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Concordia » Diario Del Sur Digital
Fecha: 04/02/2025 06:11
Por Tomás Ferrer (*) Esta tercera noche del Carnaval de Concordia, 1ro. de febrero de 2025, me lleva a recordar, que pasaron 10 años de una de las noches más recordadas de nuestro evento más apasionante: 31 de Enero de 2015. Esa noche, de hace una década, se la recuerda porque se cerraron las puertas del Corsódromo, si se cerraron, por varias causas: por un lado estaba completa su capacidad máxima, mostrando el auge y crecimiento del espectáculo que más convoca en nuestra ciudad, otro aspecto no menor era la realidad económica, y por otro la des-organización de quienes estaban a cargo de la organización en ese momento (se vendieron más entradas “descuidando” la capacidad”, además de ingresar muchas personas sin entrada, “invitados”, entre otras). Otra coincidencia: también era el 3er. desfile, y a esto me trae mi recuerdo, por la diferencia con lo actual, porque nuevamente no pudimos completar la capacidad máxima del “Atanasio Bofiglio (un 80% aproximadamente), sobre todo en los extremos de las tribunas, siendo que el espectáculo está en su punto más alto, y con expectativas de seguir creciendo. ¿Me estará ganando la ansiedad de ver el corsódromo completo? ¿La realidad económica nos está pegando tan abajo? ¿Será el “ánimo socio-político” actual? (También hubo este sábado una marcha organizada por la comunidad LGTBIQ, que tuvieron un enorme respaldo popular). Me estoy haciendo muchas preguntas, considerando que alguna me puedo responder, como entender que no es caro ni elevado el precio del espectáculo pero que son muy bajos nuestros ingresos (aunque en las cantinas si están muy elevados los precios), pero surgió un pregunta que nunca me hice en mis años de carnaval, y otra que alguna vez si me hice, de hecho, me asusta el solo pensarlas: ¿Acaso la popularidad de nuestro carnaval está en riesgo? ¿La están poniendo en riesgo? Popularidad es: “La aceptación, o simpatía que tiene el pueblo” sobre algo o alguien, viene de la palabra “Popular”: del latín “Popularis”, es un adjetivo que señala o refiere a todo aquello que pertenece o es relativo al pueblo, a la gente. Aunque me identifico más con el significado del término griego: Demos, porque habla de personas, más organizadas, personas que se involucran, que toman decisiones; y una vez que pensé esas preguntas no pude sacármelas de mi cabeza, que capaz somos menos populares, quizá estamos tan mal organizados, tal vez estemos perdiendo la batalla cultural, o bien están buscando el desgaste de la fiesta, y quizá, también, no nos involucramos lo suficiente para sostener, defender, mejorar nuestro carnaval. Ni hablar de la tranquilidad que me da el espectáculo, donde no tengo ninguna duda, porque fue una noche impecable, de la primera a la última en orden de salida, y hoy contaré algunos momentos que se me imprimieron, como los shows de baterías: Ráfaga, tiene su batería “La Nota Mil”, que se prepara todo el año, en busca de la perfección continua, y eso los lleva a portar un sello de reconocimiento nacional e internacional, siendo semillero de artistas que hoy están la batería, o en otros puntos cardinales. Sus actuales Mestres tienen en claro cuál es su responsabilidad, temo escribir algo en que se me pueda escapar un adjetivo que no los identifique, que no sea acorde a lo que realmente son, en lo individual, y sobre todo en su labor colectiva, en su profesionalismo, su compromiso, su aporte a la cultura carnavalera que año a año van dejando, y siempre, pero siempre, con una calidad intacta. Este tercer desfile “el show” (como dice el animador) se da con una perfecta secuencia que comienza con la “escuadra de apoyo de la batería”, armando una especie de pasarela para que su reina de batería, Gisela Alamos, ingrese y en unos pasos se agiganta de una manera colosal, se ubica al medio y al “pie” de su puyador, Luis “Monobox” Zelada, saca un conmovedor grito de guerra: “-Llegó la nota, la nota mil!!!”; teniendo como respuesta de los ritmistas un sonido casi de guerra: “-Hu hu hu hu!!!” y empieza el batuque mientras se retira la escuadra de apoyo, dejando a la batería y su reina , el público-hinchada acompaña en una emoción que hace valer el estar ahí, en ese lugar, en ese preciso momento, y después de casi 8 minutos, Mestres, reina, ritmistas, hinchada, sumando a todo público cercano, culminan con el: -“Hé Hé dale Rafagá”; llegando a lo más profundo de los oídos, el pecho, el corazón, hasta las tripas; algunos soltando lágrimas, saludando a sus cercanos presentes, y también vi a varios saludar al cielo. Emperatriz tiene como batería a “La TNT”, que últimamente viene dejando “la vara muy alta” en nuestros carnavales pero también como representantes de nuestra ciudad, llevando a la batería a lo más alto del podio en varias ocasiones en competencias nacionales. Impresiona ver la cantidad de integrantes que son, mostrando que su escuela y semillero siguen portando esos colores; y verlos ingresar a la manga es un espectáculo que invito a no perderse. La Armonía emperadora con una melodía de voces casi del estilo del cine épico, da el “pie” para que comience el show, mientras su reina de batería “Mica” Vicente juega con diferentes objetos generando una idea de hacer magia, todo en perfecta sintonía: armonía, batería, y reina de batería. Después de “Corear” algunos clásicos, inicia la parte de la batería y reina. Pasados unos 8 minutos, aproximadamente, saludan Mica y el mestre Matías Ojeda, al grito de guerra de su puyador Carlos “Charly” Vanquera y su: -“Vamoslaaa Batería TNT!!!”, que estremece hasta el más desprevenido, la Armonía Emperadora, comienza con un clásico, e invita a “Gritar con la hinchada”, que agitan sus banderas, que cantan, y cantan, y cantan, casi como no querer que termine ese momento, y siguen cantando, como dice la canción: “…Hasta quedarse sin voz”. Bella Samba tiene a la batería “Eterna Guerrera”, que seguro en algún otro “escrito” estarán las historias del “por qué” de sus nombres, como el de esta batería, y que le queda perfecto, que resiste todos los embates, que es una escuela constante, que resiste su identidad, que es consciente de no tener techo en cuanto a la búsqueda de la calidad, siempre poniendo lo artístico por sobre el resultadismo (algo que muchos ritmistas no entienden, y emigran), batería que año a año se arma y rearma para llegar óptimos, con Mestres reconocidos que nada se guardan al momento de ponerse al frente, y de temer, si el resultadismo es su enemigo, está claro que no temen, porque cualquier desafío que afrontan lo asumen con muchísima responsabilidad, logrando cada año poner la manga una batería que está a la altura del nuestro espectáculo, nuestro carnaval de Concordia. Su show, comienza con un juego melódico entre su armonía y la batería, “avisando” con su canción: “Llegó, Bella Samba llegó”… se acelera el pulso, y sale de atrás, casi como por un pasillo, su reina de batería, Camila Cazzaniga, sambando y al mismo tiempo haciendo flamear una bandera multicolor. Entre otros instrumentos que agregan para el show, como tumbadoras, sale un ritmista tocando-jugando, impecable, con un platillo, la reina cierra con una apertura de piernas al ras del piso, en una perfecta sincronización con la batería; saludan Mestres y reina de batería, con algunas palabras que salen de las entrañas de su puyador, y si bien saludan a todos los sectores, hay un saludo que se hace sentir más, y emociona hasta las lágrimas, porque es necesario que estén ahí también, un sector donde esté tu gente, que se identifique, que haga flamear las banderas de tus colores, ese saludo fue para su hinchada. Imperio nos acostumbró a que tiene una idea estética, una poesía propia, y la pertenencia de sus integrantes que son muy evidentes, y a ese nivel, cada año mejor, vienen sus ritmistas, su reconocido (y muy querido) mestre, su batería “Nota 10”. Otra batería que no busca identidad porque la tiene, y se nota, pero cada año trabaja para estar a la altura del espectáculo, batería que no se mide con varas ajenas, que disfrutan, se divierten, apuestan al semillero, noche a noche dejando en claro que están a la altura que el espectáculo demanda, y van por más, se nota cuando entran a la manga, que de conformismos: Nada. El show comienza con un audio donde “Charly García” recita “la lógica del escorpión”, ya desde ese momento el público queda seducido por lo que viene, ya que, en esa historia, la moraleja habla sobre la imposibilidad de evitar el propio carácter, y nada más ni nada menos que su reina de batería, Camila Timón, caracteriza ese momento de puro arte (carácter que ya demostró cuando fue la ganadora como reina de baterías en la edición 2023). Pero viene la parte que la hinchada y el público quedamos “presos por vos”, seducidos por la melodía, la puesta en escena, y obvio cuando empieza la batería. En un pasaje baja desde la hinchada, replicado por los ritmistas, la canción del: -“Eeeee, batería nota 10”. Al finalizar, beso en el aire de la reina de batería, y el gran mestre “Maxi” González que con su mirada parece pedirle al tiempo que detenga y que no termine más. Suena uno de sus himnos, culmina el show Imperio, y la tercera noche del carnaval de Concordia. Para concluir: Nuevamente pudimos ver relucir “los trapos” (banderas) de cada comparsa, porque todas se organizaron con sus hinchadas en las tribunas, recorriendo de sur a norte del corsódromo (el sentido que se desfila) la hinchada de Bella Samba y pegada la de Ráfaga, y más al norte, del otro lado del “VIP Turístico”, las hinchadas de Emperatríz y al lado Imperio. Se vivían verdaderas fiestas en las tribunas, se cantaron las canciones míticas y los sambas actuales, más esparcidos, desde el sector más al este (VIP) secundaban, pero también luciendo banderas de todas las comparsas. En la “Concentración”, antes de salir, se veía claramente que ante el paso de cada comparsa había quienes desde su rol de público o espectador iba a cumplir su parte. Esta 3er. noche la vivencié desde las tribunas, sacándome una de mis dudas, que el pueblo se organiza, se compromete, participa, y me “tranquiliza”, porque si puede organizarse para armar una hinchada y celebrar, también podría organizarse para demandar y hacer respetar su derecho de público-espectador, y que no llene ni los sectores más populares es un simple aviso de que están siendo descuidados. (Ajunto un testimonio fotográfico, de mi autoría, de la noche del 31 de Enero de 2015: Foto de las puertas cerradas, personas con sus entradas en mano sin poder ingresar y reclamando, y un directivo de una de las comparsas tratando de intervenir para que se soluciones el conflicto.) (*) Profesor de Artes en Teatro. Actor. Escenógrafo.
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