Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Trabajos freelance en el exterior: con el dólar planchado, ¿siguen siendo una buena opción?

    » La Capital

    Fecha: 05/02/2025 08:52

    Con un dólar quieto los ingresos en pesos bajan. Hay más demanda de brasileros, colombianos o ecuatorianos porque los colaboradores argentinos ya no son baratos Cuando hace poco más de un año comenzó la gestión del gobierno actual y la inflación se disparó junto con el valor del dólar, los trabajadores autónomos -con posibilidad de ejercer sus actividades de manera remota- encontraron aún más atractivas las posibilidades de empleos formales e informales en el exterior. Pero, tanto en el 2024 como en este inicio del 2025, el dólar ha quedado planchado lo que hace que esos sueldos ya no sean tan rendidores en pesos. ¿Cómo está hoy ese mercado? Negocios de La Capital entrevistó a algunos jóvenes que se dedican full time a trabajar para el exterior y son ellos quienes dan esa respuesta. La tendencia de trabajar de forma remota, sin dudas encontró su mejor versión desde la pandemia a esta parte, con la globalización de los servicios que brindan los freelancers desde cualquier pc. Hoy en día existen dos grandes formas de contratación, por un lado, están las plataformas como Workana, Upwork, Fiverr o Freelancer que les permiten a los profesionales de diversas áreas ofrecer sus servicios a clientes en todo el mundo. Desde diseño gráfico y redacción, hasta programación y consultoría, estas aplicaciones facilitan el encuentro con los empleadores, rompiendo barreras geográficas y creando un mercado verdaderamente mundial. Por otro lado, muchas empresas internacionales también han adoptado modelos de trabajo remoto, abriendo vacantes que no requieren presencia física. Esto permite que argentinos puedan aplicar a empleos en compañías de Estados Unidos, Europa o Asia, trabajando desde la comodidad de sus hogares. La clave para destacarse en este competitivo mercado radica en construir un perfil sólido -usualmente en LinkedIn-, demostrar habilidades específicas y mantener un enfoque proactivo en busca de nuevas oportunidades o crecimiento dentro de la misma compañía. Facundo Prato tiene 25 años y es realizador audiovisual. Encontró su camino en el mundo freelancer a través de la plataforma Upwork para hacer, mayormente, edición de video. “A distancia puedo producir todo lo que sea que no requiera ir con una cámara a un sitio”, explica mientras enumera proyectos en los que utilizó material audiovisual de los clientes, imágenes de banco y animaciones. Comenzó aceptando pequeños proyectos con el objetivo de construir un portfolio sólido: “Al principio trabajaba por chirolas o gratis, pero eso me permitió captar clientes más grandes y empezar a destacarme”, agrega. Facundo aclara que, si bien estas plataformas son muy útiles para conseguir proyectos, el vínculo que se puede generar es limitado. Y explica a Negocios cómo funcionan: “La plataforma te da, por ejemplo, 50 créditos gratuitos y las postulaciones pueden salir entre 5 y 10 créditos. La idea es que no te postules a todo y elijas. En caso de quedarte sin, podés comprar más”, comenta el realizador y aclara que cuantos más créditos se utiliza en una postulación, el mensaje del aspirante queda mejor posicionado para asegurarse que el potencial empleador lo vea. Sin embargo, la dinámica propone una puja constante por obtener el proyecto que muchas veces puede costar lo mismo o más que la ganancia que uno obtendrá al llevarlo a cabo: “El truco es captar el cliente, pero luego continuar la relación por fuera de la plataforma, porque además la página se suele llevar una comisión que puede ser del 10% 0 20% dependiendo cuál sea la que uno use”. freelancers 2.jpeg Muchas personas eligen trabajar desde sus casas, en modalidad homeoffice, o desde coworkings para vincularse con gente. Hoy en día Facundo ya no usa las plataformas, sino que tiene vínculos consolidados con empresas y agencias de publicidad. “Lo importante es armar un buen portfolio porque así atraes clientes más grandes. Cuando tuve experiencias con Samsung, Ford o Adidas me animé a postularme en agencias de afuera. Entraba a Google Maps y mandaba mails, incluso ofreciendo el servicio de forma gratuita para que me conocieran”. Además, menciona aptitudes fundamentales que buscan estas empresas como el uso de Premiere y After Effects para ser competitivo. Hoy Facundo trabaja de forma estable para una agencia de Inglaterra donde se cobra unos u$s 20 por video dependiendo de la complejidad. En promedio un editor puede ganar por mes entre u$s 1000 y u$s 3000. Eso sí, en el caso de él allí tiene un contrato de trabajo mensual que no contempla cargas sociales, indemnización o aguinaldo, responsabilidades que están exentas en la mayoría de los trabajos freelance. El poder de Linkedin Otro de los canales virtuales muy utilizados actualmente para conseguir oportunidades remotas con pago en dólares, es Linkedin. La red social les permite a profesionales de diversas áreas conectarse con empresas u organizaciones que necesitan servicios especializados, desde diseño y programación hasta consultoría e ingeniería. Justamente luego de la pandemia, muchos empleadores diversificaron la oferta y hoy es muy común que los equipos cuenten con colaboradores de distintos países que nunca han pisado la oficina de su empleo. A diferencia de las plataformas, en esta red social se pueden conseguir trabajos más formales con contratos prolongados. >> Leer más: Escala la pelea entre Mercado Libre y Santa Fe: la empresa acusó a la provincia de difamarla Franco Millano es ingeniero mecánico y desde hace 3 años ofrece sus servicios para una empresa que desarrolla maquetas tridimencionales de edificios, contemplando diseño e ingeniería, para clientes de Estados Unidos. A esta posibilidad laboral llegó mandando su currículum para la búsqueda activa en Linkedin: “Buscaban aptitudes técnicas que yo tenía y quedé”, comenta. Franco tiene en claro que las empresas trabajan con perfiles del extranjero porque también es una forma de obtener mano de obra cualificada a un costo menor. “El modelador, que es el puesto que tengo yo, en Estados Unidos también lo hace un ingeniero que se recibió allí, sale mucho más dinero que un argentino y nosotros estamos preparados muy bien tanto en lo técnico como en actitud” agrega. Al igual que Facundo, la contratación de Franco tampoco contempla aportes jubilatorios, obra social o indemnización pese a tener vínculos laborales de varios años. Sin embargo, ambos trabajadores entienden la dinámica como un servicio prestado a las empresas para las que trabajan, más que un empleo en relación de dependencia. Aun así, la empresa para la que desempeña Franco, le reconoce una compensación extra, que en algunos casos llega a los u$s 200, por gastos de trabajo remoto para que tenga un buen bienestar laboral: “Mi trabajo precisa de muy buen internet y la empresa se asegura de que podamos tenerlo”, explica. work-from-home-during-coromavirus-pandemic-woman-stays-home-workspace-freelancer-office-interior-with-computer-scaled.jpg Los freelance cobran sus ingresos principalmente a través de billeteras virtuales. En el rubro donde Franco trabaja, la empresa cuenta con un pago aproximado de u$s 20 la hora y a medida que se sube especialidad y rango, el precio por hora aumenta por lo que las personas que trabajan con esta dinámica y tienen un rol como el suyo pueden aspirar a un salario mínimo de u$s 1500 hasta 2500. Argentina 2025: ¿sigue siendo rentable trabajar para el exterior? Los trabajadores consultados reconocen que el rendimiento ya no es el mismo que años anteriores: “No perdí, pero dejé de ganar lo que ganaba antes”, reconoce Franco. Por su parte, valora la modalidad de su empresa que le propone objetivos a alcanzar mensualmente y eso le permite, en muchas ocasiones, hacer una diferencia salarial. Además, valora la flexibilidad: “Tengo que cumplir horas de proyecto, pero si necesito salir a hacer trámites o ir al médico, no me controlan ni me las descuentan”, comenta. Facundo, a su vez, dice que cada tanto pone en la balanza los pro y los contra: “Ahora me empezaron a salir más trabajos en Argentina y la plata termina siendo más o menos lo mismo que afuera y es más divertido”. >> Leer más: Modo vacaciones: los seguros que más contratan los rosarinos Una duda es cómo se busca un aumento salarial teniendo en cuenta que los países empleadores no sufren inflación tan abrupta como hubo en Argentina en los últimos años: “Por contrato no existe la inflación, no la contemplan porque para ellos es mínima, pero se charla. Siempre que pedí aumento fue porque me estaban pagando poco por lo que hacía. A veces funciona y a veces no”, dice Facundo. Por su parte Franco destaca los pagos por desempeño de su trabajo ya que lo premian por esto: "más rendís, mejor ‘profit’ te dan y eso compensa estas situaciones”, explica. A su vez rememora que, con el último cambio de gobierno, hubo una solicitud de aumento por parte de todos sus compañeros argentinos que trabajan en el mismo sitio: “Se escuchó la necesidad y hubo aumentos generales”. Aun así, reconoce que con el tiempo ha cesado la contratación de argentinos porque ya no son tan baratos: “Ahora buscan brasileros, colombianos o ecuatorianos”, concluye. Cómo se ingresa el sueldo al país La gran incógnita y el secreto mejor guardado de los freelancers es cómo se ingresa el dinero al país. Algunos cobran en billeteras virtuales como puede ser PayPal o Payoneer y luego envían el dinero a sus respectivas cuentas en Argentina, afrontando los montos de comisión que correspondan por banco e importe. Otros convierten su salario a alguna moneda crypto antes de ingresarla al país, como puede ser Binance, para luego depositarla en billeteras virtuales que contemplen criptomonedas, como puede ser Lemon, y luego las convierten a otra. En esta última conversión se suele perder un 2% del monto entre cambios de divisa y comisiones. Otra opción es abrirse una cuenta en la plataforma Takenos o una similar, que funciona como una cuenta bancaria en el exterior. Según se presenta en su web, permite recibir pagos internacionales e incluso solicitar una tarjeta global emitida por Estados Unidos. En estos casos, algunos optan por dejar el dinero afuera para gastos internacionales o le depositan el total en la cuenta de un financista de confianza que luego les entrega efectivo a cambio de una comisión que dependerá mucho del monto y frecuencia en la que se da la transacción.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por