1.251.096, 119,3% más que un año atrás y unos 30 puntos por encima de la inflación. En 2024 ya habían cerrado con una leve recuperación. De todos modos, de los últimos 10 años, sólo en cuatro registraron subas reales, aunque apenas marginales. Así, desde 2014 a 2024, la caída del poder de compra llegó a 24%. Sigue en baja la relación aportantes-beneficiarios, clave para el sostenimiento del sistema Por Alfredo Flury La jubilación promedio que paga la Caja de Córdoba alcanzó en enero pasado 1.251.096 pesos, cifra que se ubica 119,3% por encima de igual mes de 2024 en términos nominales y también implica una mejora a valores constantes, toda vez que la inflación interanual se ubicaría entre 85% y 90%. De esta manera, las prestaciones que eroga el organismo consolidaron su recuperación luego de cerrar 2024 con una leve mejora, apenas por encima del índice de precios minoristas. De todas maneras, si se toman los últimos 10 años, los beneficios que paga la Caja aún están muy lejos de recuperar el poder de compra. Concretamente, desde 2014 hasta 2024, sólo en cuatro de los 10 años le ganaron a la inflación. En todos esos casos fue por apenas unos pocos puntos porcentuales. En tanto, en los seis años que perdieron, en algunos cayeron por “goleada”. Así, en resumen, la inflación desde diciembre de 2014 a diciembre último fue 12.212,1%, según datos compendiados por Comercio y Justicia con base en cifras de la serie histórica incluidas en la web de la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia. Por el contrario, según datos oficiales de la Caja, por medio del Informe Estadístico de la Seguridad Social, las jubilaciones subieron en el mismo período 9.262%. En la práctica, la caída real de los beneficios previsionales fue de 24%; es decir, perdieron casi un cuarto del poder de compra. La merma tiene múltiples causas: desde la pérdida real de los salarios de los activos, clave en función del traslado luego a los pasivos, hasta una batería de medidas legales tomadas por la Provincia que fueron erosionando la evolución de las prestaciones, entre ellas el recálculo del haber inicial y el diferimiento previsional, entre otras tantas medidas que incluyó la ley 10694 votada en mayo de 2020, en plena cuarentena dura por la pandemia. Como fuere, la mejora real experimentada ya al cierre de 2024 y consolidada en enero pasado, parece marcar un cambio de tendencia que, sin embargo, requerirá de mucho tiempo para recuperar todo lo perdido en la última década. A propósito del diferimiento, una de las medidas que impactó en la baja de las jubilaciones, por ahora no parece que vaya a ser eliminado, salvo que la administración de Martín Llaryora acuerde con la del presidente Javier Milei una compensación por el pasivo que reclama Córdoba por el déficit previsional impago desde Anses. Esas negociaciones, que se enmarcan en el programa de compensación de deudas y acreencias mutuas, deberían concluir antes de fin de mes. Según datos a los que tuvo acceso este medio, aún se está lejos de un acuerdo, al menos en línea con las acreencias que reclama Llaryora y que, de hecho, están judicializadas ante la Corte ya desde la gestión de Juan Schiaretti. Año por año Un análisis retrospectivo realizado por Comercio y Justicia muestra que, si bien en 2024 y en el primer mes de 2025 las jubilaciones comenzaron a recuperarse, tienen aún mucho recorrido por delante para equiparar el poder de compra que tenían 10 años atrás. Así, en 2024, las prestaciones promedio subieron 124,9% frente a una inflación de 117,8%, según el Indec (para Estadísticas de Córdoba fue de 121,09%). En tanto, en 2023, los precios escalaron 211,4% y las prestaciones, 190,6%. En 2022 las jubilaciones ganaron: 96,08% frente al 94,8% de la inflación. En 2021, el IPC aumentó 50,9% y las jubilaciones 43,6%. Por su parte, en 2020, año de la pandemia, la inflación se incrementó 36,1% y las prestaciones promedio de la Caja de Córdoba 21,54%. En tanto, en 2019, los precios ascendieron 53,8% y las jubilaciones 37,58%. Un año antes, en 2018, la inflación fue 47,6% y los beneficios previsionales aumentaron 38,4%. En 2017, durante la gestión de Mauricio Macri y antes del estallido de la crisis económica de comienzos de 2018, las jubilaciones ganaron: 27,1% frente al 24,8% de los precios. En tanto, en 2016 y con el Indec aún sin calcular el dato final de precios por considerar la gestión de Macri que las estadísticas previas no eran correctas -la denominada “inflación Congreso” fue informada paradójicamente por Marco Lavagna, actual titular del Indec, quien asumió durante la gestión de Alberto Fernández-, los precios subieron 40,3% y las jubilaciones, 29,8%. Finalmente, en 2015 y tomando la inflación de CABA, los precios aumentaron 26,1% y las prestaciones de la Caja, 33,3%. Sustentabilidad Otro dato que recabó Comercio y Justicia para este informe es la evolución de aportantes respecto a los beneficiarios que tiene la Caja de Jubilaciones de Córdoba. Con ese fin, son útiles los datos del Informe sobre Activos del sistema previsional de Córdoba. Ese documento tiene como último dato octubre de 2024 y fue publicado por primera vez en 2017. En aquel año, había 192.478 aportantes y 102.848 beneficiarios, es decir, la relación era de 1,87 aportantes por beneficiario. En tanto, en octubre pasado la relación se había deteriorado: 194.831 aportantes activos frente a 115.771 beneficiarios, esto es 1,68 aportantes por beneficiario. Esa baja, que todo indica seguirá la misma evolución con el tiempo -salvo que se suba la edad jubilatoria-, es claramente inferior a los tres aportantes por cada beneficiario que se usa como regla en el mundo para suponer que un sistema previsional es equilibrado. Según un informe actuarial de la Caja al año 2050, la relación bajaría a 1,2 activo por cada pasivo. La caída de esa relación supondría un mayor déficit previsional, cuya cobertura hoy está a cargo del Tesoro provincial, y también -por cierto- de los activos que tuvieron que afrontar subas en los aportes, entre otras medidas, para paliar el rojo que no cubre Anses. El desafío para sostener el sistema es clave para el futuro de los jubilados, de los activos y de las finanzas de la Provincia en general.
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